Por Jorge Manriquez Centeno
La iniciativa de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador generaría un impacto negativo al sistema electoral en México y, para lograr su aprobación, se vale de la sistemática generación de simpatía popular en torno a su propuesta, con el falaz argumento del abaratamiento de las elecciones.
Utiliza todas las mañanas esa narrativa para impulsar esa iniciativa desde que la envió al poder legislativo el 28 de abril de este año.
Desde hace poco más de 6 meses, el presidente de México inició su periplo electoral fundamentándolo en profundos cuestionamientos que ha realizado en contra de las instituciones electorales, y de quienes las integran, por su actuación en el 2006 y el 2012, principalmente.
Y hoy en día, pretende refundar el sistema electoral mediante una narrativa encaminada a generar esa simpatía popular qué tanto le ha redituado políticamente utilizando el supuesto abaratamiento de las elecciones. Dicha narrativa es implacable y se fundamenta en el malestar ciudadano contra los partidos políticos y los legisladores.¹
Pero es falaz (según el diccionario de la Real Academia Española significa “Que halaga y atrae con falsas apariencias), dado que implica una total transformación del sistema electoral y de sus instituciones, pero sin diagnósticos y valoración de sus impactos negativos, que se analizan en este trabajo.
De tal forma, el presente texto se divide en dos partes. Este escrito es el primero y tiene el propósito de explicar el periplo de la iniciativa presidencial que generó amplio debate legislativo y de organizaciones de la sociedad civil. Ese camino, ha estado plagado de voces de apoyo y de críticas expresadas en múltiples foros. De abril a octubre de 2022, se han desarrollado diversos debates sobre los puntos centrales de la iniciativa. Y, pareciera que, en este noviembre, retornamos al punto de partida, pero vislumbrando la aprobación legislativa
En este periplo, se destaca la crítica presidencial en contra de quienes encabezan las instituciones electorales, las cuales pretende refundar.
En la segunda parte de este trabajo, se analiza el “abaratamiento de las elecciones”, que en este texto se considera tendrá un impacto negativo a nuestro sistema democrático, ello, al analizar rubro por rubro la iniciativa, poniendo en evidencia la falta de diagnósticos y sus incongruencias.
Aclaro que coincido con AMLO en la persistencia del fraude electoral tal y como lo señaló en la “Mañanera” del 31 de octubre de 2022: “¿Cómo no vamos a estar de acuerdo en que las elecciones sean limpias y libres? ¿Quién no está de acuerdo en eso? ¿Quién no está de acuerdo en que se respete el voto? ¿Quién no está de acuerdo en que se acaben los fraudes electorales?…”²
Pero como lo comentamos en otro texto,³ los fraudes electorales, están más allá de la organización y logística de las elecciones. Lo electoral es un componente del sistema político. Evidentemente no puede frenar los graves problemas estructurales que padecemos, como la pobreza extrema en que vive y se desarrolla la mayoría de los mexicanos, que es caldo de cultivo para la compra y coacción del voto. La presencia del crimen organizado en muchas regiones del país es una lamentable realidad: está cooptando instancias de gobierno, generando el rompimiento del tejido social y violencia generalizada, y en lo electoral, ocasiona violencia velada y física en contra de aspirantes y candidatos, periodistas, representantes de las organizaciones de la sociedad civil, entre otros.
Es indudable que el narcotráfico puede tender fácilmente sus fauces hacia los actores políticos y campañas electorales para, con su caudal de dinero “contante y sonante”, controlarlas y determinarlas, siendo que las personas de escasos recursos muchas veces venden su voto al mejor postor, entre otros graves hechos que deben analizarse a fondo. Asimismo, el uso de los recursos y programas gubernamentales, sobre todo sociales, como hoy y siempre, pueden ser utilizados para la promoción personalizada de funcionarios.
Por ello es necesaria una reforma, pero previo diagnósticos y conformación de un equipo técnico y multidisciplinario de trabajo. Ahí está la clave. No en un 3 trabajo de simulación en y entre legisladores, que “debajo de la mesa” armen reformas a modo, sin el debido consenso.
Subrayamos: AMLO tiene una cita con la historia. Ahora, desde el poder, y como un acto de congruencia, tiene el compromiso histórico de proponer y llevar a cabo una reforma del estado, y, en particular, en el ámbito electoral, pero con apego a una agenda ciudadana. El actual trabajo legislativo de y entre los legisladores, a nadie convence. Es momento de rectificar el camino.
El periplo de la iniciativa presidencial.
