Durante los procesos electorales; independientemente de los cargos que estén en juego en una elección, participan un sinnúmero de personas, como son: Diversos actores políticos, partidos políticos (candidatas, candidatos); medios de comunicación; autoridades electorales jurisdiccionales, administrativas, judiciales, asociaciones civiles; y en general todas aquellas personas que desempeñan una función dentro del mismo.
Sin embargo, es la ciudadanía; quien, con su participación, ya sea dentro de la organización de los procesos electorales o con la emisión de su voto el día de la jornada electoral define el rumbo de un distrito; municipio, estado o nación.
Y hoy por hoy; debemos cuestionar y pensar, si estamos haciendo nuestra parte, si cada candidata o candidato para los cargos de elección popular que postula un partido político o bien de manera independiente, cumple con nuestras expectativas, si cuenta con las características para desempeñar el cargo que busca, o simplemente votamos sin estar convencidos.
Hoy la pregunta debe ser: ¿Qué tipo de persona queremos que nos represente; qué nos merecemos y a quién queremos para que defienda nuestros derechos?
La ciudadanía participativa, tiene en sus manos exigir y lograr que se postulen perfiles comprometidos y preparados, pero sobre todo a la altura de las exigencias que un País merece.
Por ello hay que participar y valorar objetivamente cada perfil que está en la contienda dentro de los procesos electorales.
Reflexionar si verdaderamente estamos exigiendo compromiso y trabajo a quienes nos representan.
Hoy que estamos tan cerca de la jornada electoral; cabe hacer un análisis sobre lo que queremos y esperamos en cada proceso electoral. Y sobre todo decir con nuestro voto a quienes participan, que no podemos aceptar cualquier propuesta, que nuestro voto cuenta y tiene valor.
Nos leemos pronto.
Sé el primer en dejar tu comentario de esta noticia