Julian Santiesteban
Contener la deuda pública y “cerrar las grietas por donde se escapa el dinero”, comprometió Mara Lezama Espinosa ante un empresariado quintanarroense cada vez más acucioso en el cuestionamiento a los discursos de candidatos. Y la abanderada de la coalición “Juntos Hacemos Historia” convenció, particularmente porque partió de un diagnóstico franco y realista, ante una sociedad que no está ya para tolerar “curvas de aprendizaje” en los tomadores de decisiones.
Reunida con los integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Cancún, la candidata generó además tranquilidad entre el empresariado, pues destacó que, en su gobierno, se aprovechará la proveeduría local “porque trae prosperidad compartida y se beneficia a todo Quintana Roo”, esa sola expresión, fue suficiente para acallar todo tipo de especulaciones con respecto a la “llegada de foráneos” que, según han esgrimido diferentes aspirantes a la silla del edificio de la calle 22 de Enero, llegarían a “apropiarse de Quintana Roo.” Lezama Espinosa fue más allá, pues lanzó además la consigna de construir juntos: “El progreso lo construyen unidos, la sociedad, el sector privado y el gobierno. Sólo con la participación activa de la sociedad civil se tendrán mejores resultados para las nuevas generaciones.” No se trata pues de gobernar “de espaldas” a los de “a pie”; sino en gobernanza.
Esta es ya la quinta –de ocho- semana de campaña, es acaso ahora cuando los candidatos deben esmerarse en los “cómos” y no tanto en los “qué”, y aunque retos y pendientes tiene muchos el municipio de Benito Juárez, que Mara Lezama ya gobernó; lo cierto es que, en materia de deuda pública, los montos se redujeron; por ello justamente es que, el reconocimiento de que Quintana Roo padece actualmente un endeudamiento que casi llega a 24 mil millones de pesos, permite vislumbrar a una tomadora de decisiones que no oculta diagnósticos para contentillo de nadie, y asume el compromiso de frenar su incremento. En ocasiones anteriores, la candidata ha sido enfática en la necesidad de profesionalizar la administración pública y digitalizar procesos para evitar que se perpetúen vicios de corrupción.
Si hasta ahora le parecen demasiados halagos, aquí viene la razón. Partir de un diagnóstico realista con el compromiso de mejora, obliga a ser profesional en la definición de procesos administrativos, pero sobre todo cuidadosos en la selección de los integrantes del gabinete que serán responsables de áreas como finanzas, compras, manejo de personal y todo lo que tenga que ver con el manejo de recursos en las diferentes dependencias, de manera tal que, seguramente, habrá espacios para los que la han acompañado en su proyecto político, pero no entregados como “patentes” para aprovechar el presupuesto público y construir fortunas privadas. En suma, si se sabe lo que se tiene que hacer y se reconoce públicamente, no hacerlo representaría el peor de los agravios. En campaña hay promesas y ha habido incluso acusaciones, pero en el gobierno lo que se espera y urgen son resultados positivos, así, sin más. Nota ahora el lector que, más que “miel” lo que plasma el escribiente es que los ciudadanos están viendo a los y las candidatos/as; y están tomando nota de sus compromisos.
Si ha llegado hasta este punto, el lector seguramente habrá notado que no ha entrado el escribiente a la “repartición de culpas”, aspecto que seguramente no estará ausente en la revisión de las cuentas públicas por parte del siguiente gobierno; y sí, aún falta que Mara Lezama Espinosa brinque la “aduana” de las elecciones del 05 de junio; pero asumir un gobierno no implica – o no debiera serlo- la toma de venganzas o revanchas, sino fundamentalmente de la generación de soluciones a los problemas, ¿o acaso ha olvidado los tiempos aquellos cuando se afirmaba que habría aplicación de la ley, regreso de los dineros desviados a las arcas públicas y recuperación del patrimonio estatal? ¿Acaso los órganos anticorrupción creados han cumplido con parte de esas proclamas? Luego entonces, proyectos, rutas críticas y resultados, eso es lo que urge a esta entidad.
COMENTARIO MORBOSO
Por cierto, que en su encuentro con la Coparmex, Lezama Espinosa dio una revelación interesante: Creará la Secretaría de Movilidad y Seguridad Vial, con lo cual se infiere que el Instituto de (In)Movilidad que se creó en esta administración y tan poco ha servido, finalmente será atendido por un profesional del tema. Eso resulta también alentador, porque ya hay algunos allegados/as a los sindicatos de taxistas quintanarroenses que ya se veían despachando en esa dependencia. Ojalá que ahora sí exista, además de trabajo, una planeación que posibilite aligerar las cargas vehiculares en los centros turísticos, pero sobre todo se ponga al ciudadano en el centro de dicha planeación, porque hasta ahora esa instancia ha servido para cobrar cuotas y multas a taxistas y para generar medidas recaudatorias con cargo a los transportistas. La tarea es mucho más amplia que organizar las elecciones de chafiretes, por fin alguien lo está entendiendo; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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