Por Diana Alvarado
La candidata del PRI a la gubernatura de Quintana Roo, Leslie Hendricks Rubio, está ganando terreno y subiendo en el ánimo de los ciudadanos de tal suerte que se ubica en el tercer lugar de la preferencia electoral, pero su partido se encuentra en empate técnico con la coalición PAN-PRD-CxQRoo, situación que indica un claro avance que llevará a la abanderada a la segunda posición muy rápido.
Según la encuesta que aplicó la empresa Gobernarte, cuyos resultados coinciden en general con los de otras encuestadoras serias, el primer lugar de la preferencia es para Mara Lezama, de Morena-PVEM-PT-FxM, con 31%; el segundo para Laura Fernández, del PAN-PRD-CxQRoo, con 20%; el tercero para Leslie Hendricks, del PRI, con 15%; en cuarto se ubica José Luis Pech, del MC, con 13%, y en quinto Nivardo Mena, del MAS, con 4%.
Sin embargo, la preferencia por partido o coalición es diferenciada: Morena-PVEM-PT-FxM sube al 38%; PAN-PRD-CxQRoo baja al 15%, y el PRI se mantiene en 15% con tendencia a la alza.
Gobernarte presenta otra gráfica muy interesante en la que se plantea la tendencia de cada abanderado. Por ejemplo, Mara Lezama pasó del 30 al 32 y luego al 31% del 20 de febrero al 12 de marzo; Laura Fernández tenía 21% y bajó al 20, en tanto que Leslie Hendricks inició con 14 y subió al 15% en ese mismo lapso.
El posicionamiento de Leslie Hendricks puede considerarse muy positivo tomando en cuenta que ella no se ha desempeñado hasta ahora como gobernante de ningún municipio, a diferencia de sus adversarias que han sido presidentas municipales por dos periodos consecutivos y han gozado durante más de cinco años de una gran exposición en medios de comunicación, lo que hoy se refleja en las encuestas.
Otros factores también influyen y tanto Leslie Hendricks como el PRI buscan aprovechar. El primero es el desencanto, inconformidad y hasta odio de muchos ciudadanos hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena, así como con el PAN y el PRD que tampoco lograron el cambio que tanto se ofreció en la campaña del 2016. Habrá un voto de castigo para estas fuerzas políticas que el PRI podría recuperar.
Además, hay que tomar en cuenta que si bien el PRI ha perdido militantes y cuadros valiosos, lo cierto es que aún conserva un voto duro que permanece silencioso esperando el momento de expresarse en las urnas.
El gran reto para Leslie Hendricks y su partido en la próxima campaña será capitalizar el voto de castigo a otras coaliciones, reconquistar a los priistas que optaron por otras siglas en procesos anteriores y convencer al 34% de los electores, en su mayoría jóvenes, que aún no han decidido a qué candidato o partido van a apoyar el 5 de junio.
Gobernarte pronostica un 51% de participación ciudadana en la jornada, sin duda un porcentaje bajo dada la importancia del relevo gubernamental, por lo que la conquista de cada voto debe ser la prioridad.
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