Las Conferencias matutinas o “mañaneras” han sido un efectivo instrumento de información, formación y replica, aclaración y discusión en la agenda nacional; abre el día de la agenda nacional. Algunas ocasiones –al principio- AMLO utilizaba mucho el término de pedagogía política por el afán de traer recursos retóricos e históricos para aclarar los temas; puso en la plataforma principal la vieja e histórica disputa entre conservadores y liberales; revaloró a héroes y próceres mexicanos, hizo hasta el último momento defensa de sus principios y del humanismo mexicano ante la embestida diaria de medios de comunicación conservadores que gozaron de gran libertad para difamar y calumniar todo lo que pudiera dañar el desarrollo de la administración pública.
Hoy a más de cinco años –el dos de junio- se comprobó la efectividad de las mañaneras y sus efectos en la sociedad frente el manejo arbitrario y subjetivo de los medios masivos tradicionales. A 52 días de concluir su mandato y frente a embestidas nuevas o añejas el presidente López Obrador a partir del día uno de octubre ya no contará con las conferencias y la empatía que estas generaron, el gobierno lo ejercerá con un estilo personal diferente la doctora Claudia Sheinbaum, un estilo muy técnico, conciso, preciso, asertivo pera a la vez limitado a los temas de historia y cultura, nacionalismo, etc.
El tema del manejo de la comunicación social del gobierno es muy delicado por la poca consolidación de ésta comunicación social; es decir bajo el esquema de las mañaneras el presidente capitalizaba y hacía todo el trabajo, lo seguían y arropaban redes sociales espontáneamente pero no las estaciones de radio, televisión y prensa escrita; el sistema público de radio y televisión del Gobierno de la República no construyó el andamiaje necesario y suficiente.
Un desafío importante será primero llenar el vacío que dejen las mañaneras, luego ver la efectividad de la comunicación y aceptación por parte de las audiencias, y finalmente analizar el trato de los medios tradicionales al nuevo estilo de la presidenta Claudia Sheinbaum. Un desafío importante del cual dependerá mucho los primeros meses de éste gobierno que coincidirán con el cambio de gobierno de los Estados Unidos y los temas abiertos que quedan pendientes en esta área, el caso Mayo Zambada, los indocumentados, y los que usted quiera agregar.
Sin duda López Obrador dejará un vacío muy grande por llenar. Claudia Sheinbaum cuenta con un gran respaldo ciudadano nacional y con la preparación personal para ejercer la posición, bajo su nuevo estilo, pero –la pregunta es- ¿hasta donde los personajes responsables de las áreas de comunicación social, prensa, difusión, redes sociales, en fin, puedan hacer bien su trabajo y estrategias efectivas para consolidar una comunicación? Y en quienes recaerá la responsabilidad de esas áreas.
Sé el primer en dejar tu comentario de esta noticia