Por Julian Santiesteban
La relación entre los partidos integrantes de la 4T es cada vez más tirante, tanto a nivel nacional, como de las entidades federativas, pero, además, la enorme mayoría morenista y la mermada oposición política, disminuye La incidencia de los aliados y, con ello, surge la posibilidad de que en los estados ocurra, por ejemplo, lo que está a punto de aprobarse en Quintana Roo: dejar fuera de la presidencia del Congreso al Partido del Trabajo (PT), sin que dicho partido se atreva a optar por la ruptura. Algo así como el “pégame, pero no me dejes.”
Entre los factores que han mermado la capacidad del PT, por ejemplo, (el Partido Verde Ecologista, PVE, está en circunstancia diferente, disfrutando de las “mieles del poder”, por su notable crecimiento) de presionar a nivel nacional está la confirmación, en la semana que transcurrió, de la mayoría calificada en el Poder Legislativo federal y la renovada “disposición” de la mermada oposición para acercarse a la super mayoría morenista. Ciertamente la mayoría se obtuvo en conjunto, Morena-PVE-PT tendrán 236, 77 y 51 diputaciones, respectivamente; pero el Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC) tendrán, por su parte, 35 y 27 legisladores/as. Incluso, lo que queda del Partido de la Revolución Democrática -próximo a perder el registro- tendrá una curul y hay una más independiente (un voto, es un voto, dirían) La competencia electoral ya concluyó y los “acercamientos” han comenzado. En consecuencia, y con la “batalla” concluida, se preparan nuevas alianzas para la gobernabilidad y el futuro.
Lo anterior puede ser visto como incumplimiento o traición, pero el poder es así y, quienes compiten por el mismo saben de las reglas no escritas. El pretexto es lo de menos: Los desplantes de Gerardo Fernández Noroña, a nivel nacional, cuya consecuencia evidente fue el desaire de la mandataria electa, Claudia Sheinbaum Pardo, en eventos públicos. En Quintana Roo, la negativa, en su momento, del PT a aprobar la reestructura de la deuda estatal, y desde el Congreso local una serie de críticas (bastante racionales, por cierto) a la gestión estatal, que han llevado, en el acumulado, a que se presente una iniciativa que modifica la Ley Orgánica del Poder Legislativo, para reducir a dos las fracciones que lo presidan en cada legislatura, cuyo efecto inmediato es nulificar la posibilidad de que el PT esté al frente de ese poder del Estado.
¿Y qué va a hacer el PT a nivel nacional? Nada…por ahora. Tolerará el “maltrato” porque la rebelión lo condena al exilio y muy probable extinción. El rumor no escrito fue que, la iniciativa en Quintana Roo, en realidad pretendía establecer que la fracción parlamentaria mayoritaria presidiera todo el tiempo de la legislatura, pero que hubo un airado reclamo del PVE a nivel nacional. “El poder, solo respeta al poder”, reza el dicho y, en este caso, los verdes están en circunstancia muy diferente al PT. En lo local, son segunda fuerza, gobiernan un estado (San Luis Potosí), han aprendido a jugar con la normatividad y a comprar estructuras políticas ya establecidas, es decir, tienen votos, no dependen sólo de la coalición. A Jorge Emilio González Martínez, dueño real del PVE se le podrá criticar de cualquier cosa, pero su habilidad para negociar e integrar a su instituto, a personajes que saben también hacerlo en las entidades, es innegable. De nuevo, el PT, por ahora, aguantará la “violencia intrafamiliar”, si quiere seguir siendo de la familia… o “famiglia.”
Puede gustar o no, pero la lucha por el poder pasa también por los acuerdos a diferentes niveles. El PRI, de Alejandro Moreno, ya hizo “guiños” de negociación y el MC, de Dante Delgado, también. Ambos partidos podrán obtener, en el 2027, espacios importantes a nivel de las entidades federativas: Diputaciones locales, presidencias municipales y hasta alguna gubernatura. El PVE, también, se enfila para ser el partido que postule candidatura a la gubernatura quintanarroense. Si alguna oposición quedase, será el Partido Acción Nacional (PAN), pero en los estados el morenismo ha logrado infiltrarlo o comprarlo, Quintana Roo también es ejemplo de ello. Va de nuevo, el PT está en una muy mala circunstancia, aun cuando en la XVIII legislatura quintanarroense tendrá 3 curules.
El tricolor, el PAN y MC, tendrán, a partir del 03 de septiembre, 4 diputaciones (todos con probabilidades y disposición de “negociar”, llamándole al proceso, ser “oposición responsable”) y, entre el PVE y Morena, 18 de 25 espacios. El PT es importante, pero prescindible, tanto por su fuerza, como por la “capacidad de compra” de la 4T, a lo que pueda llamarse, hasta ahorita, oposición. Habrá “pataleo”, pero no más. Realidad política. ¿“Moralmente cuestionable”? que no fue un notable priísta el que acuño aquella frase de “en política, la moral, es un árbol que da moras”? Morena no necesitará hacer mucho para acabar con ese partido. De hecho, con no hacer nada, los petistas comenzarán a abandonar al partido, primero y, luego, dicha institución morirá sola. A nivel nacional, en 2026 habrá nuevos partidos nacionales y, en Quintana Roo, también ya los hay.
Por cierto, el escribiente, no tendría por qué tener la razón, siempre existe la posibilidad de que partidos como el PT negocien con otras fuerzas políticas y le compitan a la 4T por el poder. ¿con quién? ¿PAN? Lo más probable es que el PT acepte comer “pan duro, pero seguro”, ya lo verá.
COMENTARIO MORBOSO
Y a propósito de aguantar, faltan -a partir de este lunes- 9 días para que la nueva legislatura federal asuma funciones. En lo local, se especuló que la diputada electa por el Distrito 02, Elda Xix Euán, sería integrada al gabinete y que su suplente, la senadora saliente, Marybel Villegas Canché, tomaría la curul federal. Sin embargo, en días recientes, la titular de la fórmula difundió en sus redes personales que asumirá y versiones extraoficiales apuntan a que Villegas Canché obtendría un espacio en el gobierno federal
Conocidas son las aspiraciones políticas de la senadora, insiste en construir su camino a la alcaldía de Benito Juárez. Ser diputada por el sur, no abona a ello y, es públicamente conocido que no tiene el “cariño” del régimen local. ¿Qué espacio sería propicio? Ya estuvo en la representación de la Sedesol, ahora Secretaría del Bienestar, cuando el manejo de recursos federales permitía hacer política. En la administración de Andrés Manuel López Obrador, esas representaciones han sido reducidas prácticamente a nada, pero pudieran resurgir, si desde la Presidencia de la República se asume que puede haber contrapesos. Ojo con ello, no perderlo de vista. Por ahora…pues también toca aguantar a tiempos diferentes, pero es fundamental mantenerse “en el presupuesto”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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