DIANA ALVARADO 29 AGOSTO 2022.- Morena enfila la carrera hacia las elecciones presidenciales de 2024 con una amplia ventaja de más de 10 puntos frente a la suma de todo el bloque opositor. El partido de Andrés Manuel López Obrador no tiene rivales, según una encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio, y es el único que afronta desde ya la cita electoral con un abanico de posibles aspirantes que lograrían una holgada victoria.
La favorita para suceder al mandatario es, sin ningún tipo de matiz, la jefa de Gobierno de Ciudad de México. Claudia Sheinbaum encabeza la lista de los presidenciables de la formación gobernante nueve puntos por encima del canciller, Marcelo Ebrard, según la proyección de la preferencia bruta o el voto directo que incluye a los indecisos y a los que no respondieron. Esa diferencia se amplía hasta 12 puntos en el cálculo de la preferencia efectiva o estimación de voto.
El horizonte político de México que se desprende del estudio de opinión, realizado entre el 16 y 19 de agosto en todo el país, es diáfano: el Movimiento Regeneración Nacional consolida su poder después del primer sexenio de gobierno. La formación se impondría con el 55% frente al 53% que obtuvo en 2018. Con la suma de los apoyos cosechados por el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista (PVEM), ambos aliados de la Cuarta Transformación, esa ventaja alcanzaría el 58%. No hay ninguna fuerza opositora con unos números que puedan arrojar un escenario de competición directa. El Partido Acción Nacional (PAN) es el que más ciudadanos está en condiciones de movilizar, un 22%, seguido del 16% del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mastodonte que gobernó el país durante siete décadas ininterrumpidas. Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) lograrían un 3%. Pero ni siguiera la suma de todas las candidaturas de la oposición tendría, según estos datos, el empuje suficiente para hacerle sombra a Morena.
Todavía faltan 21 de meses para las presidenciales de 2024, aunque en cada una de las elecciones federales y locales celebradas en los últimos años el movimiento oficialista, que apenas tiene ocho años de vida, ha afianzado su presencia en las instituciones. Incluso en la reciente consulta sobre la revocación de mandato, López Obrador se llevó un mensaje de rotundo apoyo de sus bases, refrendando su agenda con un 91,1% de los votos a favor y una participación del 17,5% -modesta, pero representantiva de la militancia más dura, más de 15 millones de personas-.
La oposición, en cambio, aún no ha dado señales de haberse recuperado de la derrota de 2018. El PAN, el PRI y el PRD trataron de retomar la iniciativa hace dos años con la conformación de una alianza, Va por México, que de momento no ha logrado demostrar una gran eficacia contra el proyecto de López Obrador. A eso se suma la ausencia de liderazgos fuertes. Las investigaciones judiciales asedian al expresidente Enrique Peña Nieto y su entorno, al actual dirigente priista, Alejandro Moreno, y el excandidato del PAN, Ricardo Anaya, salió del país rodeado de señalamientos por el caso Odebrecht. En medio de esa desarticulación han surgido otros nombres como el de la senadora Beatriz Paredes, con recorrido y peso político, que ya es la favorita para liderar el PRI.
Todavía es pronto, en cualquier caso, para vislumbrar un panorama nítido de los equilibrios en las filas opositoras. Sin embargo, Morena inmersa estas semanas en un proceso de renovación de cargos locales, lleva más de un año volcada en el debate sucesorio. Los nombres de los aspirantes con más posibilidades siempre han estado ahí. Pero ahora Claudia Sheinbaum ha tomado una clara ventaja, según el sondeo de Enkoll, que formula la pregunta a los votantes de todos los partidos. La estimación del resultado en una competición con Ebrard, el senador Ricardo Monreal y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, le otorga un 48% frente al 36% del canciller. Los otros precandidatos quedarían excluidos de la disputa, aunque tendrán un papel importante en la movilización de los votos de los simpatizantes, que están llamados a pronunciarse dentro de 10 meses. Mientras tanto, la jefa de Gobierno de la capital trata de fortalecer su perfil nacional y acaba de sumar a su equipo al consultor y analista político español Antoni Gutiérrez-Rubí, que recientemente llevó a Gustavo Petro a ganar las elecciones en Colombia.
Pese a situar a Sheinbaum como clara ganadora de la votación interna de Morena, la encuesta plantea también el escenario de una victoria de Ebrard. En varias simulaciones de contienda con dirigentes de partidos opositores, los dos ganan con comodidad, aunque la primera tiende a imponerse con una mayor diferencia: con hasta un 63% en una hipotética competición con la senadora del PAN Lilly Téllez y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, como candidato de Movimiento Ciudadano.
Las elecciones de 2024 aún quedan lejos, pero hay además una circunstancia especialmente relevante que no debe excluirse. Además de Sheinbaum, es posible que su contrincante al frente de la alianza opositora sea otra mujer. Con estas premisas, el estudio de opinión pregunta a los encuestados su disposición a votar por una dirigente política, independientemente del nombre de la candidata, como presidenta de la República. La mayoría de respuestas afirmativas es abrumadora, un 82%. Sin embargo, en México todavía hay un 14% que rechazaría esa posibilidad. El factor generacional, más que el de género, es que el más influye en esa opción, ya que el porcentaje aumenta hasta el 26% entre los mayores de 65 años.
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