Julian Santiesteban
Cara es, incompleta, inacaba también; en riesgo, siempre, no sólo en la presente coyuntura, pero la democracia en México ha dado muestras inequívocas de avance y, lo ocurrido este fin de semana es señal tangible de ello, pues mientras unas cien mil personas marcharon rumbo al Zócalo de la Ciudad de México, en defensa precisamente de la democracia y las instituciones representativas de la misma, la primera de las aspirantes a la Presidencia de la República registró su candidatura ante el Instituto Nacional Electoral (INE) destacando lo que todos debiéramos notar: por primera vez en la historia independiente de esta nación, una mujer está en posibilidades reales de alcanzar el máximo cargo político al que se puede aspirar.
Los marchantes llegaron al Zócalo. Lorenzo Córdova Vianello, ex consejero presidente del INE, único orador del evento, advirtió el riesgo del retroceso social y de la instauración del autoritarismo del pasado, además de regresar a las épocas de partido hegemónico. Por cierto, hay quien ha reaccionado negativamente a la postura del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien, como toda opinión dijo: “Sin novedad”. Ciertamente, antes, desde su conferencia matutina, aseveró que la movilización era “para que regresen los corruptos” y le endilgó una motivación partidista.
Habría que decir que, por lo menos la postura del domingo, es justamente la que debiera esperarse de quien gestiona un gobierno (sin dejar de ver lo que aquí ya apuntó el escribiente, que antes ya les había dicho todo tipo de calificativos). En estricto sentido, el rol del gobierno es generar las condiciones para que los ciudadanos hagan lo que hicieron el domingo, manifestarse, no engancharse en movimientos político-ciudadanos. “Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”, reza el dicho popular mexicano, pues también la perspectiva de los marchantes tiene fundamento, pues que hayan podido salir a las calles es debido al andamiaje jurídico-social alcanzado. ¿Que debemos defenderlo? Claro, ¿Que no debe haber retrocesos? Por supuesto; ¿Que se pone en riesgo si se desarticulan las instituciones? Sin duda… pero (en este país se afirma que, todo lo que se dice antes de un “pero”, pierde toda relevancia, PERO, no es el caso), habríamos de decir que, defender la democracia no sólo es velar por la permanencia de las instituciones.
Se explica el escribiente: habrá que pugnar, ciertamente, por la permanencia y fortalecimiento de las instituciones; pero, aunque hubiere las circunstancias idóneas para la competencia, que permanezca el perfectible andamiaje jurídico-institucional, que la separación de poderes siguiera notándose -y no necesariamente por desencuentros precisamente políticos, sino por la independencia que debiera privar entre ellos-, ¿y la clase política? ¿y la oposición? ¿oposición? El descrédito es la constante, el “reciclaje” y cambio de partido es obligado para mantener “vigencia” y, a partir de ello, acceso a las arcas. Si hubiere partido hegemónico, no sólo es por la modificación a las normas o desaparición de las instituciones, sino por la falta de credibilidad de la política, los políticos y los partidos… por cierto, el régimen que se está construyendo y lo partidos en el poder no son mejores, ni son diferentes -por mucho que intenten sostenerlo discursivamente-; solo son “lo de hoy.”
En recapitulación, este domingo, se ha vivido una jornada democrática como muy pocas veces ha visto este país; Claudia Sheinbaum Pardo, se registró ante el INE (el 20 de este mismo mes lo hará Xochitl Gálvez, y, el 22 de febrero, Jorge Álvarez Maynez), cien mil personas marcharon (90 mil, dicen las autoridades de la Ciudad de México); por primera vez en toda la historia de la República Mexicana, hay mayoría de aspirantes mujeres, casi es dable afirmar que, por primera vez, tendremos presidenta. Parafraseando a Sheinbaum: “Después de 200 años de la República, una mujer transformadora llegará a la presidencia. Eso es un símbolo de que estamos dejando atrás el México machista”, que sea ella o su contrincante depende de quien emitirá el sufragio el próximo 02 de junio.
Y así, aunque el proceso electoral federal inició en septiembre del 2023 y el local en enero de este 2024, a dos semanas de que inicien las campañas electorales formales, lo vivido este domingo puede considerarse un “round de sombra”, un ejercicio de práctica, una “probadita” del nivel de encono que alcanzará la competencia formal por el sufragio. Por cierto, las 200 organizaciones que participaron en la marcha, en las 100 ciudades que se unieron al movimiento, habían estimado una participación de, por lo menos, 100 mil personas… parece que se quedaron lejos del objetivo. Ojalá que no sea premonitorio
COMENTARIO MORBOSO
Quien desconoce su historia, está condenado a repetirla. Y lo peor de los fenómenos circulares, es que, como espiral, van en bajada. Tres ejemplos: Félix Salgado Macedonio, en el Estado de Guerrero, pretendió contender por la gubernatura. No presentó su informe de gastos de precampaña y la sanción lo imposibilitó para competir. Postularon a su hija, Evelin, ahora es gobernadora. Segundo, en Quintana Roo, el gobernador Roberto Borge Angulo se empeñó tanto en sus ataques políticos en contra de Carlos Joaquín González, que lo terminó convirtiendo en víctima y, como Borge Angulo no era precisamente querido, al atacado lo convirtieron en víctima y fue tomado como la antítesis del mandatario de aquel tiempo…fue gobernador. Y allá por 1986, en Chihuahua, Francisco Barrio Terrazas, fue candidato a la gubernatura. Le echaron a andar una campaña de desprestigio desde la Secretaría de Gobernación federal. En un “extraño” accidente automovilístico, su hija murió. La reacción masiva fue tomarlo como víctima. Ganó las elecciones, pero desde el gobierno federal lo impidieron… ¿Quién era el titular del área? Manuel Bartlett Díaz, a quien dos años después se le “cayó el sistema”, e impidió la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia. Barrio, a la postre, fue gobernador del “Estado Grande” y Cárdenas Solórzano, se convirtió en una figura emblemática de la izquierda de este país.
¿Y todo lo anterior para qué? Guardadas las proporciones, si se utiliza la fuerza del poder para acallar a los opositores, se terminan construyendo víctimas, donde sólo había débiles competidores. A José Esquivel Vargas, ex presidente municipal de Felipe Carrillo Puerto, lo detuvieron, el PRD, ha dicho que será su candidato de nuevo. Hoy lunes, a la una de la tarde, se determinará su situación jurídica. Se rumora qua un familiar sería inscrito como su suplente para que, en caso de que quedase preso, la candidatura queda de todas maneras en sus manos… pero ¿qué necesidad? Siempre el escribiente echa mano de la obra de Duroselle “Todo imperio perecerá” pero ahora resulta más que pertinente, pues justamente, la caída comienza adentro, por los errores y por los excesos propios…no por los enemigos… y aplica; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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