A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
El Covid-19 ya es pandemia, está presente en 120 países, 13 de Latinoamérica, ha matado casi a cinco mil personas y los infectados superan los cien mil. Y mientras países diversos cierran sus fronteras, en México, la proyección es que en poco más de dos semanas habrá un contagio masivo exponencial, pero aun así el debate comienza a centrarse en si debe “mantenerse la calma” o urgir a las autoridades a reforzar las acciones que, sin embargo, se perciben mucho más que laxas.
El escribiente ha insistido en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recriminado la inacción de infinidad de países, y para el caso de México lo preocupante no son los “llamados a la calma”, a “no sobre reaccionar”, sino que las acciones parecen ir en contrario a la dinámica internacional; es decir, países cierran fronteras, cancelan vuelos, prohíben eventos masivos, suspenden ligas deportivas; mientras que en el país azteca, la fortaleza curativa de los collares de ajo y la miel con limón genera tal inmunidad en los mexicanos que nos permite mantener la llegada de vuelos, abrir las fronteras a los eventos cancelados en otros países, mantener eventos deportivos y convenciones diversas…y hasta señalar que la cancelación en otros países puede favorecernos, para convertirnos en sedes alternas. Hágannos el “favrón cabor.”
Existe la experiencia previa de que, cuando el peso se debilita frente al dólar, la industria turística se favorece por el incremento de turistas, pero de plano mantener abiertas las fronteras y los eventos masivos, parece un abierto desdén al riesgo y se entiende entonces el reproche de la OMS por la inacción; se juega pues con la salud de todos, con la esperanza de aminorar el impacto económico. No es lo mismo calma que inacción y, por mucho, el país está dando muestra de lo segundo, más que de lo primero. Eso no puede ser bueno para nadie.
Y es que, sólo faltaría que, ante la prohibición anunciada por Estados Unidos para la llegada de vuelos procedentes de Europa; México anunciara que los aeropuertos de este país pueden servir como alternativa, pues estamos libres de peligro y eso nos va a beneficiar económicamente, ¿no es eso justamente poner en riesgo a la población? Cierto, habrá beneficio inmediato, con sacrificio de millones, porque las estimaciones es que tres cuartas partes de la población mexicana puede resultar contagiada de Covid-19.
El lunes anterior, Estados Unidos emitió una recomendación para que sus ciudadanos no viajaran en cruceros y, el miércoles de la misma semana, amplió la recomendación para que ni siquiera salgan del país –por cualquier vía.- Sí, la economía estadunidense pudiera entrar en recesión, como casi todas en el mundo, por el coronavirus y la crisis petrolera por el diferendo entre Rusia y Arabia Saudita; el sector turístico sin duda se contraerá, Quintana Roo será profundamente afectado, pero ni convirtiéndose México en refugio de los infectados de todo el mundo por el Covid-19 lo va a impedir; luego entonces, ¿no sería por lo menos recomendable mantener la salud de la población?
Repetimos, mantener la calma, no es lo mismo que la inacción.
COMENTARIO MORBOSO
Por cierto, no se trata de que los periodistas tengamos o no la razón con respecto a las cancelaciones que deben realizarse sobre eventos masivos, para mantener la salud de la población. No somos el enemigo, aun cuando haya quien así lo percibe, porque señalamos la inacción de los tomadores de decisiones.
Con eso como contexto, vale recordar que, desde hace por lo menos tres semanas, el escribiente ha insistido en que la tendencia internacional es suspender actos masivos y tomar precaución en las fronteras y, luego de la cancelación de la Feria Internacional de Berlín, el evento más importante donde concluyen mayoristas turísticos; se señaló también que el mismo camino debía seguir el Tianguis Turístico de México. Este jueves, finalmente la Secretaría de Turismo (Sectur) anunció su posposición para el mes de septiembre, del 19 al 22 de ese mes. ¡De nada pues!
Y sin ser alarmista ni llamador del caos, el escribiente pone énfasis en pendientes tales como los eventos masivos que aún se mantienen, las ligas deportivas y conciertos, el turismo de negocios y convenciones en general… en Estados Unidos la NBA ha suspendido actividades, las ligas europeas de fútbol juegan a puerta cerrada, en México, ¿seguimos bien? Porque en la rueda de prensa dada para anunciar el cambio de fecha del Tianguis, se insistió en que los eventos religiosos de Semana Santa y todos los eventos nacionales se mantienen porque a ellos acuden fundamentalmente turistas nacionales… ah bueno.
Quien ha dado justo en el tema es el diputado federal y presidente de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados, Luis Alegre Salazar, que ha recalcado que el Covid-19 hay que atenderlo como emergencia, pero también preparar las acciones de resiliencia, la adaptación y desarrollo de políticas públicas que permitan proyectar el futuro sin perder el presente. Interesante postura, pues no es sosteniendo un discurso, sino preparando acciones, como se garantiza la dinámica económica de cualquier país. Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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