El Minotauro /
Nicolás Durán de la Sierra /
No uno, sino dos serán los temas que abordaré en esta ocasión. Uno será el de la baja en la derrama de dinero que deja el turismo en el Estado, que representa casi el 75 por ciento de nuestra economía, y el otro la solicitud de la saliente legislatura al presidente López Obrador para que libere al exgobernador Mario Villanueva, lo que, antes que cualquier otra consideración, sería un acto de estricta justicia.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Carlos Joaquín González por apuntalar la industria turística, como lo muestra su viaje a los Estados Unidos, el Estado encara una severa crisis financiera. No es para menos, pues a la vez que capotea el arribo del sargazo a las playas, enfrenta el aumento de la inseguridad y, aunque no lo reconozca aún, los efectos el marasmo en que se halla la federal Secretaría de Hacienda.
Por si fuera poco no fuera suficiente, el Estado afronta los pagos de la deuda dejada por los pasados sexenios, que llegó a los 25 mil millones de pesos o unos 30 si se cuenta el refinanciamiento. Pese a quienes intentan que se olvide la heredad de Félix González y Roberto Borge, la entidad sigue siendo el segundo estado del país con la deuda per cápita más alta. Si se dividiera la deuda, cada uno deberíamos casi 13 mil pesos.
Así pues, la apuesta mayor del gobierno estatal va por el alza de la derrama de dinero para la próxima temporada invernal, lo que es posible pues el número de viajeros que llegan a Cancún no sólo no ha bajado, sino hasta tuvo un ligero aumento de un punto respecto del año pasado… Claro, esto además de la entrega puntual de las participaciones federales. Eso conjuraría la amenaza de un nuevo endeudamiento.
La Secretaria de Hacienda reportó un subejercicio de más de 174 mil millones de pesos, y el presidente dice que son ahorros. Menudo problema.
Por lo que toca a la petición planteada por la legislatura que fenece, como dije, el indulto para Mario Villanueva es un acto de estricta justicia. Su inocencia ya no está en duda, y su acoso es patológico. Es el único preso del llamado ‘Caso Cancún’; hasta su disque cómplice en la quimera que le fabricaron, está libre. Quiere el indulto y lo busca para, desde su casa, seguir con su lucha por limpiar su nombre de toda sombra…
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