Por Raúl Caraveo Toledo
El triunfo de Claudia Sheinbaum ha sido contundente, en una elección limpia, donde todos los votos contaron el resultado es determinante, es un mandato del pueblo, de los ciudadanos; si se trató de un referendum al mismo tiempo y eso lo sabíamos desde años antes. No pudo haber entonces un “voto de castigo” ni un “voto diferenciado” los resultados lo dicen, para quienes lo saben leer.
La mayoría calificada y los 36 millones de votos como rúbrica sin duda van a modificar mucho los perfiles y la actuación del nuevo gobierno en la instauración o reforzamiento del actual gobierno, se profundizará la transformación, ese es el mandato. Algunas de las lecciones que nos deja esta elección es que México ama vivir en paz; confía en sus gobernantes y lo ratifica; no hay una confrontación entre los mexicanos, quienes lo promueven es ese pequeño sector de no más de 17 millones de personas en las cuales se incluyen los “intelectuales” del grupo de Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze, y sus 250 abajo firmantes; también se incluyen sus “líderes de opinión” como Joaquín López Dóriga, José Cárdenas, Ciro Gómez, Brozo, Carlos Loret de Mola, Pedro Ferriz, Chumel, Alazraky, Pagés, etcétera, en fin todos los comentaristas de Televisa, TvAzteca, Milenio, Grupo Fórmula, y otros empresarios más ligados a la derecha inconformes durante 6 años que no cesaran en sus intenciones. Y que por cierto no tienen capacidad de adaptación.
Durante la semana que transcurrió las reacciones de las mesas de análisis y los comentarios de cada uno de los que fueron promotores de la candidata opositora han sido patéticas, no entienden la realidad y mucho menos la pueden analizar, si no la entendieron desde 2018 hoy menos.
Algo deberá de cambiar en la política de medios de comunicación del nuevo gobierno, es muy difícil que continúen las conferencias mañaneras tal cual las conocemos, pero Claudia Sheinbaum debe encontrar un modelo adecuado basado en esa experiencia para mantener la comunicación directa y su derecho a la réplica. Los vituperios y las mentiras en nado sincronizado no creo que se acaben y la legislación en ese modelo es muy complejo.
Los intereses de los grupos de oposición que comandó Claudio X González harán una transformación pero no cesaran hasta ver logrados algunos intereses que se reduce a beneficios económicos, impuestos, permisos, etc.
En textos anteriores he descrito que la política de comunicación social del presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo algunos desaciertos, apostó solo por la mañanera y falto promover con más contundencia y seguimiento las obras materiales, sociales y culturales de su ejercicio de gobierno.
El cambio con Claudia Sheinbaum será súper interesante e intenso, lo esperamos millones de mexicanos.
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