El Minotauro
Nicolás Durán de la Sierra
Como se esperaba, la semana por venir los municipios del norte del Estado, al estar ya en el color amarillo del semáforo sanitario, duplicaran su actividad económica y se abrirán nuevos espacios laborales y de recreo, en tanto que la zona sur, para decepción de su comunidad, al continuar en naranja, habrá de esperar al menos una semana para acceder al estadio siguiente.
Desde luego, la ampliación de la actividad económica en la zona norte al 60 por ciento del aforo de sus comercios y servicios, conlleva el alza en la misma proporción de su movilidad urbana, movilidad que genera gran parte de la expansión de la epidemia. Resulta fácil colegir que en igual medida crece la posibilidad de un nuevo brote epidémico, con todo lo que ello implica.
Si bien se sabe ya que en México una sustantiva parte de la mortalidad del Coronavirus se debe a la presencia de enfermedades crónicas que presentan muchos de los afectados, los índices del Estado en este rubro no dejan de ser graves, sobre todo en lo que toca a la obesidad. Hasta el momento, del total de pacientes atendidos por el Sector Salud, cinco mil 555 presentan esta patología.
De los más de once mil casos atendidos en el Estado, sumados los tenidos “en estudio”, tres mil 333 sufren hipertensión arterial, mientras que los afectados por la diabetes tipo II han sido dos mil 235 hasta el momento. En el reporte no se dice qué cantidad de estas personas perecieron por la combinación de enfermedades, pero es presumible que fueron muchas.
No esta demás recordar que, en el mundo, el país ocupa el primer sitio en obesidad; que uno de cada cuatro de nosotros padece hipertensión –cerca de 30 millones- y que México está en el noveno sitio en casos de diabetes. Según la federal secretaría de Salud, siete de cada diez atendidos por Covid-19 murieron por complicaciones con alguna o algunas de estas tres enfermedades.
Como en cualquier país, en lo que toca al volumen de atención brindada, se trata de un subregistro, pues muchos casos son atendidos por la medicina privada y no hay registro oficial. Con todo, en el Estado son más de diez mil los afectados por tales patologías que fueron detectados al ser tratados por el Covid 19 y eso marca la ruta a seguir en la atención a la salud pública.
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