El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general –y entró a la discusión en lo particular- el paquete de ocho nuevas leyes y reformas a otras dos, que terminan por revertir la política energética vigente desde 2013, y que recupera para el Estado la conducción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El dictamen de la Comisión de Energía aprobó el dictamen con 332 votos en favor de Morena y sus aliados y 83 en contra de la oposición.
Como parte de la reforma, se incluye por primera vez el concepto de justicia energética, se define la prevalencia del Estado frente al sector privado –que continúa con participación controlada de inversiones con ambas empresas- y avanza hacia una estrategia de transición hacia energías limpias.
Asimismo, se incorpora a la Secretaría de Energía una Comisión Nacional de Energía, como órgano administrativo desconcentrado, que sustituirá a las extintas Comisión Reguladora de Energía y Comisión Nacional de Hidrocarburos, y que contará con independencia técnica y operativa.
Se trata de que esta nueva instancia regule el mercado del sector energético nacional.
Sé el primer en dejar tu comentario de esta noticia