Por Julián Santiesteban
La semana que inicia es clave para todos los aspirantes a las candidaturas al Congreso federal, pues el domingo 30 de octubre y el lunes primero de noviembre, Morena abrirá los registros en todo el país, así que, quedan estrictamente seis días para todas las acciones de posicionamiento público sin medición “estricta”; aunque hasta ahora, en el caso de Quintana Roo, prácticamente nada se ha dicho sobre la posibilidad de reelegir a los cuatro que ahora desempeñan el cargo, o son sustituidos por mejores perfiles.
Pero, además, en la entidad se presentan varios temas alternos -no necesariamente problemas- relacionados con las diputaciones: Primero, qué hacer con Anahí González Hernández, que fue “sembrada”, el pasado proceso electoral, en el Distrito 02, del sur de Quintana Roo, cuando es claramente residente de Cancún, sumado a que poco, muy poco se ocupó de conocer la región e involucrarse con la ciudadanía y grupos políticos de la región. Ciertamente, fue la diputada con mayor cantidad de votos obtenida, con 82 mil 288 votos (Juan Carrillo Soberanis tuvo 76 mil 826; Laura Fernández Piña 63 mil 530 y Alberto Batun Chulím, 54 mil 764); pero se le había mencionado como posible candidata a la alcaldía de Benito Juárez y, con ello, respaldar a algún/a político/a sureño/a. La especulación (no confirmada) de que la actual alcaldesa, Ana Patricia Peralta de la Peña, repetiría en el cargo, deja a la actual legisladora con la opción de ir al Senado o repetir…pero y ¿qué pasará entonces con la promesa de regresar al sur la dignidad y brillantez, eso no pasa por lo político?
En el segundo de los casos está Juan Carrillo Soberanis, cercano a la gobernadora y quien había sido señalado como probable candidato a Isla Mujeres, municipio que ya gobernó, pero la bien ganada probabilidad de que Atenea Gómez Ricalde sea reelecta, dejaría al legislador verde en la circunstancia de repetir o ser designado en instancias como la Secretaría de Gobierno, pero ahí, se supone que permanecerá Cristina Torres Gómez (quien había deslizado el interés, un enroque no suena mal, si se cuida el cuotismo de género). El espacio de Laura Fernández Piña está libre para la 4T, y Alberto Batún Chulim no ha brillado precisamente por su eficacia. Ese es el panorama hasta ahora.
Ahora bien, Morena abrirá a fin de mes, también las inscripciones para el Senado, y ahí es donde se complica el tema, porque del Congreso local, se supone subiría a buscar la posición el actual presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), Humberto Aldana Navarro -¿acaso encabezará la fórmula Anahí González?- y también actualmente está la posibilidad de que el partido le ofrezca a Marybel Villegas Canché reelegirse. La actual senadora, sin embargo, declaró al escribiente que no le interesa la reelección y que insistirá en la posibilidad de gobernar Benito Juárez. Hay otros dos senadores que, por ahora, no son problema para la 4T, pero la circunstancia puede cambiar. Es el caso de José Luis Pech Várguez y Mayuli Martínez Simón; esta última es absolutamente decartable (no se ría el lector, pero hay quien asegura que intentará ser candidata del PAN para la alcaldía de Cancún); pero el primero no puede reelegirse por Movimiento Ciudadano, porque la renuncia a Morena la hizo después de la primera mitad de su encargo.
Aquí viene lo interesante. El proceso de MC será una semana y media después que el de Morena; si para finales de mes, Villegas Canché no se inscribe al proceso interno de la 4T es muy probable que busque la alcaldía de Cancún por el “movimiento naranja”; así como es muy probable que Pech Várguez lo haga por el municipio de Solidaridad. ¿Cuántos votos le pueden arrancar a Morena estos dos personajes? El lector puede considerar que no mucho, pero, ¿qué tal si los suficientes para garantizar la reelección de Lily Campos Miranda en Solidaridad y para que una candidata débil como Ana Patricia Peralta pierda en Cancún? ¿verdad que ya no parece tan descabellado el escenario? En el sur, específicamente en Bacalar y Othón P. Blanco, partidos como MC pudieran tener abanderados/as medianamente competitivos que, probablemente no ganen, pero restan votos a los ganadores…ese parece el juego de Dante Delgado, ganar desgastando poco a poco.
A todo lo anterior, debe sumarse la complicación en la “repartición” de candidaturas y las exigencias que tengan los aliados de Morena, es decir, el Partido Verde Ecologista (PVE) y el del Trabajo (PT)… y acaso algún espacio menor que se conceda al único partido local; Más Apoyo Social (MAS); las cuotas a mujeres, jóvenes, indígenas, integrantes de la comunidad LGBTTI+ y todos los criterios de alta, media y baja competitividad y; por supuesto, los grupos y actores políticos que no se ven, pero influyen. Para que todos queden representados, deberán echar mano de las candidaturas a las presidencias municipales, regidurías, diputaciones locales de mayoría y de representación proporcional. ¡uff! Nada sencillo.
Por todo lo antes señalado, la semana que ya corre debiera ser de anuncios importantes, de desgajamientos partidistas probables y de guerras internas ya no tan ocultas, pues apenas arranque noviembre, las definiciones por parte de los competidores deberán ocurrir, o simplemente se conformarán con la “quincena segura”, pues reza el dicho que no hay peor error que vivir fuera del presupuesto. Al tiempo.
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