El día 28 de abril de 2022, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, presentó en la Cámara de Diputados, la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral,⁴ que, por sus alcances y contenido, de inmediato generó el apoyo por parte de sus aliados, y encono y recelo por sus adversarios políticos. Luego de un largo periplo, en el cual se efectuaron parlamentos partidistas para discutir dicha iniciativa, así como seminarios, cursos, foros, etc., celebrados por organizaciones de la sociedad civil, pareciera que había quedado en el olvido dicha iniciativa. Sin embargo, el presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara de Diputados Federal, Ignacio Mier Velazco, informó que los trabajos para la reforma político-electoral iniciarían el 25 de octubre. En los hechos, la atención se volvió a centrar en la iniciativa presidencial.
Lo anterior, lo confirmó ese mismo día, el presidente Andrés Manuel López Obrador, al referirse en los siguientes términos en la “Mañanera” del 25 de octubre:⁵
“¿Qué estamos nosotros proponiendo en nuestra iniciativa?
A ver, primero, que para garantizar elecciones limpias y libres se tenga autoridades electorales imparciales, y que estas autoridades, en vez de ser nombradas por las cúpulas del poder económico y del poder político, las elija el pueblo, y eso es lo que estamos planteando, que los consejeros los elija el pueblo, que los magistrados del Tribunal Electoral los elija el pueblo, que este nuevo organismo sea el encargado de organizar todas las elecciones en el país porque en cada estado hay un organismo igual, que no se gaste tanto porque actualmente el INE y el tribunal son los que más gastan en el mundo en la organización y en la ejecución de las elecciones.
Que se reduzca el número de legisladores, que no haya tantos; que todos sean electos por el voto del pueblo, que no haya diputados plurinominales, sino que todos sean nombrados por el pueblo, electos por el pueblo. Eso básicamente.
Y que los candidatos para los órganos de dirección en el Instituto Electoral o en el Tribunal Electoral los proponga el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial y que el pueblo decida, eso es todo.”
Con este llamamiento, la reforma va, y con ello, se evidencia un nuevo resquebrajamiento de la alianza “Va por México”, conformada por el PAN, PRI y PRD, que recuerdan episodios de la “discusión” y aprobación legislativa de integrar la Guardia Nacional a la SEDENA. Ello, con las diferencias naturales de cada tema.
El contexto
Como señalamos en otro texto,⁶ la transición a la democracia, iniciada con la reforma política de 1977, tuvo como eje fundamental lo electoral, cuyas reglas y marco normativo, se fue configurando a partir de lentas pero continuas reformas, donde tuvo especial atención la conformación de un árbitro electoral imparcial y autónomo del gobierno. La consolidación de la democracia procedimental se constituyó con el esfuerzo de muchos ciudadanos, entre ellos, Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel López Obrador y otros actores políticos del PAN, PRD y PRI, así como ciudadanos que acompañaron el proceso.
La democracia ha posibilitado la alternancia en el poder, en un inicio entre el PRI y el PAN. Sin embargo, las elecciones del año 2006 en el que el cerrado margen de diferencia entre el primer y segundo lugar, Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, dieron pie a fuertes críticas al TEPJF⁷ y al entonces IFE. Estas críticas se dieron por la falta de decisión para denunciar y frenar los fenómenos negativos de las campañas “un peligro para México”, la documentada participación del presidente Vicente Fox y funcionarios de primer nivel y gobernadores en favor del candidato panista, entre otros.
Este panorama enrarecido se mantuvo hasta las elecciones del 2012, donde resultó ganador Enrique Peña Nieto, destacándose la figura combativa de AMLO y el movimiento que encabeza, el cual lo llevaría a la presidencia de la República.
En consecuencia, y conforme a su visión, AMLO y el movimiento que lo apoya, tiene ante sí la enorme tarea histórica de impulsar la transformación del país, erradicando esas estructuras que tanto le han costado a México; de ahí, la necesidad histórica de refundar al INE y al TEPJF, entre otras acciones.
Fuego cruzado entre narrativas
En la estrategia de comunicación social presidencial, se destaca la figura combativa de AMLO, y la narrativa presidencial, la cual tiene un poderoso instrumento de comunicación social como lo son las “Mañaneras”, novedosa estrategia de comunicación de AMLO, que merece un estudio por separado.
En esa línea discursiva se destaca la austeridad republicana (ahora “Pobreza Franciscana”), que se menciona en la Exposición de Motivos de la iniciativa, en donde se señala que es imprescindible “insertar el principio de austeridad republicana en el sistema electoral y de partidos”. Así, el ejercicio de la función estatal se guiaría por los principios rectores de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad, objetividad, así como el de austeridad.
