Una nueva sección ubicada al sur de la zona arqueológica de Chichén Itzá pretende abrir sus puertas al público en el marco del quinto informe de Gobierno de López Obrador. Chichén Viejo, también conocido como ‘Serie Inicial’, fue el conjunto residencial de la élite maya y será inaugurado por el mandatario el sábado 2 de septiembre. Pero para llegar a la zona habría que atravesar terrenos de propiedad privada, situación que ha dado lugar a controversias con los dueños de los lotes.
Diego Prieto Hernández, director general del INAH, reconoció durante la conferencia matutina del 21 de agosto que el acceso hacia la ‘Serie Inicial’ se encuentra en lotes privados, pero aseguró que habilitarían un camino alterno para evitar el paso por las propiedades particulares. Originalmente, el sendero a Chichén Viejo atravesaría las propiedades de un particular, muy cerca de estructuras conocidas como ‘El Caracol’ y ‘Monjas’.
Una investigación señala que el 14 de agosto, integrantes de la familia Barbachano ―dueños de los terrenos en cuestión―, negaron la entrada a trabajadores asignados a las labores de restauración, y colocaron letreros con la leyenda “Propiedad privada. Los invasores serán procesados conforme a la ley”. En la premura por inaugurar Chichén Viejo el 2 de septiembre como se tiene previsto, las autoridades decidieron abrir un camino alterno de 1.2 kilómetros en días recientes para evitar el cruce por los lotes privados.
Una máquina del Ejército mexicano trabaja en abrir el camino alterno en una fotografía difundida en redes sociales.
Tras el conflicto, arqueólogos y vigilantes de la zona han denunciado que el sendero fue abierto con maquinaria pesada por elementos del ejército y alegan que el camino está lleno de vestigios arqueológicos para los que no se aplicaron los protocolos de salvamento adecuados. Las fotografías difundidas por Reforma y por el diario Yucatán Ahora, muestran un par de vehículos en un camino abierto entre la vegetación mientras colocan una especie de ‘firme’ a lo largo del sendero.
En agosto, el director general del INAH informó el hallazgo de un atlante de 90 centímetros de altura, justo en el sendero original hacia Chichén Viejo. La figura se habría usado para sostener una mesa ceremonial y contiene elementos como cuentas de jade, orejeras largas y brazaletes tallados en piedra. El atlante de piedra es solo uno de los tantos hallazgos realizados en los alrededores de Chichén Viejo. Prieto Hernández expresó que, si bien los artefactos arqueológicos se encuentran en terrenos de propiedad privada, los dueños están impedidos a su usufructo porque son propiedad de la nación, según lo indica la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
La escultura del Atlante hallada en el sendero. INAH
La Zona Arqueológica de Chichén Itzá estará cerrada al público el sábado 2 de septiembre, día en que López Obrador inaugurará Chichén Viejo. El INAH informó que los turistas podrán conocer la nueva sección a partir del domingo 3 de septiembre en su horario habitual. Hasta el momento no se han dado a conocer actividades o recorridos especiales para los primeros turistas que visiten Chichén Viejo.
Chichén Viejo albergó a la élite de Chichén Itzá y está conformado por espacios habitacionales y pequeñas construcciones, con el Templo de los Caracoles, el Templo de los Monos, el Templo de los Falos y el Templo de la Serie Inicial ―del cual toma su nombre―, como sus construcciones más distinguidas. El grupo arquitectónico ha permanecido oculto a los visitantes de la zona arqueológica de Chichén Itzá, una legendaria ciudad maya declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 y Maravilla del Mundo desde 2007. Chichén Itzá, que significa “la ciudad al borde del pozo de los Itzáes”, llegó a abarcar 25 kilómetros cuadrados y fue la más poderosa de la península de Yucatán.
La nueva sección está incorporada al Programa de Mejora de Zonas Arqueológicas (Promeza), un proyecto complementario a las obras del Tren Maya. Hasta el 24 de agosto, se ha contabilizado un total de 54.232 bienes inmuebles en los siete tramos que recorre el tren. Estos incluyen cimientos, basamentos prehispánicos y albarradas, además de 646 entierros humanos.
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