DIANA ALVARADO 15 NOVIEMBRE 2022.- Paralelo a la confección del “plan B” con una reforma electoral exclusivamente legal, Morena anunció que adelantará a diciembre el inicio del proceso de elección de cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), con el sistema previsto en la Constitución, con lo cual se descarta el modelo de voto popular propuesto por el Presidente.
En la previsión de que no tendrá los votos para la reforma presidencial, el coordinador de Morena, Ignacio Mier, expuso que presentará el dictamen en el pleno, al igual que ocurrió con la desechada reforma en materia eléctrica, cuando se acusó a la oposición de “traición a la patria”.
La elección de cuatro consejeros, prevista para abril de 2023, requiere de un acuerdo entre las bancadas para satisfacer el requisito de nombramiento por el voto de las dos terceras partes de los diputados, pero el coordinador de Morena, Ignacio Mier, advirtió hoy que “prefiero cien veces la insaculación, que una concertacesión”.
Esto es que, si al llegar al límite de la designación de los consejeros, no hay acuerdo de la Junta de Coordinación Política en las cuatro quintetas con los aspirantes que deberá presentar al pleno, o si estas no logran los votos necesarios, la cámara deberá cubrir lo previsto en el artículo 41 constitucional, respecto de un nombramiento de nombres sacados en una tómbola, donde se incluya a todos los candidatos.
Si los cuatro nombres obtenidos mediante ese método no logran los votos necesarios, el siguiente paso es la insaculación por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En conferencia de prensa este martes, Mier Velazco dijo que su bancada trabaja en dos pistas: la redacción del denominado “plan B”, y la renovación de cuatro asientos en el Consejo General del INE.
“Y ahí primero quiero decirle que no va a ver ni negociación, ni concertación, ni reparto de cuotas. será el Pleno el que vote a las quintetas y las que garanticen una verdadera representación de los ciudadanos de legalidad, transparencia, certeza, equidad, y la máxima transparencia en los procesos electorales, y de ser necesario, preferimos 100 veces o más, que sea insaculación y no producto de una concertación o concertacesión”.
Recordó que, como en la elección de consejeros de 2014 el proceso llevó 45 días; en 2017, 42, y la más reciente de 2020 fueron 47 días (Morena) vamos a ampliar para que haya oportunidad conforme a la convocatoria, que (los aspirantes) se registren durante la segunda quincena de diciembre (de este año) y la de enero” de 2023.
De esta manera, indicó, durante lo que resta de noviembre se definirá la ruta del proceso, para que la Cámara no se obligue a convocar un periodo extraordinario, porque –deslizó- éste “va a depender de la actitud, el temperamento que en ese momento tengan en el Senado de la República y como andamos en procesos electorales, mejor todo lo que podamos hacer en casa, lo vamos a hacer”.
Esto es, que la conformación del comité técnico de evaluación de aspirantes y presentación de perfiles, se integre en enero y la convocatoria de registro se emita en enero.
Tal convocatoria estará abierta “a todos los ciudadanos, a todos aquellos académicos, de gente que se ha formado en el propio IFE o INE ahora, que tenga honorabilidad, sea un buen ciudadano, pueda representar la democracia en México que se inscriba, pero reitero, no habrá negociación ni acuerdo. Será con la votación y si no se alcanzan los dos tercios, por congruencia, por consistencia, que sea la insaculación”.
Respecto de la reforma electoral, citó que desde octubre se constituyó un grupo plural de trabajo y confirmó que, el miércoles de la próxima semana, se citará a las comisiones para que emitan el dictamen únicamente sobre la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es la propuesta que en materia electoral envió el Ejecutivo a la cámara en abril pasado y adelantó que ahí se aplicará la mayoría de Morena y sus aliados para aprobarlo, para que el 29 o 30 de noviembre se ponga a discusión en el pleno donde la bancada guinda no tiene los votos para sacarla adelante.
En ese sentido, Mier expuso: “ahora más que nunca, y derivado de la marcha, la necesidad de que se presente a consideración de los integrantes de las comisiones para que dictaminen y de no llegar a acuerdos, pues que cada quien vote en conciencia, conforme a su vocación democrática, conforme a si quieren o no un INE menos costoso, que no sea ofensivo, voluminoso, obeso, que deje de ser un templo de egolatrías donde lo que privilegian no es la vocación democrática, sino la adoración por el dinero”.
Manifestó que están por cumplirse 200 días desde que la propuesta llegó y se turnó a comisiones y acusó que la oposición “quiere más tiempo; no, ya no hay, el tiempo es ahora porque si no el próximo año habrá plena efervescencia político-electoral y se va a complicar aún más”.
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