DIANA ALVARADO 8 FEBRERO 2020.- El ayuntamiento de Tulum manifestó su solidaridad con la modelo colombiana Sonia Rodríguez, quien fue víctima de violencia física por parte de su pareja, Akashi Alejandro Fukushima Martínez, además de informar que éste no trabaja, ni colabora en la administración pública municipal.
Akashi Alejandro Fukushima solo forma parte del Consejo Ciudadano de la Secretaría de Gobierno de Tulum, posición honoraria.
Asimismo, solicitó a la autoridad competente atender con prontitud este caso de violencia de género.
Este sábado se difundió una entrevista en la W Radio en la que Sonia Rodríguez denunció la agresión física de que fue víctima por parte Akashi Alejandro Fukushima, en la que erróneamente se afirma que éste funcionario de la Secretaría de Gobierno de Tulum.
Colombiana denuncia que fue maltratada en Tulum, México
La modelo colombiana Sonia Rodríguez denunció en La W Radio que Akashi Alejandro Fukushima, funcionario de la Secretaría de Gobierno de Tulum, México, con quien mantenía una relación sentimental, la golpeó mientras dormía sin ningún tipo de compasión. La modelo colombiana Sonia Rodríguez denunció en La W Radio que Akashi Alejandro Fukushima, funcionario de la Secretaría de Gobierno de Tulum, México, con quien mantenía una relación sentimental, la golpeó mientras dormía sin ningún tipo de compasión.
Rodríguez relató que el 13 de enero a las 7:00 de la mañana, Fukushima la atacó con golpes en la cara y con un palo de bambú en las piernas y en los brazos con la excusa de que ella no había hecho nada por ayudarlo tras ser retenido por la policía.
“El día de la agresión él estaba consumiendo alcohol y otras sustancias y le empezaron a volar en su cabeza teorías de celos. La policía se lo llevó por el escándalo en la calle y cuando lo soltaron se sintió traicionado y empezó a golpearme.”
Sonia dijo además que a pesar de que gritó pidiendo auxilio nadie la ayudó y ese mismo día, luego de que logró huir por la puerta de atrás de la residencia donde se encontraban, puso la denuncia ante las autoridades mexicanas.
“Me dejó irreconocible mi cara, mis ojos no se recuperan del todo. Mis brazos y piernas tienen morados. Psicológicamente estoy un poco inestable.”
Actualmente hay una medida de protección con la cual el agresor no se le puede acercar pero de igual forma la contacta a través de mensajes en los que le pide que lo perdone.
“La última vez que hablamos me pidió perdón, me dijo que se arrepentía y que lo que había pasado ese día era una pendejada”, concluye.
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