El Minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
Los resultados logrados por Morena en las elecciones de Coahuila y del Estado de México el pasado domingo, no deben resultar muy gratos a sus dirigentes, pues en el estado norteño perdieron por un amplio margen, y en el centro del país ganaron, sí, pero por muy pocos dígitos, muchos menos de lo que esperaban. Las luces de alerta deben estar encendidas en el partido del presidente.
Estos resultados, en lo básico, eran los esperados, pero no con esos porcentajes, y eso dice que la estrategia del partido guinda no fue lo exitosa que se necesitaba. Por su simbolismo y su peso poblacional, imponerse en el Estado de México era crucial para Morena de cara al proceso del 2024, cuando se renueve la presidencia del país, pero se precisaba de una mayor amplitud.
Coahuila, por su parte, fue una debacle para Morena y evidenció que, por sí solo, el respaldo de la imagen del presidente López Obrador no basta para ganar comicios y que la elección de buenos candidatos no es un asunto menor. El partido guinda no esperaba el triunfo, pero tampoco contemplaba perder por más de 26 puntos, según los últimos conteos. Casi tres a uno.
Las elecciones del 2024 serán decisivas para garantizar, en lo posible, la continuidad del proyecto de nación que encabeza el fundador de Morena y es por ello que, en una reciente conferencia matutina, habló de revisar aún más las próximas candidaturas, pues aunque se da por hecho el triunfo presidencial guinda, la integración de gobiernos locales y de las cámaras no está tan clara.
Otro factor que debe considerarse es el abstencionismo registrado en los comicios en ambos estados, el mayor en los últimos procesos, que alcanzó el 50% de los electores del Estado de México, y al 44% en el caso de Coahuila, lo que dice del poco interés que despertaron las ofertas políticas de sus contendientes; otra luz de alerta para el partido en el poder.
La elección de candidatos de Morena es estratégica. Los triunfos guindas con candidatos populares en Ecatepec y Nezahualcóyotl, los más poblados de ese Estado, son ejemplo de ello. El proyecto social del presidente López Obrador debe estar por sobre los intereses partidistas. Se ganó en Atlacomulco, un bastión casi centenario del PRI, pero aún aguarda un proceso mucho mayor.
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