CIUDAD DE MÉXICO, 16 OCTUBRE 2019.- Carlos Romero Deschamps renunció este miércoles al cargo de secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), tras 26 años al frente de esta organización sindical.
Asistentes a la asamblea extraordinaria a la que convocó el STPRM informaron que fue presentada la renuncia del dirigente sindical, cuyo cargo se espera que sea ocupado por Manuel Limón Hernández, quien fue el secretario del Interior del Sindicato Petrolero, y que previamente ocupó el cargo en la Tesorería de ese gremio.
El Sindicato Petrolero no ha hecho oficial el anuncio. Se informó que emitirá un comunicado de prensa para dar detalles de la asamblea a la que asistieron los representantes de las 36 secciones sindicales con las que cuenta el sindicato.
Luego de las 13:00 horas empezaron a salir los trabajadores que acudieron a la asamblea extraordinaria, así como dos camionetas en las que se presume iba el líder Romero Deschamps.
Romero Deschamps se reeligió por cuarta ocasión el pasado 11 de diciembre del 2017, cuyo periodo concluía hasta 2024.
Dos denuncias contra Romero Deschamps
En su conferencia matutina del martes 15 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que hay dos denuncias contra Romero Deschamps en la Fiscalía General de la República (FGR) por enriquecimiento ilícito y operaciones inusuales. Indicó que nunca se ha reunido con el también exsenador y nunca le ha pedido una audiencia.
Aunque no le pidió abiertamente renunciar, López Obrador consideró que sería mejor que Romero Deschamps enfrente las denuncias fuera de las instituciones.
“Yo pienso que el que tiene una denuncia de este tipo y, al mismo tiempo, está a cargo de un sindicato, lo mejor es no involucrar a las instituciones, que se asuma de manera personal y se resuelva y nosotros no estemos imponiendo a quién va a quedar”, dijo el Presidente.
López Obrador negó este miércoles por la mañana que se hayan congelado las cuentas bancarias del exdirigente sindical y reiteró su gobierno no intervendría en la vida interna del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
“Nosotros no vamos a quitar a un dirigente para poner a otro, es un asunto que tienen que resolver los propios trabajadores”, dijo el primer mandatario.
A fines de julio de 2019, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda dijo que presentó ante la fiscalía dos denuncias contra Romero y varios familiares, que derivaron en una investigación por enriquecimiento ilícito.
La renuncia de Romero le sigue a la reciente dimisión de un juez de la Suprema Corte, Eduardo Medina, y abre el camino para convocar a elecciones libres de una nueva dirigencia en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), una vieja petición de los trabajadores.
Romero, de 76 años de edad, ha sido señalado en diversas oportunidades de presunta corrupción.
Carlos Romero Deschamps comenzó a dirigir el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) en 1993.
Llegó a la dirigencia como relevo de Sebastián Guzmán, quien cumplió un breve periodo, luego del encarcelamiento de Joaquín Hernández Galicia, alias “La Quina”, detenido al inicio del gobierno de Carlos Salinas de Gortari y quien llevaba cinco sexenios como líder sindical.
Romero Deschamps oficialmente cubrió un interinato como líder sindical hasta 1994, cuando siendo senador por el estado de Hidalgo, resultó electo -por unanimidad- para ocupar el cargo ya de manera oficial como secretario General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República para el periodo 1995-2000, y con posibilidad de reelegirse otro periodo más.
A pesar de eso, su poder en el sindicato y su influencia política lo llevaron a reelegirse durante otros cuatro periodos.
En sus más de 20 años como líder sindical siempre hubo a su alrededor escándalos por presunta corrupción, desvíos millonarios y nepotismo. También se han hecho públicos sus lujos y los de sus hijos.
Además de ser el líder del sindicato petrolero, Romero Deschamps ha sido diputado y senador por el Partido de la Revolución Institucional (PRI).
Es originario de Tamaulipas y en 2006 libró una orden de arresto relacionada con el financiamiento ilegal de la campaña presidencial del candidato del PRI, Francisco Labastida, conocido como Pemexgate.
El 6 de febrero de 2019, trabajadores petroleros denunciaron ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) a Deschamps por presunto enriquecimiento ilícito.
Los trabajadores presentaron nuevas pruebas en contra de Romero Deschamps, a quien acusaron de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita por 150 millones de dólares, evasión, defraudación fiscal y enriquecimiento ilícito.
El Movimiento Petroleros Activos en Evolución por un México Nuevo fue quien presentó la denuncia y llevó toda la documentación con las pruebas a la nueva gestión de la Fiscalía General de la República, encabezada por Alejandro Gertz Manero.
Esta denuncia incluía a familiares, testaferros y a otros integrantes de la cúpula del sindicato y es se presentó para dar seguimiento a otra denuncia presentada hace dos años.
La denuncia fue encabezada por Arturo Flores Contreras, líder de ese movimiento, quien acusó venta de plazas, cobro de cuotas ilegales, cobro de contratos y el despojo de propiedades del gremio.
Flores acudió a la entonces PGR desde 2017 a denunciar a Romero Deschamps por esos delitos y reclamó que esa instancia no reportó ningún avance en la indagatoria.
Uno de los principales reclamos de los agremiados del STPRM ha sido la falta de transparencia en los recursos y cuotas que capta el STPRM. Y es que se trata de una bolsa multimillonaria: en promedio, una cuota mínima de 197 pesos catorcenales, aunque hay trabajadores a quienes se les descuenta hasta 350 pesos catorcenales.
De manera que se trata de una bolsa de más de 40 millones de pesos en cuotas sindicales, además de transferencias que Pemex hace al STPRM como los más de 7 millones de pesos mensuales de la cláusula 157, que, como relevó una investigación periodística publicada por Newsweek en Español, la dirigencia sindical utiliza como su caja chica, para gastos superfluos.
Y están también los millones transferidos por Pemex de manera discrecional mediante “convenio”, de los cuales la dirigencia sindical no ha rendido cuentas ni a sus agremiados, a pesar de que se trata de dinero público. (FUENTES: EL ECONOMISTA Y ANIMAL POLÍTICO)
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