Desafíos
La reforma electoral a las leyes secundarias entró a la recta final: falta el trámite legislativo y el seguro diferendo y conclusión trascendental de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre varios aspectos considerados inconstitucionales. Su decisión definirá el diseño, funcionamiento y fortaleza de nuestras autoridades electorales, entre otros aspectos. Es un tema de la mayor importancia.
En el rubro que nos ocupa, la “compactación” de las autoridades electorales, es una cirugía mayor, que reduce al máximo la estructura distrital, operativa del INE. Su columna vertebral.
En este contexto, el movimiento “El INE no se toca” -que debió cambiar de denominación-, tiene varios desafíos: reorganizarse, forjar una postura crítica propositiva, que permita el surgimiento de nuevos liderazgos, generar un debate nacional informado sobre los alcances de dicha reforma, a efecto de frenar la desinformación existente, entre otros. Convertirse otra vez en un contrapeso.
Entre estos desafíos es fundamental que el citado movimiento consolide nuevos mecanismos de comunicación social y de interacción con aquellos sectores inconformes con la pretensión presidencial de acotar al INE en cuanto a sus dimensiones y funciones y, en general, contra los programas y políticas públicas gubernamentales.
Al respecto, se plantea, a manera de ejemplo, la novedosa propuesta del especialista y estratega político nacional e internacional, Efraín Martínez Figueroa, sobre la convocatoria a una protesta digital permanente en contra de las políticas, y acciones presidenciales. La presenta en su cuenta de Tik Tok, en los siguientes términos:
“En calidad de ciudadano hoy me dirijo a todos los mexicanos que están en desacuerdo con el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para convocarlos a una protesta digital permanente en medios sociales…
La protesta digital consiste en concientizar la situación real del país, al publicar en formato de texto y video y compartir en redes sociales: Facebook, Twiter, YouTube, Tik Tok, Instagram, blogs, sitios web, WhatsApp y Telegram, entre otros, los errores, desaciertos, irregularidades, injusticias, ineficiencias, descalificaciones y omisiones de la cuarta transformación y Morena.
Muchos ciudadanos votamos por ese proyecto en el 2018, pero ahora estamos totalmente arrepentidos y nos sentimos plenamente engañados.
Por la democracia y libertad en México, hagamos desde ya, ciber política o activismo político digital…”
De acuerdo a ese especialista, la ciberpolítica es la disciplina encargada del activismo político mediante las herramientas digitales. Se puede operar desde las redes sociales, sitios WEB, aplicaciones, y mensajería instantánea.
Abarca todas las formas del software social.
Es una forma diferente de hacer política, dejando atrás la política tradicional, para pasar al ciberactivismo, con cibernautas activos y organizados a través de las redes sociales.
Ese activismo político es una herramienta que permite utilizar el espacio activo, dinámico y plural de las plataformas digitales y redes sociales. Es un instrumento relativamente nuevo para interactuar políticamente y conformar la agenda ciudadana.
Por tanto, el reclamo social pasaría de las calles al ciberespacio.
Considero que esta protesta digital se pudiera catapultar mediante las páginas de redes sociales y plataformas que se han creado a partir de la conformación del movimiento “El INE no se toca”, y en donde existe una imagen, identidad, demandas y planteamientos del citado movimiento, a efecto de potencializar los mensajes, planteamientos, publicaciones y videos, así como grupos de discusión.
Así, el movimiento ampliaría su radio de acción, abordando temas que van más allá de la defensa de la autonomía de las autoridades electorales, hasta llegar a la crítica permanente y propositiva de las políticas y programas presidenciales.
Un aspecto esencial es el análisis de la problemática nacional, así como el seguimiento crítico de los trabajos legislativos, propuestas de actores políticos, etc.
En el tema que nos ocupa, sería importante incluir la participación de especialistas en la materia para que precisen en forma sencilla cómo esas leyes secundarias afectarían la calidad operativa del INE y, sobre todo, la logística de las elecciones. Esos estudios pudieran difundirse profusamente mediante esa protesta digital.
En este trabajo de análisis es fundamental que retomen el liderazgo de José Woldenberg, figura emblemática de la transición.
Está claro que muchos de los temas de la reforma serán valorados y resueltos por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En otros rubros, como la incorporación de las acciones afirmativas al marco normativo, hay innegables avances.
Como se denota, estamos en un parteaguas en la vida política de nuestro país, que requiere ampliar y construir espacios plurales de discusión de la problemática nacional, que sean alternativos de las “Mañaneras”.
¿Cómo construir espacios ciudadanos de debate informado y de reflexión social y plural, alternativos a las “Mañaneras”?
