Julian Santiesteban
Conforme avanzan los tiempos electorales, el camino que se veía tan despejado para que Morena encabece el noveno gobierno quintanarroense se ha complicado, a tal grado que pudiera no llegar. Como reza el dicho, “en la tardanza está el peligro” y parece que eso ha ocurrido a los morenistas, pues ahora tendrán no sólo que lidiar contra Marybel Villegas y Roberto Palazuelos; sino con Laura Fernández Piña y el equipo que, hasta este jueves, Día de Reyes, se daba por sentado que operaría para la virtual abanderada guinda, Mara Lezama Espinosa.
No se trata sólo del candidato o de la “operación cicatriz”, o lo malo que pudieran ser ambos, sino la competencia real surgida en las últimas semanas y el entorno que prevalece. Por ejemplo, con la información extraoficial que se ha publicado, queda claro que el Partido Verde Ecologista (PVE) mantiene un claro dominio sobre cualquier otro partido, partiendo tan sólo de los espacios cedidos y los que obtendría una vez que las candidaturas se formalicen, pues obtendría la presidencia del municipio Benito Juárez y los principales cargos de ese ayuntamiento, tendría tres candidaturas de mayoría al Congreso local, más los espacios de representación proporcional que logre, y hay quien sostiene que la candidatura misma a la gubernatura tiene más relación con ese partido que con Morena, aunque Mara Lezama Espinosa ha insistido en que su compromiso es con el morenismo y su cercanía con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador es real. Por lo menos esto último no puede negarse, pues obtuvo la nominación. Pero el caso es que todo lo demás, ha generado inconformidad real entre grupos “guindas”.
De Marybel Villegas y su ruptura se supo mucho antes, desde la competencia interna en la que anunció que, si la alcaldesa era la designada, ella se iría del partido, lo cual estaría por ocurrir, en una asociación estratégica con el actor Roberto Palazuelos, quien según rumores crecientes, sería la carta fuerte para el Congreso estatal y con la postulación de Movimiento Ciudadano. Si las proyecciones se logran, MC pudiera convertirse en una de las tres fuerzas legislativas principales, con lo cual presidirían la Mesa Directiva y un año y, eso, complicaría sobremanera la gobernabilidad, en el caso de que Morena logre la gubernatura; pero ese es el daño menor, el riesgo real es que les alcance para derrotar al morenismo.
Pero además, este jueves, la diputada federal Laura Fernández Piña –quien públicamente se refería a Mara Lezama Espinosa como “comadre”- se lanzó públicamente a la lucha por una candidatura a la gubernatura, luego de que dejara su militancia al PVE. La ex alcaldesa, que aún tiene temas pendientes por resolver en su paso por la presidencia municipal de Puerto Morelos, dijo a través de sus redes sociales que quiere encabezar “una coalición amplia, de gran representatividad, no sólo de partidos políticos, sino de sociedad civil, de empresarios, de los trabajadores turísticos, de las zonas maya y sur, de todas y todos quienes amamos a esta tierra y queremos lo mejor para ella”; faltará conocer la propuesta, porque el origen como que se sospecha, pero algo queda claro, la cercanía que hay o había entre ambas, implica cercanía de equipos y hasta integrantes compartidos, quien haga la mejor negociación, se quedará con la estructura.
Recapitulando, la competencia es real y entre tres grupos, dos de ellos antes cercanos y el de Villegas-Palazuelos. Claro, se ha publicado también la intención de la ex diputada Leslie Hendricks Rubio de competir por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero considerando el potencial de los demás contendientes, afirma el escribiente que dicha postulación alcanzará para alguna prebenda entregada también al ex gobernador Joaquín Hendricks, el padre de la posible candidata. Cosa familiar pues, y uno que otro, pero no más.
Por último, en 2016, cuando se eligió al actual gobernador, Carlos Joaquín González, hubo una participación del 54 por ciento, el ganador obtuvo el 45 por ciento de los votos, el segundo lugar 36.12 y el tercero 11.5. Este martes, Poll of Polls publicó una medición, justo antes del inicio formal del proceso electoral, en el que se da a Morena como ganador, pero con apenas el 35 por ciento de preferencia ¿Nota hacia dónde va el comentario? ¿Entiende ahora el lector lo dicho sobre la importancia de las alianzas? ¿Recuerda quién era candidato y por cuáles partidos, el segundo lugar de 2016? Mauricio Góngora Escalante, postulado por PRI-PVE. Importante entonces el “rol” que el Verde ha venido jugando, pero más importante, subir la tendencia de preferencias y, fundamental, hacer las alianzas estratégicas a tiempo, porque en política los vacíos no existen, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
COMENTARIO MORBOSO
Sí, es tiempo de definiciones políticas, pero algo está pasando en Quintana Roo que merece la atención de todos: el Tren Maya, proyecto emblemático de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, cambiará de nuevo de trazo, pero las complicaciones que ello generará no parecen resolver las que ya existían, por el contrario, las que se suman, implican retraso de obra y erogaciones aun incuantificadas.
Pero además, no responden a la demanda del sector empresarial de la Riviera Maya, que demanda que la trayectoria del tren no sea a través de la ciudad de Playa del Carmen, por las complicaciones viales que implica, pero la determinación presidencial anunciada es la modificación del trazo al sur de la cabecera municipal de Solidaridad, es decir, se mantiene la ruta que atravesará la mancha urbana. Tal vez el lector no ha dimensionado el problema, pero ello implicará derribar todos los pasos elevados de la ciudad, regresando la saturación vehicular que motivaron su construcción, además de las complicaciones operativas del señalado proyecto del presidente. ¡Zas¡
Y como el tramo Cinco Norte, Cancún-Playa del Carmen, está proyectado para concluirse a finales del 2022, el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) tiene un nuevo problema: liberar el derecho de vía, es decir, negociar con los respectivos ejidos para la indemnización respectiva y, en poco más de once meses, terminar la obra. La modificación, según dijo el titular de Fonatur se debió a que el tramo original afectaría algunos proyectos de inversión, pero que ahora se cuidará afectar lo menos el tráfico vehicular. Pues si no es construyendo en otra área pasos elevados, o algún libramiento nuevo de la ciudad, simplemente el colapso es el futuro inminente; además de que luce cada vez más lejana la posibilidad de concretar el área en los plazos y términos propuestos. Todo ello ocurre, mientras usted, estimado/a lector/a, junto con el escribiente, anda entretenido/a en la definición de candidaturas. Cuidado, con esos desvíos de atención, podemos un día despertar y darnos cuenta que “se nos fue el tren”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Sé el primer en dejar tu comentario de esta noticia