Pocas historias de éxito y progreso habían llamado tanto la atención como la de la teniente Gloria Cházaro, quien se convirtió en el año 2020 en ser la primera mujer en comandar un buque de la Marina Armada de México, después de cumplir con una maestría de Seguridad y Estrategia Aplicada en la Universidad de Exeter, en Reino Unido; sin embargo, toda una carrera plagada de sueños y objetivos se apagó el pasado 12 de junio con su muerte en el Puerto de Veracruz.
Cházaro fue hallada colgada, en una vivienda a la que había ido de visita para conocer a su sobrino recién nacido, después de sostener una discusión con su pareja sentimental, el capitán Octavio Capetillo, con quien tenía un historial amoroso con algunos de desencuentros, aunque los estudios de especialidad en Mando Naval en el Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV) los volvieron a unir.
La versión oficial que manejaron las autoridades veracruzanas y los medios de comunicación apuntó a un supuesto suicidio, aunque en la investigación realizada indica que en su entorno cercano nunca se evidenciaron problemas o algo que pudiera orillar a esta decisión por parte de Gloria Cházaro.
De acuerdo con uno de sus amigos consultado e identificado como Daniel Santander, que realizó estudios de maestría con ella en Reino Unido, aseguró que no existió ninguna advertencia que pudiera alertar a sus amigos o seres queridos.
“Nunca tuvimos algún tipo de alerta por suicidio”, dijo.
A lo largo de su trayectoria en las fuerzas armadas, la teniente de corbeta defendió la causa feminista e incluso destapó el comportamiento de algunos miembros de la Marina a través de sus redes sociales, además de los esquemas machistas que persisten, aunque no fue impedimento para ella, según contó en una entrevista en el 2018.
“Un reto ha sido romper esquemas o romper algunas formas de ver las cosas que son nuevas, apegados al hecho de que una mujer incursione en un ámbito en que antes no podía incursionar”, aseguró.
Pese a las medallas, los reconocimientos y los cargos, a la muerte de la teniente de corbeta no le mereció ni un pronunciamiento de la Secretaría de Marina y, actualmente, la Fiscalía de Veracruz mantiene abiertas las investigaciones, aunque no ha dado más información al respecto del fallecimiento el pasado 10 de junio.
Una de las principales líneas de la investigación apunta a Capetillo, quien desapareció justo la noche de la muerte de Gloria Cházaro y hasta ahora no se conoce cuál es su paradero. No obstante, un motivo de desencuentros en la relación fue su eterna promesa a que se iba a divorciar de su esposa, con quien incluso había engendrado a un hijo.
El hermano de la teniente, Eduardo, relató que él fue quien encontró a su hermana en la vivienda, a la que llegó junto a su padre y su cuñada tras cenar en un restaurante; Octavio Capetillo se había retirado antes de manera inesperada.
“Fue como a la 1:30 más o menos. Me la encontré ahí colgando. Capetillo ya no estaba en la casa”, expresó a un diario.
Le mandó un mensaje por teléfono, que él respondió con: “no me digas eso”. Fue lo último que supieron de él.
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