El anterior cuestionamiento me condujo al análisis de las “Mañaneras”, en relación al nuevo contexto que estamos viviendo, que se abordará en otro trabajo
Un aspecto esencial es que la narrativa presidencial se basa en la lucha política de Andrés Manuel López Obrador. En otro texto, hablamos sobre ese tema.
La narrativa presidencial se encauza en las “Mañaneras”, que es un poderoso instrumento de comunicación social, construido por Andrés Manuel López Obrador que es un estratega político.
Tiene carisma y gran habilidad para comunicar.
Su estrategia política tiene como uno de sus basamentos la comunicación y su narrativa exitosa, la cual se encauza mediante las “Mañaneras”, que ha opacado el discurso y narrativa de la oposición.
Un aspecto que debe reiterarse es la importancia del movimiento “El INE no se toca”, dado que puso en los reflectores nacionales la relevancia de la reforma electoral, que se implementaría bajo la visión presidencial de refundar al INE y TEPJF, eliminando los OPLES y los tribunales locales. Era una reforma constitucional que transformaba radicalmente el sistema político y a las autoridades electorales.
Así, la marcha del 13 de noviembre de 2022, se inscribió en esa coyuntura, y tuvo éxito al incorporar a miles de ciudadanos a la protesta social. Muchos de esos ciudadanos no estaban interesados en temas políticos y, de momento, se volvieron activistas orgánicos de ese movimiento.
Ese movimiento articuló la inconformidad contra la pretensión presidencial de modificar de raíz nuestro sistema político.
Quiérase o no, esa fue la importancia del movimiento “El INE no se toca”: frenar la reforma electoral a nivel constitucional y cohesionar a los partidos políticos de oposición, convirtiéndose en un llamado de atención, sobre todo a la dirigencia del PRI que estaba cediendo ante la pretensión presidencial.
De tal forma, muchos ciudadanos que no estaban enterados de la reforma electoral, sorpresivamente centraron su atención en los diferentes aspectos de la misma: primero en la iniciativa presidencial a nivel constitucional; ahora en las leyes secundarias.
Esas personas son estudiantes, profesores, maestras de todos los niveles escolares, amas de casa, artistas, académicos, deportistas, músicos, empresarios, trabajadores, integrantes de organizaciones de la sociedad civil, empleadas y empleados de los tres órdenes de gobierno, en un largo etcétera. Muchos de ellos eran apolíticos, pero descontentos contra los partidos políticos en general y, de repente, están interesados en temas políticos. Participan.
Son ciudadanos de a pie, como el suscrito.
Y, ahora, directa o indirectamente, y como parte de un movimiento que los identifica, hacen comentarios en diversos foros y en redes sociales, no solamente sobre la reforma electoral, sino sobre temas políticos, económicos, sociales. Discuten y debaten con los obradoristas.
Se han politizado y con ello, se ha polarizado aun más el país, ante la insistencia del presidente sobre temas específicos como la reforma electoral a las leyes secundarias en materia electoral, llevada a cabo por parte de la “aplanadora” morenista y de sus aliados, pero sin estudios ni diagnósticos, mucho menos consenso.
Pero estamos en otro contexto.
El tiempo sigue su implacable marcha.
2023:
El desafío es la rearticulación del movimiento y con ello, la búsqueda y la puesta en marcha de nuevos mecanismos de protesta social y de liderazgos ciudadanos.
De lo contrario se disipará.
Como se comentó la reforma electoral a las leyes secundarias imponen una severa “compactación” funcional y operativa al INE. Por tanto, tiene un largo alcance, que hay que sopesar.
“El INE no se toca”, debe reorganizarse, en un cambio drástico que incluya una nueva denominación, así como establecer nuevas estrategias de comunicación social, como la comentada en este trabajo.
Es una estrategia de las muchas que se pueden implementar.
En 2023 seguirá la polarización, a lo que sumará el acrecentamiento del proselitismo de las “corcholatas presidenciales”.
Anteriormente habíamos comentado que, en la lucha por el poder, los partidos tienen “el sartén por el mango”. La partidocracia sabe adaptarse a los embates de todo tipo. Sabe “legitimarse”.
La naturaleza y alcances del movimiento “El INE no se toca”, estarán en la determinación de mantenerse alejados de las cúpulas partidistas y en forjar nuevos y auténticos liderazgos ciudadanos.
El tiempo, glorioso tiempo, nos dará la respuesta.
*Jorge Manriquez Centeno es especialista en materia político-electoral, derechos humanos y derecho parlamentario. Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, abogado, con estudios de posgrado en políticas públicas, derechos humanos por la FLACSO y doctorado en Derecho Parlamentario por la Universidad Autónoma del Estado de México. Exconsejero presidente del Instituto Electoral de Quintana Roo (2009 a 2015) y ex director de Partidos Políticos del mismo Instituto (2003 a abril de 2009). Correo: jorge.manriquez.centeno@gmail.com
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