A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
La modificación del huso horario en Quintana Roo cumplió cuatro años sin que ningún beneficio tangible sea reconocido por autoridad alguna, y mientras el Congreso de la Unión formalizó su aprobación desde el 16 de marzo de 2017, en la entidad el tema tiende a ser olvidado “convenientemente” por quienes se comprometieron a modificarlo, aun cuando dicha promesa les permitió acceder al poder.
En diciembre de 2014 la Cámara de Diputados mexicana aprobó una minuta enviada por el Senado de la República, que reforma la Ley del Sistema de Horario en los Estados Unidos Mexicanos, para ubicar a Quintana Roo en el meridiano 75 al oeste de Greenwich, es decir, una hora adelante respecto del centro del país; con el argumento de tener dos horas más de luz en verano y una más en invierno; además, en la entidad se dijo por parte de la administración de Roberto Borge Angulo que, con esta modificación, la entidad quedaría homologada con los estados del este de Estados Unidos, lo que permitiría una mayor llegada de vuelos internacionales. Nada más falso.
Desde el primer año, para febrero de 2015, la modificación duró sólo 43 días, pues los horarios en Estados Unidos están siempre en modificación, el horario de verano inicia siempre el segundo domingo de marzo y el de invierno el primer domingo de noviembre; de manera tal que la homologación aducida no existe; y de acuerdo a mediciones de la desaparecida (en 2014) Comisión de Energía del estado, y cuyo último director fue Efraín Taleno Canul, mantener el actual huso horario dispara el consumo a nivel doméstico, aunque a nivel empresarial se generen ahorros; es decir, los hoteleros, grupo impulsor de la medida, podrá tener ahorros, pero no los “ciudadanos de a pie.”
Y es que la versión no oficial, señala que la presión de los empresarios hoteleros está fundada en que, al tener más “horas luz”, se mantiene a los turistas más tiempo fuera de las habitaciones, lo cual disminuiría sensiblemente la energía consumida en los más de 101 mil cuartos de hotel que hay en la entidad. Para el proceso electoral 2018, la hoy diputada morenista, Patricia Palma Olvera, aseveró que sería su compromiso lograr la modificación de huso horario, pero ahora ofrece como toda prueba de “su esfuerzo” un video de YouTube en el que presentó la iniciativa en San Lázaro, sin mayor esfuerzo y defensa del mismo.
Hay que señalar también que el gobernador Carlos Joaquín González, al inicio de su gestión, señaló que revisaría con la Secretaría de Energía los beneficios de la modificación del horario, pero hasta ahora no ha habido noticia alguna; bueno, ni siquiera la Secretaría de Educación, que justo antes de que concluyera la fallida administración de Roberto Borge Angulo, y al frente de la misma se encontraba el ahora asesor gubernamental, José Alberto Alonso Ovando, cambió los horarios escolares como comprometieron, para no afectar a la población estudiantil. Nada, sólo compromisos que nadie quiere recordar, por evidente conveniencia.
COMENTARIO MORBOSO
A partir de este lunes, quedan poco más de dos semanas para que la Cámara de Diputados federal apruebe el presupuesto de egresos para 2020 -la fecha límite es el 15 de noviembre-, ese es el tiempo con que cuentan representantes federales y funcionarios estatales para lograr modificar un gravoso presupuesto para Quintana Roo cuyos recortes superan los tres mil millones de pesos, pero además dejan al gobierno local, de nuevo, solo en su esfuerzo de combate a problemas como el arribo de sargazo a los litorales estatales, que este año fue factor decisivo para la contracción del sector turístico, dejándolo a niveles de 2018.
¿Dónde están los diputados locales, Adriana Teissier, Mildred Ávila, Jesús Pool, Luis Alegre, este último presidente de la Comisión de Turismo y aspirante a la gubernatura? ¿de verdad creen que inventándose un discurso lograrán evadir el fracaso en caso de que los severos recortes se concreten?¿de verdad se imaginan que les valdrá el “mal de muchos” para justificar no lograr mejoras presupuestales? El gobernador Carlos Joaquín González ya les atajó su posible salida, pues como ahora se esgrime para toda cancelación de recursos, la construcción del Tren Maya, el mandatario dijo que, hasta en eso, los pocos recursos asignados, proyectan que la obra será a muy largo plazo. Vaya, les mató la excusa.
Y entonces, ¿de qué sirve “futurear” con la gubernatura si en sus encargos actuales los resultados no existen? Si como todos, se “alinean” a la instrucción presidencial en agravio de los ciudadanos que dicen representar. No. Dos semanas, los resultados y futuro dependen de lo que ahora logren, porque efectivamente, se los vamos a recordar; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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