La Embajada de Estados Unidos en México ha lanzado este martes una alerta de viaje a San Cristóbal de las Casas —el corazón turístico del Estado de Chiapas—, debido a la violencia desatada el pasado lunes por el asesinato a balazos del artesano Jerónimo Ruiz, líder la Asociación de Locatarios de Mercados Tradicionales de Chiapas (Almetrach). El aviso de la oficina estadounidense ha llegado tras los “informes de violencia” y las notas de los medios locales recibidas en sus instalaciones en Ciudad de México. Son habituales los comunicados de la embajada estadounidense alertando a sus ciudadanos de los peligros de Estados calientes como Tamaulipas o Michoacán. Pero es una anomalía una advertencia así en relación al que no hace mucho era un tranquilo refugio turístico en el sur del país. Una señal más del incremento durante el último año largo de la violencia en Chiapas
Los medios narraron que dos hombres armados a bordo de una moto dispararon contra el artesano cuando iba a subirse a su vehículo, un Volkswagen Golf de color rojo, en la colonia Nueva Esperanza. El asesinato de Ruiz ha desencadenado una ola la violencia durante la noche en la ciudad turística: reportes de disparos, movimiento de convoyes militares en la zona y presencia de un gran número de personas armadas en Ojo de Agua, un barrio colindante a Nueva Esperanza.
“Los ciudadanos estadounidenses deben extremar las precauciones si viajan por San Cristóbal o sus alrededores”, ha expresado la Embajada en el comunicado. El Departamento de Estado estadounidense cuenta con un listado en el que expone las recomendaciones a sus ciudadanos a través de una clasificación de cuatro niveles, en la que clasifica a los 32 territorios dependiendo de las precauciones recomendadas: desde el uno, donde se han de ejercer las precauciones habituales; hasta el cuatro, donde recomienda no viajar. El Estado de Chiapas se encuentra en el nivel 2, en el que la oficina pide “ejercer mayor precaución por delincuencia”.
El Heraldo de Chiapas, uno de los diarios del lugar, hablaba el pasado lunes de “enfrentamientos a balazos entre dos grupos armados” y vehículos en llamas a su paso. “La ciudad se encuentra en una situación de pánico debido a la gran cantidad de balas que han sido disparadas”, exponía la nota del medio.
Incremento de la violencia
La violencia ha llamado a la puerta de San Cristóbal de las Casas en otras ocasiones. El pasado mes de junio, y a plena luz del día, decenas de hombres encapuchados, armados con fusiles de asalto y vestidos con chalecos antibalas sembraron el pánico en la ciudad, llevando a que la imagen del lugar turístico estuviera protagonizada por bloqueos, balaceras y habitantes resguardados en supermercados, a la espera de que acabaran los enfrentamientos. La violencia, que terminó con la muerte de un comerciante, rompió el oasis de calma que aparentaba el municipio.
En otras localidades del Estado, la violencia ha provocado que miles de personas huyan de sus casas. Ejemplo de ello se da en el municipio de Frontera Comalapa. Este diario habló con una de las familias desplazadas desde la pequeña localidad chiapaneca, que denuncia la inseguridad en el territorio, especialmente en el último año. Los familiares, que prefieren mantener su anonimato, afirman que la violencia en el territorio fronterizo llega a través de las luchas entre cárteles y los abusos que ejercen sobre la población de la zona: amenazas, extorsiones a comerciantes y violencia. “Tapan entradas [a los territorios], te registran… Si nos les haces caso, te matan”, apuntaba una de las personas de la familia con calma, acostumbrada a contar este tipo de eventos.
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