Los presidentes municipales de los 11 municipios de Quintana Roo buscarán su reelección el próximo 2 de junio. Creen que los ciudadanos votarán por ellos nuevamente por haber realizado un buen trabajo realizado desde el 2018. Incluso, uno que otro tiene encuestas que los ubican en los primeros lugares de la preferencia electoral, pero los demás solo le apuestan a la mala memoria de los ciudadanos, a que se repita el “tsunami-AMLO”, a “colgarse” de la marca Morena y a ganar entonces sin el mínimo esfuerzo.
Salvo el caso de Lili Campos en Solidaridad, que merece comentario aparte, creo que, con una o dos honrosas excepciones, los presidentes municipales que contenderán por su reelección se autoengañan y pecan de exceso de confianza, razones que pueden llevar a dolorosas derrotas. Recordemos que las elecciones locales de Quintana Roo se han caracterizado por el “voto de castigo” y “el voto diferenciado”. En el 2018, la única que logró su reelección fue Mara Lezama en Benito Juárez, los demás tuvieron que resignarse.
Y es que ninguna elección es sencilla. La propia Claudia Sheinbaum, quien desde hace meses encabeza todas las encuestas de preferencia electoral con amplias ventajas, hizo un fuerte llamado a los morenistas a no confiarse en que ya todo está resuelto y a ponerse a trabajar en serio.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador convenza a los ciudadanos de apoyar su Plan C, éste se enfoca en las elecciones federales, en ganar la presidencia y la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Las diputaciones locales y presidencias municipales son otra cosa, y los ciudadanos, hoy mucho más politizados, premiarán o castigarán a sus gobernantes con su voto. Habrá sorpresas.
#PeriodistasDePlayaDelCarmen
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