Después de la lección que el 2 de junio de 2024 el pueblo les dio a los partidos tradicionales de oposición en México, para entregarle nuevamente el control casi absoluto del país a la coacción entre Morena, Verde y PT, pareciera que en el discurso siguen actuando como si siguieran gozando de las mieles del poder del que se hicieron por casi un siglo.
Pocos son los que se han dado cuenta que han sido diezmados y que en algunos casos enfrentarán la liquidación de sus bienes por la desaparición de partidos tan importantes para la vida democrática del país como lo fue el PRD que de la mano con el PT, durante años fueron la barrera de contención del dominio exclusivo del PRI y su socio de concertacesiones como lo sigue siendo el PAN, que desde los tiempos del jefe Diego, ya negociaban contratos, notarías, concesiones, municipios y cualquier proyecto susceptible de generar ingresos a los socios.
Pero hoy todo es diferente, el PRD va a desaparecer y el PRI se enfrenta a una encrucijada de supervivencia en la que, en 3 años, puede comenzar a perder su registro en algunas entidades, mientras el PAN aún sobrevive debido a su representación y sostenimiento empresarial, más como un ariete anti AMLO que como un partido político con propuesta alterna.
Quizá ni ellos mismos se han dado cuenta de la gravedad de estar totalmente diezmados, dado que no muchos de ellos conocen el origen de tal término.
Para entender un poco su situación voy a hacer una breve descripción de su origen histórico. Y es que cerca del año 500 aC en la campaña de Roma para conquistar África, un legatus de nombre Craso al servicio del cónsul Escipion, decidió aplicar un castigo ejemplar a las unidades militares que habían huido de la batalla contra el general Aníbal de Cartago. Un castigo para evitar que la cobardía se volviera a apoderar de sus legionarios.
La deshonra de aquella derrota llevó a Craso a realizar una “decimatio” que consistió en separar a un legionario sin importar el rango de cada diez, de las legiones derrotadas haciendo que los otros nueve acabaran con la vida de ese soldado palos.
Siguiendo esa misma forma de enfrentar la derrota y la deshonra, 400 años después el Procónsul Marcó Licinio Craso (con el mismo nombre pero sin relación familiar), luego de ser penosamente derrotadas sus 10 legiones en la batalla en el Samnio por el ejército de esclavos libertos encabezados por Espartaco en el 71 aC, ordenó una decimatio para diezmar a las legiones que habían deshonrado a Roma al huir.
Ese es el peso histórico del vocablo “diezmar”, y que hoy en día prende de la cabeza de los líderes de los partidos tradicionales de oposición que no solo perdieron la batallas políticas en todo el país, sino que en la total deshonra se cambiaron de bando al calor de las campañas traicionándose si mismos, a sus gobernados, a sus afiliados y a sus propios partidos.
Sin duda, la sociedad ha evolucionado desde las épocas de la “decimatio” a la fecha, porque hoy en día no importa si deshonraste a los tuyos si al final de cuentas logran un hueso, por pequeño que este sea.
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