Julian Santiesteban
Hasta ahora, la dirigencia nacional de Morena y los grupos políticos locales en Quintana Roo han dejado públicamente establecido que ninguno de los actuales legisladores será postulado para su reelección; el motivo aducido, es que ninguno cumplió con los principios de la Cuarta Transformación Republicana (4T) y, en declaraciones incluso más fuertes, han aseverado que se han entregado al régimen en turno. La acusación no es menor, pero el cuestionamiento, considerando el proceso electoral en curso y las designaciones que hará la coalición Juntos Haremos Historia, sería ¿será que los seleccionados/as responderán a esos principios? Y, sobre todo, ¿cuáles son esos principios?
Por ejemplo, apenas en la semana que pasó, la Cámara de Diputados federal aprobó modificación a las normas que reglamentan la solicitud de deuda por parte de entidades y municipios, en lo relativo a los montos autorizados para los gastos y costos relacionados de la contratación. Además, la actual administración federal ha sostenido como compromiso –más en discurso que en los hechos- no crear nuevos impuestos y no solicitar nuevos endeudamientos. Luego entonces, si la próxima administración se viera en la necesidad de incrementar los montos de los impuestos y derechos existentes, además de solicitar un refinanciamiento de deuda, con la aprobación de la futura XVII legislatura, ¿Los futuros legisladores estarían traicionando o incumpliendo los principios de la 4T?
Más aun, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su tercer informe de gobierno, desde Palacio Nacional, rechazó la realización de obras de infraestructura mediante el mecanismo de Asociación Público Privada, pues recalcó que con el mismo, el beneficio mayor es para los empresarios, con cargo a la ciudadanía. Sin embargo, los actuales legisladores aprobaron tres de estos mecanismos: El de la concesión para la construcción del nuevo puente sobre la Laguna Nichupté, el que serviría para construir un palacio municipal en Puerto Morelos y el que concesionó la instalación y mantenimiento del alumbrado público en ese mismo municipio. El primero ya quedó cancelado, pues el gobierno federal ha asumido la responsabilidad de la edificación del nuevo puente y, de los otros dos, la XVI legislatura ha pedido cuentas al municipio por diversas violaciones en la asignación de los contratos… ¿pero se revocarán o se confirmarán si se repone el procedimiento? ¿serán los futuros legisladores los que tendrán que resolver de fondo el tema? Y, de nuevo ¿irán a contracorriente de lo que ha dicho el mandatario federal con respecto a estos mecanismos de financiamiento?
Aunado a todo lo anterior, el delegado con funciones de dirigente estatal de Morena en Quintana Roo, Humberto Aldana Navarro, declaró que, para la definición de las candidaturas, revisarán el estado físico de los aspirantes, su trayectoria pública y su desempeño partidista, además que, de ser necesario, recurrirán a las encuestas, especificando que recibieron más de 400 solicitudes de ciudadanos que pidieron ser considerados para las 15 diputaciones de mayoría relativa y las 10 de representación proporcional. Si nota el lector, la duda inicial persiste, ¿será que los elegidos respondan a los principios de la 4T, o serán escogidos para obedecer “a pie juntillas” las indicaciones de la administración en turno? Y, sobre todo ¿Esas indicaciones prometen estar apegadas a los principios ideológicos que dicen defender? Y ya que el escribiente está lanzando cuestionamientos, si los actuales legisladores faltaron a los principios de la 4T, ¿aun así serán considerados para integrarse al futuro gabinete estatal, en caso de que Mara Lezama Espinosa gane las elecciones del próximo 05 de junio? ¿Nota ahora las contradicciones discursivas? Al final, ni los que salen son tan malos, ni los que llegan son tan buenos. Son, eso sí, el futuro gobierno estatal, al cual como ciudadanos deberemos todos dar revisión puntual, los cinco años y tres meses que estarán en el poder.
COMENTARIO MORBOSO
Las etapas del proceso electoral siguen avanzando y, para finales de la presente semana, la presidenta municipal de Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa, solicitará licencia al cabildo para separarse temporalmente del cargo, tiempo durante el cual la primera regidora, Lourdes Cardona, asumirá la responsabilidad de la administración municipal. Si, como hasta ahora se proyecta, la actual munícipe resultara ganadora de la contienda el próximo 05 de junio, deberá de nuevo solicitar licencia de manera definitiva, ante lo cual, la presidenta municipal suplente, Ana Patricia Peralta de la Peña, asumirá el cargo de titular por el resto de la administración.
La anterior ruta crítica se plantea porque, desde ahora, los rivales políticos de Lezama Espinosa, según ha trascendido, han preparado “metralla” para señalar que “los verdes” tomarán desde ahora control del municipio turístico más importante de México y no es así. Es cuestión de tiempo, ciertamente. Y el futuro de la administración, los recursos y pendientes, pudiera tener un cambio radical apenas salga del gobierno Lezama Espinosa, pero como reza el dicho, “nadie se muere en la víspera”, así que, más que señalamientos políticos, debieran fortalecerse los necesarios contrapesos al poder… y esperar también que la futura administración estatal haga lo necesario para que los quintanarroenses sigan definiendo su gobierno y decisiones, sin el sesgo “empresarial” de los ya no tan verdes; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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