Ciudad de México. La coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum, respondió a Marcelo Ebrard que no puede ser la segunda, ni la tercera ni la cuarta fuerza, porque Morena es una sola fuerza. Somos un solo movimiento, un solo partido, que representa el anhelo del pueblo de México, y eso no se nos debe olvidar.
En una transmisión por Facebook, en la cual anticipó que se registrará el domingo como precandidata presidencial y al día siguiente empezará su precampaña en Boca del Río, Veracruz, planteó que después de la elección presidencial, el movimiento entre en una etapa de reflexión.
Además, destacó que en Morena somos uno solo, uno que va hacia adelante, a conquistar 2024, pero lo más importante es dar continuidad al proyecto y seguir avanzando con innovación, honestidad, resultados, y con mucho amor al pueblo.
Entre las preguntas que recibió, una fue qué piensa de la declaración de Ebrard del lunes, cuando afirmó que el nuevo entendimiento con ella pasa por que se le reconozca como segunda fuerza en el partido.
Respondió que Morena es una sola fuerza, y acotó: “qué bueno que decidió quedarse, pero cuando se creó Morena –porque veníamos de otro partido, del PRD; ahí había corrientes políticas y eso hizo mucho daño– se definió en los estatutos que la filiación es individual y directa, que no puede haber corrientes.
Es importante que todos, y más ahora que empiezan la precampaña y la campaña electoral, estemos unidos, porque representamos un proyecto de nación.
Recordó que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia entregó al ex canciller una carta que incluye una reflexión de lo que es y debe ser Morena. Dijo que solicitará a la dirigencia nacional que se publique este punto, para que los militantes conozcan lo que no debemos ser y a qué aspiramos.
Sheinbaum reveló que ella aportó algunas ideas al documento y leyó el último párrafo de las seis cuartillas, donde la comisión concluyó que Morena no debe caer en los usos del viejo partido de Estado, ni en la lógica de corrientes partidarias que tanto daño hicieron a la izquierda; ni en prácticas que siempre hemos combatido, como la compra de voluntades, la alianza con grupos criminales, el chantaje, el uso de recursos públicos, la coerción o los acuerdos cupulares.
A otra pregunta, afirmó que ejerce la coordinación del movimiento sin autoritarismo ni mano dura. Expresó que quienes quieren dividir el movimiento se van a quedar con las ganas; aquí hay unidad y una sola fuerza.
Nunca se fue, siempre aposté, siempre lo dije aquí. Pese al maltrato de su antiguo jefe, Mario Delgado, cuya carrera política difícilmente se podría explicar sin su relación con Marcelo Ebrard, quiso ser cortés al referirse a la reciente decisión del ex canciller de permanecer en la órbita de la 4T.
El presidente de Morena quiso dedicar su conferencia semanal a explicar por enésima vez los criterios para definir las candidaturas morenistas, pero la decisión de Marcelo se le impuso inevitablemente.
Qué bueno que ya se terminó esa incertidumbre, qué bueno que va a seguir participando. Siempre lo dije, Morena es su casa y es su causa.
Una reportera le recordó, pasado el entusiasmo de las frases anteriores, que Ebrard no lo reconoce como interlocutor válido y que incluso sugirió que Claudia Sheinbaum traza una línea y Delgado trabaja con otra, la suya propia.
La única frase ruda para Marcelo fue suave: tengo 17 estados; esos son los resultados de mi trabajo. Y el aval que yo necesito, el que me interesa, es el de la militancia.
Una colega le preguntó entonces cómo será la relación del presidente del partido con quien asegura encabeza la segunda fuerza (¿la primera es la de reuniones con Sheinbaum y dibujó un acuerdo para incorporar marcelistas a diversas instancias partidistas.
En su respuesta, Delgado dibujó su papel y sus límites: El liderazgo de este movimiento lo tiene la doctora Claudia Sheinbaum. Nosotros estamos para apoyarla.
Sobre la segunda fuerza de Ebrard, Delgado respondió lo obvio: están prohibidas las corrientes; si entramos a un esquema de cuotas y cuates sería la destrucción de nuestro movimiento.
Ebrard dio una enorme vuelta -estirones de liga de por medio– para volver al punto de partida: el segundo lugar tendría un papel preponderante. El tiempo dirá cuánto perdió en chantajes, amagos e indecisiones.
Fueron varias veces las que Delgado celebró haber tenido razón al decir que Ebrard se iba a mantener en nuestro movimiento; es un hombre de principios y valores. Él sabe, desde una perspectiva histórica, que nuestra transformación apenas está iniciando.
En la conferencia de prensa, Delgado también informó que este domingo se realizará el registro de la precandidatura única de Sheinbaum, en un evento que tendrá lugar en el World Trade Center.
El pasado fin de semana pasado, la dirigencia del partido informó que los hombres que ganaron la encuesta, pero quedaron fuera por las disposiciones en materia de paridad de género, podrían optar por estar en las listas de abanderados al Senado en la primera fórmula. En el mismo caso estarían las mujeres que lograron el segundo sitio en las encuestas.
Delgado afirmó que la decisión dependerá de los aspirantes, en una lista que incluye a Omar García Harfuch, Carlos Lomelí, Ricardo Sheffield, Ignacio Mier, Víctor Mercado, Yolanda Osuna, Sasil de León y Manuel Huerta. Los aspirantes a las segundas fórmulas podrán registrarse desde este miércoles al sábado.
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