A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
Desde el poder, el partido en el gobierno “premia” a sus aliados en procesos electorales compitiendo en conjunto para que los más “débiles” obtengan espacios públicos a cambio de gobernabilidad, por ejemplo, en el Legislativo; y desde la oposición, los partidos se unen con la esperanza principal de llegar a la administración pública y tener acceso a las arcas públicas. Las coaliciones son legales, pero elección tras elección, los mexicanos cuestionan la innecesaria existencia de tantas “opciones políticas” que terminan siempre parasitando a la sombra de las más representativas.
Apenas a principios de este mes, el escribiente destacaba que, para el 06 de junio de 2021, en 30 entidades de la República Mexicana, estarán en juego 21 mil 368 cargos de elección popular, es el proceso electoral más grande en la historia mexicana, incluye 15 gubernaturas, la renovación del Congreso federal, Congresos locales y más de mil 900 alcaldías. Esto ha ocurrido porque las diferentes reformas electorales han tendido a homologar los comicios estatales con los federales, pero lo que no ha sido tocado ni “con el pétalo de una modificación normativa” son las condiciones para constituir partidos políticos…y lo peor es que, antes de que concluya junio, el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá dictaminar la existencia de por lo menos tres más que se sumarán a los siete ya existentes. Para 2021, los mexicanos tendrían, en teoría, una decena de opciones a elegir, a la hora de emitir el sufragio.
Sin embargo, el pragmatismo ha imperado, lo de menos son las ideologías o proyectos de gobierno, lo que importa es el triunfo electoral y acceder a los recursos públicos; hacer de la “renta” de la “franquicia” un modus vivendi, así lo han hecho prácticamente todos los partidos, tanto en las elecciones como en los órganos en los que es necesario construir mayorías. Por eso resulta extraña la propuesta lanzada en la “mañanera” por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de que solo existan dos partidos políticos en este país: el liberal y el conservador. No es raro el decimonónico pensamiento presidencial, sino que él mismo se ha beneficiado de “rémoras políticas” para intentar darle rumbo a su gobierno. Los medios los ha tenido, falta en todo caso estrategia y visión.
Con todo eso como contexto, llegará el próximos proceso, coaliciones –totales o parciales- habrá y los únicos que competirán solos serán los 3 partidos nuevos, lo harán por obligación legal de demostrar en su primera elección capacidad suficiente para mantener su registro; obligación que debieran tener todos los partidos siempre; y podrán los resultados estar aún en el aire; la oposición podrá probablemente arrancar algunos espacios a la Cuarta Transformación Republicana, sus abanderados podrán incluso perder mayoría legislativa, pero los únicos que seguirán ganando son esos partidos pequeños, pues el miedo a la derrota los mantendrá protegidos por los partidos “grandes”; esto es tan cierto como que, mientras haya tiburones, habrá rémoras.
COMENTARIO MORBOSO
¿Cártel, cofradía?
La apropiación ilegal de predios y propiedades en Quintana Roo, no son comprensibles sin la connivencia de actores como los notarios públicos que elaboran los títulos a nombre de los despojadores y de instancias como el Registro Público de la Propiedad y del Comercio. En esta administración estatal, se aseguró que ese tipo de actos acabarían, pero es una tangible realidad que los viejos vicios siguen más que vigentes.
Datos curiosos: Desde el inicio de esta administración, un notario fue colocado en la titularidad de la Secretaría de Gobierno, Francisco López Mena. Este personaje colocó a dos notarios más en subsecretarías clave; en la Jurídica a Carlos Humberto Pereira Vázquez; y a Joaquín González Castro en la de Enlace Insterinstitucional; sin embargo, el primero fue enviado luego a la Dirección del Registro Público de la Propiedad y del Comercio estatal, y en su lugar fue nombrado otro notario, Manuel Jesús Canto Presuel.
Canto Presuel renuncia a la Subsecretaría Jurídica, para ir a la representación de la Dirección del Registro Público y del Comercio en el municipio de Solidaridad y es así que González Castro llega al cargo… y todo iba bien, pero el Quino se pelea con López Mena y renuncia, ante lo cual, el secretario de Gobierno designa en su lugar a Anaid del Carmen Aranda Lara, quien antes de ello fue directora de Notarías de la Secretaría de Gobierno; ¿nota ya el lector una acción sistemática? ¿Logra advertir el tejido de tan complejo entramado de notarios e incondicionales de los mismos? Pues aún no acaba.
En la Dirección de Notarías, justo antes de ser designado como rector de la Universidad de Quintana Roo, López Mena designó a José Ivor Hidalgo Gallo, quien en su desempeño profesional cuenta haber sido “asesor” en por lo menos cuatro notarías del estado. Especialización profesional pudiera ser, pero además en la Subsecretaría de Enlace Institucional, la originalmente ocupada por el Quino, dejó a quien fuera su secretario particular, quien le viera pendientes también de su notaría, Francisco Silvestre Rello Aguilar.
¿Quiere más? Pues ahí le va, esta cofradía, perdón, este grupo de trabajo, impulsó la creación de una nueva Ley del Notariado en Quintana Roo, revestida de un discurso que destacaba que esos espacios no serían entregados como favores políticos, como se hizo en el pasado, pero quedaron intocados los ilegales procederes de los ya “ungidos”, baste leer la información de las últimas tres semanas, en diversos medios estatales y peninsulares han publicado casos específicos de irregularidades cometidas en diversas notarías y legalizadas en el Registro Público de la Propiedad. ¿Que Lopez Mena ya está en la Uqroo? Si, el entramado ya está hecho, sólo hay que dejarlo operando. Por cierto, el ahora rector también adquirió terrenos en Cozumel en la época de Roberto Borge, ¿ya se los habrán regularizado?
Luego entonces ¿cártel de notarios? ¿delincuencia organizada? El escribiente es incapaz de hacer acusaciones de ese tipo…ah pero como se le parecen, aunque seguramente son una enorme cantidad de “casualidades”…y causalidades. Ojalá en la Secretaría de Gobierno, donde ahora despacha Arturo Contreras Castillo, por lo menos se den por enterados. Intocados los viejos vicios y ya van cuatro años de la actual administración. Aún hay tiempo de corregir, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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