La erosión de Cancún/
Por Julian Santiesteban/
Reconocer un problema representa, se afirma coloquialmente, la mitad de su solución; por ello es que la declaración del secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués, de que Cancún tiene la erosión costera más grave de México, debiera ser el primer paso para avanzar efectivamente en la recuperación de playas que se ha postergado ya casi por una década, más aun cuando los proyectos aún se encuentran contemplados entre los vigentes, aunque faltará que sean incluidos en el Programa Nacional de Infraestructura que deberá ser presentado en abril de este 2019.
El funcionario federal precisó que la erosión costera en Cancún asciende a 5.86 metros por año, nivel muy superior al de Mazatlán, Sinaloa, que apenas llega a 1.08 metros; mientras que la Riviera Maya tiene una erosión costera de 1.22 metros al año, por lo cual el fenómeno afecta los destinos turísticos del país.
En la página de Proyectos México (https://www.proyectosmexico.gob.mx/proyectos/ ) aparecen como vigentes los de recuperación de playas en la Riviera Maya Cozumel, Playa del Carmen y Playa Cancún Norte, todos en etapa de preinversión para este 2019, aunque al principio de dicho portal se especifica que, ante el cambio de administración federal, todos los proyectos vigentes y los que estarían por integrarse digitalmente deberán ser ratificados, y que el programa general deberá ser anunciado en abril del presente año. Así que aún está por verse el estatus en que queda cada uno.
Cabe recordar, sin embargo, que si el proyecto en la Riviera Maya en general y en Playa del Carmen en específico decidiera postergarse, tendrá que realizarse una nueva Manifestación de Impacto Ambiental, pues la que está en vigencia vence justamente en este 2019, y aunque la prórroga es posible, el promovente, es decir la Comisión Federal de Electricidad, tendrá que cumplir con nuevas condicionantes que se le impongan.
Más aun, lo dicho por Torruco Marqués pone en relevancia la gravedad del tema, porque significa que en el área de Cancún se pierden casi seis metros de playa cada año; es decir, si durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador no se realizara trabajo alguno, al final del mismo el destino turístico más importante de Latinoamérica habrá perdido 35.16 metros de zona de esparcimiento, prácticamente el total de lo que actualmente se tiene.
Ahora, en términos de costos calculados hasta finales de 2018, los trabajos requerirían 147 millones 918 mil 842 dólares; a razón de veinte pesos por dólar, según se calculó en el paquete fiscal federal de 2019; es decir una inversión estimada en 29 mil 558 millones 376 mil 840 pesos; cifra superior en más del 250 por ciento del presupuesto total de la Secretaría de Turismo federal, que recibió 8 mil 786 millones de pesos, pero el 77 por ciento de esos recursos serán destinados para los estudios de preinversión del Tren Maya.
En suma, sin la aportación de los empresarios del ramo turístico la recuperación de playas no será posible, pero si no se inician a la brevedad de los trabajos el destino turístico mismo se encuentra en riesgo. Tal vez sea hora de comenzar a dar prioridad a los temas fundamentales, antes de pensar en obras complementarias que no tendrán razón de ser si se pierden los arenales, que le dan razón de existir a Cancún y todos los litorales quintanarroenses.
COMENTARIO MORBOSO
El gobernador “sacó el pecho.” Este martes envió un mensaje a través de todos los medios de comunicación estatales en los que anunció diez puntos referentes a acciones de seguridad a desarrollarse en toda la entidad, de los cuales destaco dos en concreto: primero, que cada miércoles a partir de ahora dará informes a la ciudadanía sobre los trabajos que se realicen, los avances y retos en materia de seguridad.
El otro tema igual de importante es que destacó que habrá gestión policial unificada –mando único pues-, pero que se logrará con los once presidentes municipales a través de un acuerdo político que pretende alcanzarse en breve. Se dejó de lado –y al parecer de manera definitiva- la posibilidad que diera el mismo titular de seguridad en la entidad, Alberto Capella Ibarra, de imponerlo por decreto. De nuevo el gobernador teniendo que “sacar el pecho” por sus funcionarios, pero bien en este caso, pues deberá allanar las diferencias existentes.
Hasta ahora, junto con Solidaridad –que es el más renuente a la imposición del mando único-, se habían manifestado Othón P. Blanco y en Benito Juárez no terminaba de “cuajar” el tema; pero lo sustancial es que el mandatario ya adelantó que se buscará conciliar políticamente. Así, con el respeto a la autonomía municipal y con la voluntad de construir, deberemos todos los que habitamos la entidad percibir avances reales. Más política y menos administración. Y por cierto, también mejorar el rumbo de la comunicación, hace falta. Que esa interactuación directa con la ciudadanía rinda frutos es tarea también de los “de a pie”, cooperemos en los que haga falta, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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