DIANA ALVARADO 22 ABRIL 2022.- El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que los amparos por la construcción de una parte del Tren Maya son promovidos por grupos ajenos a los pobladores de la zona. En ese contexto dijo que el gobierno está dando ese tipo de información al Poder Judicial.
Por otra parte, manifestó su disposición de recibir el lunes a los promotores de la campaña mediática en contra de esta obra, entre ellos personajes del medio del espectáculo.
“Los invito a ellos, yo no voy a tener asesor, por eso quiero que estén ellos y que yo les explique y, ya después que reciban toda la información, les voy a entregar el documento, después ya que se pronuncien y que sus asesores con toda libertad se manifiesten, pero quiero hablar con ellos”, dijo.
En la conferencia de prensa matutina le preguntaron si el gobierno federal está incurriendo en desacato, por continuar la obra, pese a la existencia de una suspensión provisional concedida a un particular.
“No estamos en desacato, estamos respetando la decisión de los jueces, nada más atendiendo jurídicamente el asunto, aportando información; por ejemplo, en estos amparos no hay amparos presentados por afectados en este tramo.
“Eso como lo del Aeropuerto, que no se amparaban los campesinos, se amparaban los adversarios nuestros; en el caso del Aeropuerto era Claudio X. González y todo su grupo de juntos por la corrupción, teníamos hasta un despacho encabezado por un ex ministro de la Corte muy conservador y muy hipócrita, Cossío, y ahora es lo mismo”, sostuvo.
Al respecto, el mandatario presentó distintos argumentos relacionados con las medidas tomadas para proteger al medio ambiente, incluida la modificación del plan original en un tramo, alejarse de la playa precisamente para no afectar los cenotes y ríos submarinos; el trazo nuevo es por atrás para evitar dañar esos recursos naturales.
“No se les hace raro que no haya amparos de los ejidatarios, de los propietarios, sino el amparo es de supuestos, porque no me consta, ambientalistas, que de repente surgen; al día siguiente de que inauguramos el nuevo aeropuerto Felipe Angeles sale la campaña de los artistas, al día siguiente, de pura casualidad”, expresó.
Puntualizó que en primer lugar, los demandantes no son campesinos; se hicieron consultas – destacó- y la mayoría de la gente, la inmensa mayoría está a favor, quiere el Tren Maya; no hay daños al medio ambiente, estamos nosotros, al contrario, estamos sembrando árboles como nunca en la historia en toda la ruta del Tren Maya.
“Si por eso quiero hablar con los artistas, para darles información. Sí, quiero hablar con ellos para explicarles”, dijo.
Explicó de nueva cuenta la magnitud de la obra (mil 500 kilómetros en cinco entidades del sureste del país), y la vía férrea previamente existente casi en la mitad del circuito.
Entonces, recalcó, no hay afectación y, desde luego, prácticamente no hay amparos.
“Aquí es la autopista de Mérida a Cancún, (está) todo el derecho de vía de la autopista ¿Qué no es raro que en este tramo, que son 120 kilómetros, haya amparos por todo?, ¿qué es lo que hay por aquí – dijo al tiempo de delinear el mapa” y la ubicación de la empresa Calica, de capital estadunidense, y planteó:
“Es lo que no vieron los ambientalistas, que ya estoy hasta sospechando de que estén promoviendo estas empresas los amparos porque nosotros tomamos la decisión de detener la destrucción de Calica que tienen más de 2 mil hectáreas y estaban usando desde los tiempos de Zedillo y de la señora Carabias (entonces titular de la secretaría de Medio Ambiente) como banco de material, para llevarse la grava, a construir caminos en Estados Unidos, una gran destrucción”.
Acuerdo con Calica-Vulcan
Recordó que pese a este nivel de explotación en aquella zona de la Riviera Maya, se ha establecido comunicación con los directivos de Calica para llegar a un acuerdo.
La propuesta es que se les den ahora permisos para la operación de un parque turístico, debido a que la explotación por parte de esta empresa ha provocado la creación de enormes “albercas” del mar Caribe.
Reprochó de nueva cuenta que los artistas que participan en la campaña contra el Tren Maya tampoco vieron que en el parque acuático X-Caret “perforaron cenotes, ríos submarinos. Entonces, ya tienen un desarrollo turístico ahí”, por lo que ahora se plantea la generación de un destino turístico, en afán de que se detenga esta explotación de recursos naturales, cuyo material es exportado por esa empresa a Estados Unidos.
El presidente dijo que gracias a los ahorros de su gobierno se está invirtiendo en el sureste (la perspectiva es de 30 mil millones de dólares) incluido 9 mil millones de dólares por la construcción de la refinería Olmeca, en Tabasco y 12 o 13 mil millones de dólares para el Tren Maya.
Enseguida, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, le informó en el mismo desarrollo de la conferencia de prensa que Cálica/Vulcan “ya aceptó la propuesta”.
El funcionario expuso de esta manera la negociación: “Va a haber un parque natural, la Semarnat entrará la semana próxima a hacer un levantamiento y determinar la densidad y se acordó que el material que habían extraído lo van a poder exportar, se les dio un permiso por parte del área de aduanas, Horacio Duarte (director), primero por dos meses, que se aumentará en términos de ley en tres años y, en acuerdo con la secretaría de Marina, van a hacer trabajos de ampliación en el puerto, para que sea un especie de puerto de Cruceros y habrá un área que tendrá la secretaría de Marina”.
Adicionalmente, indicó, los ingenieros militares supervisarán si el material disponible por la compañía estadunidense puede ser utilizado en la construcción del tren maya.
Los inversionistas – añadió el secretario López Hernández- proponen incluso que en esa zona haya una estación del tren maya y, en su caso, están dispuestos a donar materiales.
El pretendido desarrollo turístico abarcaría en principio un área de 400 hectáreas, con inversión privada, y el resto quedaría como reserva natural.
Sin embargo, el mandatario dijo que en su gobierno “ya están acostumbrados a brincar obstáculos. (Son) muy conservadores y muy hipócritas porque se vuelven feministas, ecologistas, defensores de derechos humanos, se van transformando y ya los conocemos”.
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