Ante ese instrumento de comunicación social, que privilegia el uso de las redes sociales y las plataformas digitales, la voz y presencia de los partidos políticos pareciera ser opaca.
En este contexto, Lorenzo Córdova Vianelo, consejero presidente del INE, ha replicado y ha tratado de contrarrestar esa narrativa, señalando que la iniciativa propuesta por AMLO es innecesaria e inoportuna, por los siguientes motivos:
“… una reforma de gran calado…, resulta completamente innecesaria.
Una reforma inoportuna
La historia de las reformas político-electorales en México muestra que los cambios de gran calado orientados a perfeccionar el sistema electoral mexicano se han llevado a cabo bajo una serie de directrices fundamentales.
A continuación, presento algunas de las que considero más destacadas.
1. Las reformas de gran alcance surgen comúnmente a partir de demandas y reclamos de la oposición; particularmente después de elecciones presidenciales complejas…
2. Las principales fuerzas políticas acuerdan las reformas sustanciales a partir del convencimiento…; esto ocurre regularmente en los primeros años de cada ciclo sexenal. En otras palabras, son reformas que resultan de un amplio consenso entre los partidos políticos, hayan sido ganadores o perdedores en los comicios inmediatamente previos…
3. Una reforma de gran calado cuyo objetivo principal —o el más notable— sea la renovación de los órganos directivos de las autoridades electorales… termina por ser una reforma miope, alimentada más bien por los rencores y las filias o fobias personales, y carece de altura de miras…
4. En México, las reformas siempre se han planteado como procesos de cambio progresivos
5. También vale la pena recordar que, en el último cuarto de siglo, las nuevas reglas surgidas de reformas sustanciales invariablemente se han probado primero en elecciones federales intermedias…
Por todo lo anterior, una reforma sustancial, distanciada de las directrices que en el pasado han mostrado ser eficaces para perfeccionar nuestro sistema electoral, es a todas luces inoportuna.
…” (Córdova, 2022).⁸
Algunos analistas han externado una postura diferente, como Jorge David Aljovin, quien el día 15 de agosto de 2022, señaló:⁹
“… ya no podemos simplemente esconder los problemas debajo de la alfombra y decir que simplemente como nuestra democracia cuesta un uno por ciento o es menor al uno por ciento del producto interno bruto, nada tiene que cambiar, me parece que eso es una narrativa que no puede continuar porque simplemente promueve un gatopardismo electoral; por lo tanto, lo que si debemos lograr es este diálogo que el propio consejero presidente ha dicho, pero también hay que decirlo no es un diálogo como quiere la autoridad electoral sino lo que se quiere también por parte de los ciudadanos… habría que ver que se puede construir y obviamente no tienen que ser las reformas construidas con el hígado pero tampoco la cerrazón de proteger a las instituciones sin ninguna autocrítica… “
En este fuego cruzado, los ciudadanos de a pie quedamos en medio. Pero con el arsenal y medios de que disponen, el presidente y los legisladores de la 4 T y sus aliados, llevan la delantera.
Fuego cruzado entre parlamentos
El día seis de julio de 2022, la JUCOPO de la Cámara de Diputados, con el rechazo de los partidos de la alianza “Va por México” (PAN, PRI y PRD), así como de Movimiento Ciudadano, aprobó la realización de los “Foros de Parlamento Abierto”. El “Parlamento Abierto” se desarrolló en tres etapas: La primera inició con el comienzo de los foros, el 21 de julio de 2022. La segunda comprendió del 26 de julio al 25 de agosto. Y en la tercera se elaboraron las conclusiones y el informe de la secretaria Ejecutiva al pleno de la JUCOPO. El PAN, PRI y PRD presentaron una contrapropuesta de parlamento, y a este lo llamaron “alterno”, estableciendo la mecánica de foros con temas específicos que se debatieron en mesas de trabajo.
Así, agosto del 2022, fue el mes de los parlamentos “abierto” y “alterno”. Por su parte, organizaciones de la sociedad civil, han desarrollado desde abril a la fecha, importantes eventos de análisis de diversos temas electorales.
Sin embargo, en los hechos los legisladores no llegaron a ningún acuerdo o consenso sobre la agenda a tratar en lo electoral.
Y pareciera que la iniciativa de reforma presidencial estaba por archivarse, cuando resurgió el tema por esa “habilidosa” forma de hacer política a la mexicana: los acuerdos bajo la mesa entre las cúpulas partidistas.
