“Cien años de soledad” vigencia y grandeza de Gabriel García Márquez. Gracias Netflix

“Cien años de soledad” vigencia y grandeza de Gabriel García Márquez. Gracias Netflix

Cuando supe del estreno de la serie de Netflix basada en el libro “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, anunciada para el 11 de diciembre, me dispuse a releer el libro de 477 páginas, en la edición conmemorativa de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, edición de lujo que algún samaritano le regalo a mi hija Katya en su adolescencia. Antes en mi juventud había leído el texto en otra edición comercial. La relectura la inicié el día uno de diciembre y la terminé en 10 días con un nuevo sabor en mis sentidos.

García Márquez es un genio de la literatura, las otras obras de él las he leído dos veces, desde La Hojarasca (1954) hasta “Memoria de mis putas tristes” (2004) y “En agosto nos vemos” (obra póstuma publicada en 2024 sin su autorización) las conservo como único tesoro personal al igual que todas las obras de Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa, otros libros cuando se amontonan en mi casa los empiezo a regalar, estas no.

La iniciativa de los hijos de García Márquez y de Netflix la celebro en grande. Naturalmente que cualquier película o serie jamás va a superar la delicia de la lectura directa, el atisbo de imaginación de nuestros sentidos y la correlación de un texto con los otros textos cortos del mismo autor o con nuestras vivencias particulares en el entretejido de los temas. García Márquez escribió su vida y ésta es mucho mejor entendible en quienes somos de su generación o de generaciones muy cercanas a la suya. En Cien años de soledad nos sorprenden los personajes de otras de sus novelas y las similitudes de nosotros mismos los latinoamericanos.

Los muy jóvenes que son de un aspecto más urbano y citadino en convivencias es poco probable que comprendan toda la obra que describe varias generaciones en 477 páginas fascinantes. Sin embargo el desafío es la comprensión y entendimiento de todo el texto en su conjunto como varias historias de vida; lo también extraordinario es que quien no haya leído “Cien años de soledad” es posible que no entienda la serie pero definitivamente quedará invitado a esa droga que será leer por primera vez la obra y quedará invitado a ese reto.

Del éxito de esta iniciativa de Netflix sin duda surgirán otras producciones del mismo escritor llevadas a la pantalla, enhorabuena. Hasta hoy han sido llevadas a la pantalla entre novelas y cuentos las siguientes; “Noticias de un secuestro” (2022), “Memoria de mis putas tristes” (2012); “Del amor y otros demonios” (2009); “El amor en los tiempos del cólera” (2007); “El Coronel no tiene quien le escriba” (1999); “Crónica de una muerte anunciada” (1987); “Eréndira” (1983); “La viuda de Montiel” (1979); “La Mala Hora” (1976); “En Este pueblo no hay ladrones” (1965). Con resultados variables y sin la gran producción con que se cuenta hoy tomando en cuenta la gran productividad  delGabo; 13 novelas, 37 cuentos, 2 guiones, 3 talleres de cine, 2 cuentos para la televisión, 12 obras periodísticas, 41 prólogos, en fin una vida muy rica y fascinante para la cultura.

Leí por segunda ocasión todo el texto y luego al ver laserie de forma maratónica quedé invitado a releer por tercera vez y llevarla con el acompañamiento de las imágenes filmadas.  El gran esfuerzo de producción va a generar millones de adictos nuevos a la lectura y relectura, sin duda. Hasta antes de aparecer la serie se estimaba que se habían vendido más de 30 millones de ejemplares de “Cien años de soledad” y se había traducido a cuarenta y cuatro idiomas. La primera edición fue en publicada en Buenos Aires en 1967. En 1982 Gabriel García Márquez es reconocido como ganador del Premio Nobel de Literatura. Hoy me emociona saber que pronto se podrán duplicar o triplicar los adictos a la lectura del escritor más importante de la lengua hispana en el mundo moderno y contemporáneo. Nadie como el Gabo. Gratitud y amor a García Márquez en donde quiera que se encuentre.

Ojalá se incremente este tipo de producciones haciendo a un lado la apología de la violencia y el consumo de drogas y el uso de armas.