A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
La industria textilera de Quintana Roo lanzó hace unas semanas un llamado de auxilio para mantener los cinco mil empleos –directos e indirectos- que genera, al pedir que la elaboración de uniformes escolares se confeccionen en el presente año; pero la respuesta lapidaria por parte del gobierno estatal llegó por fin: no hay presupuesto y, si lo hubiera, la prioridad es atender la pandemia, así lo dijo el oficial mayor; Manuel Alamilla Ceballos.
El funcionario reveló que no se cuentan los recursos para la inversión señalada –en 2019 se invirtieron más de 200 millones de pesos-, pero además dijo que, ante el escenario de poca recaudación estatal, la prioridad es reorientar el gasto hacia la atención para la pandemia (sin especificar si esta modificación ya fue solicitada al Congreso local). La confección de uniformes, abundó, pudiera contemplarse para una etapa posterior, la de recuperación económica, que vendrá luego de la que se vive actualmente, que es la de salvaguardar la vida de los quintanarroenses.
Así, lo dicho por el funcionario terminó con la esperanza de los empresarios textileros del estado, los cuales desde hace semanas habían manifestado su preocupación por el freno a su actividad, dado que en la contingencia no es considerada la industria textil como escencial; pero además, ante el surgimiento del rumor de que en 2020 el gobierno estatal no invertiría en la elaboración de uniformes escolares, aseveraron que los dos mil empleos directos y tres mil indirectos estarían en riesgo, pues las empresas estarían imposibilitadas de mantener su plantilla de trabajadores…y el anuncio formal llegó este jueves y lo hizo el mismo oficial mayor.
Pero el oficial mayor fue más allá, reconoció que aun no se tiene el monto estimado que tendría que invertirse, no sólo porque los datos no han terminado de recabarse, sino que además, el gobierno estatal contempla que una cifra hasta este momento indeterminada de padres que ahora tienen a sus hijos estudiando en escuelas privadas los inscribirán en planteles públicos, por la afectación económica que tendrán por la pandemia; pero por lo pronto no habrá inversión pública en los señalados uniformes.
Apenas este miércoles, el coordinador de los senadores de Morena Ricardo Monreal Ávila, solicitó formalmente al Consejo de Salubridad General de México que considere al sector textil y del calzado como actividades esenciales, para que su reactivación permita a los miles de familias que dependen de esas industrias sobrellevar la situación.
Y es que, aunque entidades como Puebla –cuya industria textil es de las más importantes de México- tuvieron una mejoría los primeros meses de la pandemia, por el bloqueo a las importaciones de países como China, al frenar actividades la industria nacional está al borde del colapso, y en situación similar están los países europeos o asiáticos como Myanmar, Camboya y Bangladés.
Por último, la Asociación Estatal de Padres de Familia en Quintana Roo solicitó también mantener la inversión estatal en uniformes, pues advierten de un profundo impacto en las familias debido a la pandemia; aun así, el fatídico anunció ha llegado y la inversión está postergada, muy al estilo del gobierno federal que a las cancelaciones las denomina así, para que discursivamente se “suavice el golpe.” Pero no, recursos no hay, uniformes tampoco…y empleos en veremos.
COMENTARIO MORBOSO
En la semana considerada crítica por el gobierno federal para cinco entidades de la República, entre ellas Quintana Roo, han muerto diariamente en el estado turístico más importante de México no menos de diez personas diariamente. Hasta ahí, las proyecciones estadísticas han resultado lamentablemente ciertas. Faltará ahora que, a partir de la próxima semana, la incidencia y los decesos comiencen a reducirse, pero con el adelantado optimismo institucional y discursivo de que “ya vamos a salir de la emergencia”, que hizo lanzar las “campanas al vuelo” antes de tiempo, la gente ha comenzado a salir a la calle antes de tiempo. Ojalá que, en lugar de “curva plana”, no haya más muertos por contabilizar, así de claro y directo; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.
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