Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad en alianza con Fábrica de Periodismo revela los millonarios y poco conocidos viajes del general Luis Cresencio Sandoval al extranjero.
Lejos de los reflectores, sin alardes, los viajes del secretario de la Defensa Nacional son de “terciopelo”, como se dice en el argot militar: en jets del Ejército, hoteles de alta gama, comidas y cenas en buenos restaurantes, viáticos en suficiencia, visitas a museos y lugares emblemáticos de los sitios visitados.
Pero esos gustos no los disfruta en solitario. El general Sandoval González suele viajar acompañado. Varias de las plazas de los jets de la Fuerza Aérea Mexicana son ocupadas por su esposa, su hija, su hijo (un alto funcionario federal de inteligencia), su nuera, su pequeña nieta y a veces su consuegra.
Al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lo acompaña siempre, además, una célula de al menos 10 militares que atiende sus necesidades: ayudantes de campo, asistentes para él y para su esposa, jefe de seguridad, médico, enfermera e intérprete, además de los efectivos encargados de la avanzada.
Viaje a Nueva York
La bandeja de correos institucionales del secretario de la Defensa Nacional se activó poco después de la hora de la comida del 1 de diciembre de 2021. La ayudantía del titular de la Sedena le hacía llegar la agenda de un viaje a Nueva York y la lista de quiénes compondrían la comitiva que saldría de México en un par de días.
Aunque el plan inicial era que él también viajara, su nombre ya no fue incluido. Había decidido no acompañar a sus familiares luego de que el gobierno de Corea del Sur canceló la reunión a la que acudirían los jefes de ejércitos en misiones de paz de Naciones Unidas debido a la nueva crisis provocada por la ola de contagios de la variante ómicron de Covid-19.
Su familia sí mantendría los planes y viajaría a Estados Unidos. Así que el general recibió el correo con el anexo titulado “AGENDA NUEVA YORK 3 AL 12 DIC”, en el que se daban los pormenores de los nuevos planes. De cinco hojas que componían el anexo, al secretario de la Defensa Nacional le interesaban las tres en donde le informaban la integración de la comitiva: su esposa, su hija, su hijo, su nuera, su nieta, su consuegra, la hija de su secretario particular y dos amigas de su esposa que forman parte del voluntariado del Ejército. A la lista se sumaron una enfermera y una ayudante, ambas militares.
Unos días antes viajarían el teniente coronel Jiménez y el mayor Hernández para garantizar que la estancia de la familia del general transcurriera sin contratiempos. El correo incluyó un diagrama de los asientos asignados en el vuelo de Aeroméxico AM 5278. Con la excepción de la enfermera y la ayudante, los integrantes de la familia y sus invitadas viajarían en clase premier.
Jornadas de shopping
Esta es una historia de viajes, de jets, de exclusivos hoteles, de partidos profesionales de basquetbol o beisbol, de paseos y cenas en Nueva York, Moscú o Florencia; jornadas de shopping de marca en Denver o Milán.
Y en ella se cuentan con detalle, gracias a los correos filtrados por los hacktivistas del grupo Guacamaya, los viajes oficiales del general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, a los que es acompañado regularmente por su familia. Y también de los paseos privados de la familia Sandoval Medina, organizados, planificados y vigilados por personal militar en la Ciudad de México, Nueva York, Roma, Santo Domingo o Colorado, por ejemplo, aun cuando el general no viaje con ellos.
Y aunque los cientos de correos electrónicos examinados proporcionan detalles sobre los preparativos y los viajes, su revisión no permite determinar de manera fehaciente si, por ejemplo, los vuelos de la familia del general Sandoval hechos en clase Premier a Nueva York son parte de los 3 mil 800 vuelos internacionales que la Sedena contrató con Aeroméxico en junio de 2019 por 85 millones de pesos.
Tampoco es posible saber, por ejemplo, si los 2 millones 489 mil pesos pagados por una estancia de dos semanas en cuatro ciudades italianas, en las que el hospedaje se realizó en palacios y exclusivos hoteles, salieron de la tesorería del Ejército. La Sedena declinó comentar sobre éste y otros puntos. Los preparativos.
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