Por Alfredo Morales
El propósito principal del periodismo es dar a los ciudadanos información veraz y oportuna para hacer valer sus derechos ante la sociedad, además.
Dicen que para ser mundo debe existir de todo, pero nos resistimos a aceptar algunas realidades perversas que cohabitan en formas diversas en las sociedades que nos ha tocado existir.
Desde los tiempos remotos, desde el surgimiento del periodismo como oficio o profesión, han actuado los llamados chantajistas que operan por encargo o por voluntad propia para obtener algún beneficio a costa de dañar imágenes, enlodar reputaciones bien ganadas y hasta provocar la ruptura de un orden establecido ahora le agregamos la difamación porque no accedes a mis pretensiones en los litigios que pierdo.
Así las cosas con Fabiola Cortes que ya no se sabe si actúa como “abogada o periodista”. Sobre todo al actuar sin objetividad y con parcialidad a su favor cuando pierde litigios para luego denunciar como periodista faltando a la objetividad principio fundamental del periodismo.
Observamos con pena, la inmoral campaña en las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador por parte de Fabiola Cortès quien ha desatado una serie de difamaciones en contra de las autoridades de Quintana Roo, como lo denuncia la periodista de la primera fila de las mañaneras Sandy Aguilera.
En lo que va del Gobierno, reporteros acreditados por Presidencia revelaron la existencia de ofrecimientos y pagos para realizar preguntas sembradas en la conferencia mañanera, en Palacio Nacional.
Frente al Presidente Andrés Manuel López Obrador, la periodista Sandra Aguilera acusó al empresario Carlos Mimenza de haber pagado a la reportera Sandy González para desacreditar a autoridades de Quintana Roo.
20 mil pesos es lo que ofrece Fabiola Cortès a reporteros de la mañanera dinero que por supuesto sale de sus clientes en los litigios que no le favorecen.
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