Por Julian Santiesteban
La excesiva prudencia de la gobernadora Mara Lezama Espinosa, para declarar sobre la designación de un nuevo fiscal general en Quintana Roo, ante la nada sorpresiva -más bien anhelada- renuncia de Óscar Montes de Oca Rosales, evidencia la enorme complejidad de transición, pero sobre todo el enorme y público compromiso que debe hacerse ante los habitantes de la entidad, para colocar en el cargo a alguien que logre los resultados positivos necesarios, que abata el rezago de más de 40 mil expedientes y sobre todo, que la imagen de la institución se limpie a partir de los resultados y no del discurso…porque ese, probadamente, no soluciona nada.
Según ha trascendido, este lunes, el mismo Montes de Oca Rosales, dará una conferencia de prensa en la que anunciará su renuncia y, a partir de entonces, tanto el Poder Legislativo deberá analizar la terna de aspirantes al cargo que sea presentada por la misma gobernadora Lezama Espinosa. Hasta ahora, quienes han sido señalados para la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo (FGEQR), son el coordinador del gabinete de Seguridad, José de la Peña Ruiz de Chávez, el actual delegado de la Fiscalía General de la República (FGR), Raciel López Salazar; y el ex secretario del ayuntamiento de Benito Juárez, Jorge Aguilar Osorio. Los dos primeros son miembros del Partido Verde Ecologista (PVE), ambos tienen responsabilidades en materia de Seguridad. Los tres han tenido cargos políticos.
Sin embargo, este sábado, hubo intentos de entrevistar a la mandataria quintanarroense y, abiertamente, rechazó tener conocimiento de la renuncia de Óscar Montes de Oca, asegurando que, apenas se enterase, lo daría a conocer. En términos de real politik, el desconocimiento de un tema de esa naturaleza, simplemente es imposible, pero puede interpretarse en varios sentidos: Primero, que Montes de Oca debe ser quien anuncie su salida -lo cual ocurriría este lunes-; segundo, que el Legislativo debe anunciar un periodo extraordinario y definir la agenda a desahogar, entre ellos la designación del nuevo fiscal; hasta entonces, la mandataria tiene dos opciones; dar a conocer ella misma la terna, o esperar que el Congreso anuncie las postulaciones recibidas y el camino que seguirá para la designación, desde el análisis de los perfiles, hasta las entrevistas con los postulados, públicas o privadas. Y en términos también de la realidad política nacional, esperar “la llamada” desde el poder, sobre la persona que deberán inclinarse los votos… pero aun cuando la decisión esté previamente tomada, el camino tiene que andarse.
Denuncias por despojos de predios, coordinar un grupo que protege actividades ilícitas, simular labores como la búsqueda de personas desaparecidas, el rezago de más de cuarenta mil expedientes, la reparación del daño a las víctimas del 09 de noviembre de 2020 en Cancún; son tan sólo algunos de los pendientes por los que deberá responder aun Óscar Montes de Oca Rosales, pero debe ser también el punto de partida inicial para el que le sustituya; si por experiencia en ese tipo de cargos será la selección, no habría duda en que Raciel López Salazar será el ungido, ocupó por diez años la misma posición en el Estado de Chiapas, fue secretario de Seguridad Pública en Puebla y legislador federal por el PVE. Lo muy malo, es que tiene severos señalamientos de colusión en actividades “irregulares”, la baja en los estándares de calidad en los policías poblanos y todo aquello que opacar el desempeño. Designarlo, es dar la oportunidad para demostrar que sólo fueron ataques mediáticos y que los indicadores pueden mejorar… pero ¿quién dará garantía de ello?
De la Peña Ruiz de Chávez, ciertamente, pasó por tres legislaturas y ha sido dirigente verde, su experiencia en el tema es reciente, pero la coordinación del gabinete de Seguridad no es menor, la información que se maneja y las tareas que se alinean da muestra de la confianza de la mandataria. La duda es si ello será suficiente. Jorge Aguilar Osorio parece, entre los tres, el de menores probabilidades, la formación es fundamentalmente política, pero al cambiar al titular, seguramente las vice fiscalías serán también renovadas, parece entonces posible que pueda ser designado en la de la zona norte, región en la que se ha desempeñado y de donde tiene mayor conocimiento, a partir de su reciente encargo como secretario del ayuntamiento de Benito Juárez.
Confianza, capacidad acreditada y acreditable, trayectoria profesional suficiente, plan de trabajo, compromisos específicos en tiempo y forma; son tan sólo algunos de los factores que deberán considerarse. Atención en ello, porque “padrinos” puede haber muchos, pero el desastre dejado por los últimos mandos de Seguridad en Quintana Roo, fueron producto precisamente de aceptar esas “recomendaciones” desde el centro del país; y al final, todo termina por saberse, tanto las recomendaciones en su momento de Graco Ramírez, para llegada de Alberto Capella; como la de Miguel Ángel Mancera, para el saliente Óscar Montes de Oca… ¿será que la de Manuel Velasco, para que llegue Raciel López será el próximo “beso de Judas” para Quintana Roo? Ya veremos…
Pd. Y hablamos de los “padrinos buenos”, porque “malos” seguramente también deben tener todos. Al final, en los cargos de Seguridad, no necesariamente, se necesitan “personas buenas”; sino personas dispuestas a hacer el bien por los demás. Ese, tal vez, será un factor fundamental también a analizar.
COMENTARIO MORBOSO
El presidente del Tribunal Superior de Justicia en Quintana Roo, Heyden Cebada Rivas, sigue sin encontrar rumbo en la gestión que inició desde el 2022. Da continuos “tumbos” en la que sería, por cierto, la presidencia con menos certidumbre en el Poder Judicial de Quintana Roo desde que se tenga memoria…y eso que superar a la de Antonio León Ruiz, no es cosa fácil.
Ahora, el magistrado presidente ha declarado, con respecto a las manifestaciones realizadas en diversos municipios, para evidenciar a los deudores alimentarios, que los litigios deben llevarse en tribunales y no en los medios de comunicación. Desde su perspectiva, el tema debe ser así, porque siempre hay menores de edad de por medio. Recalcó que quienes deciden manifestarse están ejerciendo su libertad, pero que, en términos de los litigios “ni nos ayuda, ni nos perjudica.”
Sin embargo, si la efectividad de los jueces para hacer que los deudores entreguen lo que deben a sus hijos existiera, la llamada “Ley 3 de 3” no tendría razón de existir, pero casos hay, en cualquier cantidad, en que los jueces “por simpatía” con algún paterfamilia, establece pensiones verdaderamente ridículas, por no investigar ingresos reales, o aun con la queja de la deuda, simplemente no establecen medidas de apremio para que los hijos olvidados tengan un futuro garantizado.
Y ese es sólo un tema, pues existen infinidad más. ¿Sabe el lector, por ejemplo, que casi 7 de cada 10 personas en prisión en Quintana Roo no cuentan con una sentencia? ¿sabe además que ese tema afecta principalmente a las mujeres recluidas? ¿sabe que el índice de impunidad medido en Quintana Roo es del 99.3 por ciento, es decir que, en el mejor de los casos, uno de cada diez asuntos que llega a tribunales, tendrá algún tipo de sentencia? No, Cebada Rivas está bastante “perdido” en su gestión… y no es cuestión sólo de imagen…pero bueno, ese también se convierte en un problema para quien lo impulsa o lo tolera en el cargo… Al mismo Poder Judicial se refiera el escribiente, claro está; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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