Strike 1: rompimiento del consenso
Con el impulso presidencial y los acuerdos bajo la mesa, los “trabajos” legislativos tomaron rumbo, iniciando la “discusión” legislativa, encaminada a consensuar un proyecto de dictamen en la materia, tomando como punto de partida el análisis de las más de 100 iniciativas de reforma constitucional presentadas. Pero en los hechos prevalecerá la intención presidencial de centralizar administrativa y jurisdiccionalmente las elecciones, tomando como “slogan” su abaratamiento, entre otras acciones.
Todo iba bien en el evento protocolario de ese 25 de octubre, hasta que el diputado Salvador Caro Cabrera, de Movimiento Ciudadano, convirtió esa “bola cantada” en un “strike”, al informar que ese partido no convalidaría una farsa, dado que se está trabajando en forma alterna en un dictamen que es “nocivo” para la democracia. Y aunque los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD adelantaron que sí habrá reforma política-electoral, pero sin vulnerar la autonomía del INE y del TEPJF, el consenso está quebrantado.
Así, dichos trabajos de “análisis” están viciados de origen. Son debates y reuniones de trabajo en y entre legisladores.
Strike 2: Arcaico método de trabajo en y para legisladores
El trabajo en comisiones a nadie convence. Los legisladores federales o locales se agrupan en fracciones parlamentarias que representan a los diferentes partidos con registro, por lo cual son altamente centralizadas y controlan los debates, coordinan las votaciones y administran los recursos, por lo cual, “es en la organización del partido donde se controla el futuro político de todos los miembros de la fracción, incluidos los líderes de la bancada” (Escamilla: 28).
Y en el tema que nos ocupa simple y llanamente las cúpulas partidistas (con excepción de Movimiento Ciudadano) ya pactaron una reforma electoral viciada de origen por su falta de consenso y forma de trabajo.
El periplo o recorrido del análisis de la iniciativa presidencial está terminando en una simulación. Para legitimar el trabajo realizado durante estos meses, que sin duda implica un gran esfuerzo, la clave está en reconsiderar y modificar la forma y método de trabajo seleccionado.
¿Qué Hacer?
La citada Junta y las comisiones respectivas deben reconsiderar la mecánica y forma de trabajo seleccionados. Es fundamental que se tomen en consideración las propuestas de organizaciones de la sociedad civil, de especialistas, expertos e interesados en la materia.
Al efecto, primeramente, debe conformarse un equipo o comité técnico, que deberá tener un enfoque multidisciplinario. Esa es la clave.
Dicho equipo de trabajo o comité técnico deberá ser debidamente consensuado y sería el encargado de elaborar la agenda de trabajo en materia electoral, donde se plasmen los tiempos (calendarización) y cómo se trabajará multidisciplinariamente y cómo se implementará el seguimiento correspondiente.
Posteriormente, debe abrirse un debate nacional sobre aspectos específicos donde participemos especialistas de los diversos rubros relacionados con la materia electoral, en un esquema de trabajo diferente al utilizado en los parlamentos. El seguimiento de las propuestas y puntos de coincidencia estaría a cargo del citado comité multidisciplinario, cuyo trabajo iría más allá del análisis de las iniciativas presentadas.
Dicho equipo deberá analizar el documento denominado “Propuestas en torno a una nueva reforma político electoral”, entre otros¹⁰ elaborados por especialistas del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. Igualmente deberá estudiar las propuestas de las investigaciones realizadas en la materia. También examinaría los trabajos presentados en los parlamentos “abierto” y “alterno”, así como los foros, seminarios, etc., que hasta la fecha se han efectuado.
Este comité sería el encargado de “arrastrar el lápiz” en mesas de trabajo, dejando de lado eventos protocolarios. Ello, con el propósito de realizar los diagnósticos respectivos. Lo anterior, permitiría integrar la propuesta de dictamen de reforma, la cual sería, ahora sí, analizada en las comisiones involucradas.
En este contexto, se propone que la JUCOPO y comisiones respectivas, trabajen en este sentido, ya que antes de eliminar hay que partir de una agenda y diagnósticos correspondientes. Proseguir con el método de trabajo seleccionado puede generar el tercer strike, al integrar un “dictamen” que, en los hechos, se convierta en un retroceso para nuestra democracia procedimental.
En política todo puede pasar…
Jorge Manriquez Centeno es especialista en materia electoral. Exconsejero presidente del Instituto Electoral de Quintana Roo (2009 a 2015) y ex director de Partidos Políticos del mismo Instituto (2003 a abril de 2009).
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