Opinión Pública y Debate /
Por Néstor Eduardo /
No mañana ni en un año, quizás ni siquiera en éste sexenio del “cambio”, pero tengo la convicción que algún día sabremos al menos tres de las principales decisiones difíciles que tomó Calderón y con las cuales desgració a la nación mexicana de manera contundente e impune:
1) El Fraude en el 2006, Calderón fue un presidente manchado con la ilegitimidad del fraude electoral, el mote de espurio no se quitará del inconsciente colectivo de los mexicanos hasta que se revelen las razones, los participantes y los dineros para realizar semejante atentado contra la incípida democracia mexicana, después que este país había logrado desterrar al PRI en el año 2000 y que supuestamente habían cambiado las reglas no escritas del nuevo sistema político mexicano, la élite tecnocrática retornó a su viejo esquema del fraude patriótico y todos los factores reales de poder se reagruparon con los Calderón para cometer un fraude no de partido, sino de Estado.
Pero para que se sepa la verdad, tendrán que rendir cuentas Fox, Calderón, Ugalde, Elba Esther, Espino, Mariano Palacios, Roberto Madrazo, Leonel Castillo González, y una larga lista de etc.
2) La mal llamada Guerra contra el Narco. En realidad dicha militarización del país obedeció a un doble objetivo, por una parte, atacar y favorecer a un grupo de cárteles de la droga, mientras que por otro lado, era el de proteger al propio Calderón por un potencial levantamiento o insurrección popular derivada de su condición de espurio, fue una decisión difícil pero su ambición de convertirse en el criminal número uno de México (Presidente) fue mayor que su prudencia, y su temor lo motivó a aumentar el salario casi en un 50% de las fuerzas armadas y de sacarlas a las calles para entrarle también al negocio del narco.
Y 3) el no atender el llamado de auxilio en Allende Coahuila el 18 de marzo de 2011, suplicas que incluso le llegaron por twitter al propio Expresidente Calderón, el cual aplicó la enseñanza de uno de sus mentores, Carlos Salinas de Gortari: ni los veo, ni los oigo. Y de este modo les dio oportunidad a los zetas, (los muchachos del Inge, su Secretario de Seguridad Pública y cómplice, ahora juzgado en los Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico) para que hicieran lo que quisieran con más de 300 familias, de las cuales se derrumbaron sus casas y no se encontraron ni sus restos.
Pero tiempo al tiempo, y con suerte nos enteremos de todas éstas “decisiones difíciles” del calderonismo, que don Borolas olvidó enunciar en su reciente libro.
Correo: opinionpublicaydebate@gmail.com
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