Julian Santiesteban
Las campañas por la gubernatura de Quintana Roo iniciaron este fin de semana, caracterizadas, casi todas, por el descrédito al contrincante. Ahí no hay novedad, la estrategia parece simple, la crítica y el reproche serán el eje discursivo de los más rezagados, por eso, en los ciudadanos –organizados o en lo individual- queda la responsabilidad de exigir competencia de altura, y para ello existe un mecanismo legal del cual se puede, y debe, echar mano: los debates entre candidatos, para conocer, por lo menos de manera general y somera, los “cómo” y no sólo los “qué”, porque los problemas son ampliamente conocidos y padecidos por los quintanarroenses, lo que urge conocer son las estrategias y acciones específicas de solución. Compromiso, capacidad y disposición, pues las quejas podemos expresarlas todos, día a día, pero ellos y ellas, se supone son los indicados para resolver problemáticas y alcanzar los anhelos de los que aquí hemos decidido vivir.
De acuerdo con la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Quintana Roo (LEGIPE), en su artículo 137, es atribución del Consejo General del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), “elaborar propuestas para la organización de debates entre las personas candidatas”, y a través de su Dirección de Partidos Políticos –de acuerdo con el artículo 297- realizar dicho ejercicio, “siempre y cuando existan solicitudes por escrito de cuando menos dos candidatos a un mismo cargo de elección popular.” La fecha límite para aprobar la convocatoria, en el caso de la gubernatura, es el 13 de abril, así que es tiempo de hacer la exigencia ciudadana respectiva.
Por cierto, que la realización como tal no basta, es fundamental que estos ejercicios –pueden ser dos organizados por la autoridad, más los encuentros que organismos de la sociedad acuerden con los aspirantes-, sean verdaderamente enriquecedores. Ni batallas campales, ni intercambio de descalificaciones; sí, contraposición de ideas y proyectos, con posibilidad de una discusión con tiempo suficiente. No se trata de “espectáculos televisivos” para humillar o exhibir a alguien y menos que alimenten el morbo, pero tampoco los encuentros “soporíferos” que hasta ahora se han realizado, cual si canciones de cuna se tratase, con preguntas “a modo” y con un formato rígido y demasiado “cuidado.” Sería, por ejemplo en estos ejercicios, cuando los aspirantes pudieran exponer su experiencia en la solución de problemas sociales, de acuerdo a la trayectoria pública de cada cual, porque prometer pueden todos y todas; de hecho lo harán, pero y qué puede presentar cada uno como muestra tangible de resultados, a partir de los cargos que ya han ocupado: seguridad, desarrollo social, salud, empleo; sólo por mencionar algunas de las temáticas generales que suelen abordarse.
Ciertamente, estos encuentros suelen aprovecharlos los candidatos (as) más rezagados en la competencia para ganar notoriedad, por eso también los punteros comúnmente no participan en los mismos; ¿pero, no es ahora cuando debemos conocer su capacidad de mostrar la solidez del proyecto de gobierno que pretenden encabezar? ¿No es esta la oportunidad de mostrar al equipo de que se rodean, presentando los esbozos de planes acciones a desarrollar y no que se termina eligiendo a gobiernos que terminan trabajando, en gran parte, por la improvisación por coyuntura?
Habrá seguramente situaciones que no puedan preverse a la hora de ser gobierno, pero hasta para eso sirven los debates, para demostrar que pueden modificarse sobre la marcha la estrategia, planes y proyectos, pero no los objetivos a alcanzar. ¿No lo cree así el lector?
Quintana Roo ha tenido 8 gobiernos estatales constitucionales y los rezagos están a ojos vista, luego entonces ¿por qué no preguntar sobre objetivos específicos y compromisos concretos? ¿Se reducirá significativamente la inseguridad? ¿Se diversificará la economía? ¿Cómo se cerrará la brecha de crecimiento y desarrollo entre el norte y sur quintanarroense? ¿Habrá nuevos municipios? ¿Cómo se atenderá el conflicto limítrofe con Campeche y Yucatán, y sobre todo, a las comunidades de la franja en disputa? ¿Nota ahora la importancia de los debates y, sobre todo, que se hagan con seriedad y profesionalismo?
Con lo muy poco visto de los arranques de campaña, puede ya advertirse que no aportarán gran cosa, por lo menos racionalmente, para convencer al elector de acudir a la urna el 05 de junio, se echará mano de la diatriba, del llamado al origen y la pertenencia al terruño, a la capacidad de autodeterminación y a elegir a gobiernos con actores políticos locales; a evitar la “invasión” desde el centro y la apropiación de las instituciones por “fuereños” rapaces; como si la clase política local estuviera exenta de los mismos vicios… “el gobierno de amigos, para los amigos”, la utilización del presupuesto público para engordar carteras privadas, es el riesgo permanente, con locales o fuereños. Espere pues el llamado al sentimiento, antes que la razón; porque el elector “siente”, antes que “pensar” a la hora de elegir a sus gobernantes.
Luego entonces, exijamos debates e intercambio de ideas, claro, bajo los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, equidad y objetividad; pero ante todo, con utilidad pública para la toma de decisiones futuras, porque es el futuro lo que estaremos decidiendo en las elecciones del 05 de junio, eso no debiera olvidarse, sobre todo después de tanta selección errada. Esa es la lección y tarea para todos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Pd. Quintana Roo es la única entidad que falta por definir estos ejercicios, las otras entidades en donde habrá elecciones, es decir, Aguascalientes, Durango, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas, ya acordaron su realización.
COMENTARIO MORBOSO
Casi desapercibido, pero el precedente sentado la semana anterior, por la queja de la senadora morenista y ex aspirante a la candidatura a la gubernatura de Oaxaca, Susana Harp Iturribarría, ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), es fundamental para el empoderamiento femenino, presente y futuro; y para acabar, sobre todo, en su propio dicho, con la simulación partidista en la designación de candidaturas a cargos de elección popular. La senadora, que ya anunció que regresará a su tarea legislativa, impugnó hace tres meses las irregularidades en el proceso de selección de Morena para la candidatura de Oaxaca. Desde inicios del 2022 acusó a al partido de simular la selección de candidatos y que con ello se violó el principio de igualdad sustantiva.
La máxima autoridad electoral le dio la razón y, aunque confirmó la candidatura de Salomón Jara, determinó que, en futuros procesos, el Instituto Nacional Electoral (INE) tendrá que encargarse de evaluar que los partidos políticos cumplan con los criterios de paridad de género realmente sustantiva, atendiendo a la competitividad y la alternancia, señalando además la necesidad de que el Congreso federal y los estatales legislen en la materia, para evitar, dijo que se utilice “de relleno” a las mujeres. Los resultados se verán en los comicios futuros, el reto está en ver si se termina realmente dicha simulación, aunque muchos y muchas por estas fechas lamenten que los criterios no existan aun, pues eso les cerró la posibilidad de alcanzar el poder desde este 2022; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Sé el primer en dejar tu comentario de esta noticia