En un comunicado, el blanquiazul indicó que su presidente nacional, Marko Cortés, pidió que la Sala Superior “en apego a la legalidad anule la elección por las graves violaciones que se dieron durante el proceso electoral”.
De acuerdo con Cortés, “el proceso fue una elección de Estado que se caracterizó por no contar con un piso parejo, por la intervención del Presidente de la República, la violencia e injerencia del crimen organizado y el uso del aparato del Estado para promover la candidatura de la coalición Sigamos Haciendo Historia”.
El PAN dijo que “siempre advirtió graves y reiteradas intervenciones del Ejecutivo federal que violaron los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad en la contienda, utilizando las mañaneras para fungir como jefe de la campaña de Claudia Sheinbaum desde el destape de las ‘corcholatas’ hasta el cierre de la campaña, empleando todos los recursos públicos a su alcance para promocionar su candidatura”.
Cortés señaló que hay constancia de 55 sentencias de la Sala Superior, donde se acreditó que López Obrador “vulneró principios constitucionales e incurrió en infracciones electorales, generando una elección presidencial sin condiciones de igualdad para nuestra candidata, Xóchitl Gálvez”.
Además de lo anterior, “en todo el proceso se usaron de forma indebida los programas sociales” y “la contienda estuvo inmersa en un clima de violencia generalizada e intervención del crimen organizado”.
Por todo ello, el PAN promovió el citado Juicio de Inconformidad, “porque no podemos dejar de impugnar la elección presidencial, porque significaría validar una elección de Estado”.
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