OPB, sin alcalde y ¿sin cabildo?/
Por Julian Santiesteban/
Cuando se esperaba que la concordia por fin llegara a la capital de Quintana Roo, el enfrentamiento interno se recrudeció aún más con la renuncia definitiva del alcalde, Hernán Pastrana Pastrana, ante lo cual Othón P. Blanco tendrá su tercer alcalde en menos de seis meses de iniciada la administración de Morena.
El enfrentamiento que estancó la administración a principios de octubre de 2018, cuando Hernán Pastrana Pastrana intentó designar a Othoniel Segovia Martínez como su secretario particular, volvió a resurgir ahora que el alcalde constitucional ha renunciado definitivamente al cargo por motivos de salud y el beneficiario legal de la situación es el mismo que fuera rechazado el año pasado. Pues bien, los regidores de Morena volvieron a negarle el apoyo a Othoniel Segovia.
Y es que en la capital quintanarroense se ha pretendido que todo quede en familia, pues Segovia Martínez fue yerno de Hernán Pastrana, y a su vez, el primer regidor aun con funciones de presidente municipal, José Luis Murrieta Bautista, es yerno de Othoniel Segovia, por ello el rechazo de los regidores que llegaron junto con el primer alcalde, el cual pudiera quedarse sin el cargo si la mayoría de los regidores renuncian, pues ante ese escenario la Ley de los Municipios contempla procedería la desaparición de poderes, teniendo el Congreso local que designar a quien gobernará por los próximos dos años y medio.
Ahora bien, en el intento de este jueves hubo errores de procedimiento que fueron señalados por los regidores de otros partidos; pues en un acelerado intento por lograr que Segovia Martínez tomara protesta como alcalde, “olvidaron” que primero tienen que conocer formalmente la renuncia de Hernán Pastrana Pastrana y por lo visto el alcalde constitucional sólo se despidió de sus gobernados mediante redes sociales, agradeciendo el voto obtenido en junio de 2018 y solicitando el mismo apoyo para su suplente. Ante esta situación, tan sólo tres regidores permanecieron acudieron a la sesión convocada para este jueves.
Así, el procedimiento a seguir es que, una vez que se logren los consensos –si se alcanzan-, en la sesión próxima se conozca de la renuncia del alcalde constitucional y se determine llamar al suplente, para entonces tomarle la protesta a Othoniel Segovia. Aunque claro, el enrarecido ambiente ha abierto la posibilidad a una designación externa; la palabra la tiene pues el cabildo en pleno, no necesariamente el alcalde suplente.
Por cierto, las reacciones adversas no se han hecho esperar, y el diputado presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, Eduardo Martínez Arcila, ha declarado abiertamente que los “morenos” no saben gobernar y que el Legislativo, en el ámbito de su competencia y con respeto a la autonomía municipal, estará atento al avance de las negociaciones; no lo dijo tal cual, pero seguramente ya lo están también por si tienen que designar a alguien desde ese poder, ¿quién será el que ya está haciendo “rounds de sombra”?
COMENTARIO MORBOSO
Idania García Aguayo es ese ejemplo de empresaria cuya fortuna le sonríe a pesar de los cambios en los gobiernos e independientemente de los partidos de los cuales emanen; pues desde hace casi una década su empresa “Con Dinero Baila el Perro”, organiza diversos conciertos, tanto a los municipios quintanarroenses como al gobierno estatal; desde Gloria Trevi y Vicente Fernández hasta Tatiana, desde la Expofer hasta los festivales del Día del Niño; desde el gobierno panista-perredista de Cristina Torres hasta el “moreno” de Othón P. Blanco y su “descabezado” gobierno; y por supuesto desde Roberto Borge Angulo hasta Carlos Joaquín González, este último la designó incluso representante del Gobierno de Quintana Roo en la Ciudad de México.
Rafael del Pozo Dergal, contralor estatal, aseveró que no existe ilegalidad alguna en el actuar de García Aguayo, pues ya no es socia de Con Dinero Baila el Perro, que así lo corroboró la dependencia a su cargo desde 2018 en que ya realizaron una investigación sobre la operación de la funcionaria. Sin embargo, aunque la empresa en cuestión ya está a nombre de la hermana de la ahora funcionaria, García Gamboa es quien se reúne, por ejemplo, con Billy Jean Peña, presidente del Comité del Carnaval en Othón P. Blanco, para decidir el cartel de artistas que se presentan.
Más aun, Othoniel Segovia Martínez, quien pretende asumir en los siguientes días la presidencia municipal de Othón P. Blanco, reveló que el gobierno capitalino “solo organiza” la festividad, pero quien paga es el gobierno estatal, específicamente la Oficialía Mayor, cuyo titular, Manuel Alamilla Ceballos, es por cierto íntimo amigo de García Aguayo. Pues ilegal no será, pero es ampliamente cuestionable que una empresa siga siendo la “favorecida” para la realización de cualquier actividad que implique la contratación de artistas de norte a sur de Quintana Roo, del municipio al gobierno del estado, y cuya actual dueña es la hermana de la representante del gobierno estatal en la ciudad de México y que hasta el año 2018 fue también socia de dicho negocio. ¿Impunidad? Evidentemente; eso ocurre, ciertamente, desde los tiempos de Borge, pero el negocio continúa en la era del cambio; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.
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