El proceso interno de Morena para definir la coordinación de los comités de defensa de la Cuarta Transformación se complicó anoche, después de que la representante del ex canciller Marcelo Ebrard, Malú Mícher, rechazó avalar el sorteo donde se definió a las cuatro empresas que realizarán las encuestas espejo para la selección de quien eventualmente se convertirá en el candidato presidencial, luego de que no resultó seleccionada ninguna de las dos propuestas del ex funcionario.
También se inconformaron los representantes de Adán Augusto López Hernández y de Ricardo Monreal, Arturo Ávila y Alejandro Rojas Díaz Durán, respectivamente, porque quedaron sorteadas dos de las empresas finalistas que no cumplen con los lineamientos establecidos por el Consejo Nacional.
Ávila dijo que, en algunos casos, han tenido errores hasta por 15 puntos en procesos electorales anteriores. Ante ello, firmaron con reservas el acuerdo.
Las encuestadoras insaculadas fueron propuestas por Adán Augusto López, Manuel Velasco, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum.
De acuerdo con Mícher, una de las empresas que propuso Ebrard salió en la lista de prelación, por lo que sólo tendría oportunidad de ser seleccionada, en caso de que la Comisión de Encuestas descarte a una de las que no cumplan con la capacidad para realizar el ejercicio.
Visiblemente molesta, la senadora anunció que el ex canciller fijará hoy su postura sobre el proceso. Nosotros manifestamos nuestro punto de vista sobre las encuestadoras que no reunían los requisitos y que ni siquiera debían ser incorporadas a la tómbola. Se nos escuchó, se llevó a cabo el proceso y lamentablemente salieron algunas casas de las que habíamos manifestado nuestra inquietud, y las nuestras sí cumplían los requisitos.
Adelantó que pedirán la intervención del Consejo Nacional para que se reconsidere la decisión.
Nada se acaba hasta que se acaba, estamos en un proceso a todo dar, histórico, en el que nos da gusto participar, pero tenemos derecho a manifestar nuestras inquietudes, agregó Mícher.
El sorteo duró sólo 45 minutos, pero el jaloneo por las inconformidades denunciadas alargó el proceso por tres horas y media.
Rojas Díaz Durán reveló que durante el encuentro –a puerta cerrada– exhortó a los presidentes del partido, Mario Delgado, y del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, a que las comisiones de Elecciones y de Encuestas revisen sus criterios, se actúe con imparcialidad y se reconsidere los cambios de las empresas cuestionadas.
El sorteo se alargó porque fue una deliberación interesante, intensa, y deseamos que haya unidad de Morena, por eso expresamos esos criterios. Apelamos a que la dirigencia nacional del partido haga lo posible para que exista la posibilidad de que todos vayamos en una participación sin que exista ruptura, agregó Rojas, quien llamó a Morena a actuar con mucha prudencia, serenidad política y buscar los acuerdos necesarios.
Ávila también dejó de manifiesto su inconformidad, pero aseguró que independientemente de lo que resuelvan los órganos internos, López Hernández seguirá en el proceso, porque nosotros estamos en este movimiento por el encargo, no por el cargo.
Más tarde, en un mensaje conjunto, que se retrasó dos horas, Mario Delgado y Alfonso Durazo explicaron que la Comisión de Elecciones aún deberá valorar que las firmas seleccionadas tengan la capacidad técnica y operativa para realizar el ejercicio, por lo que hasta hoy tendrán el resultado final.
Aunque Morena advirtió que el proceso se haría en total hermetismo, representantes de los medios de comunicación comenzaron a llegar desde las 5 de la tarde a la sede partidista, pero sin acceso al inmueble, para cuyo sorteo se cerró todo un piso.
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