Lanzagranadas, un arma Barret calibre 50, armas automáticas largas y varias cortas, estas últimas de calibre 45 y 9 milímetros, fue parte del arsenal que elementos de la Policía Ministerial incautaron durante el operativo del pasado lunes, en el que los delincuentes dejaron ver su capacidad de fuego; aunque no realizaron el uso de ninguna de sus armas en contra de los elementos de las fuerzas estatales y federales que participaron en la movilización.
Fuentes de seguridad informaron que el evento del lunes se dio en tres fases, la primera para recuperar la patrulla que les fue robada a los elementos de la Policía Rural de Quintana Roo en las inmediaciones de la localidad de Ucum, por lo que tras el reporte desplegaron un operativo en el que participó el Águila 1(helicóptero de la SSP) para recorrer las localidades cercanas al punto donde fueron interceptados los agentes a quienes se les despojó de la unidad.
Él sobrevuelo y los recorridos que ya realizaban los agentes, permitió ubicar en una segunda fase, la unidad robada cerca de la comunidad de Xul-Ha, municipio de Othón P. Blanco, lo que generó que procedieran a asegurarla y desplegar en la zona un operativo de búsqueda de los responsables, de los cuales, solo se sabía que podrían encontrarse en la zona.
Durante ese periodo, en el que el helicóptero sobrevolaba, se recibieron reportes al número de emergencias 911 con amenazas, señalando que, si no dejaba de sobrevolar sería derribado, por lo que fue necesario realizar un operativo interinstitucional en el que los elementos de la Policía Quintana Roo establecieron filtros de seguridad en la carretera Chetumal-Bacalar y Chetumal- Escárcega.
La intención era evitar que si había personas armas en los alrededores se pudieran mover con facilidad entre las carreteras, y entonces se concentraron en los caminos sacacosechas, en los cañaverales y las terracerías, pues pensaban que por esa zona podrían estarse movilizándose.
Fue precisamente durante esa búsqueda que en un tramo cercano a Xul-Ha, divisaron lo que en un principio eran cuatro ejecutados, ya estaban encintados y embolsados, pero todavía se encontraban con vida. Como oportunamente se informó, se trata de cuatro personas, tres de las cuales habían sido reportadas como desaparecidas.
En una tercera etapa del operativo, una vez que las víctimas habían sido rescatadas en un área de monte, y no en una casa de seguridad, como había trascendido en un principio, los elementos de la Policía Ministerial, de la Guardia Nacional, de la Secretaría de Marina y la Defensa Nacional procedieron a continuar con la revisión de las terracerías, lo que permitió ubicar una camioneta “de lujo” en un área poco común.
La inspección a la unidad reveló que en el interior había un arma de fuego Barret calibre .50, con capacidad para atravesar blindajes, un arma corta con adaptadores para lanza-granadas y junto a la unidad se encontraba una especie de campamento.
Había un remolque en el que se encontraba un semillero con plantas de marihuana, un arma de fuego y granadas, sitio que fue abandonado minutos antes de la llegada de los agentes, puesto que sobre una estufa ecológica se quedaron unos huevos con jitomate que estaban preparando.
Aunque se desplegó el operativo y se profundizó más en el área, no fue posible encontrar algún otro vehículo o lograr alguna detención.
De la identidad de la persona que fue liberada por los delincuentes, luego de ser detenida conduciendo una camioneta con reporte de robo, no se sabe más, aunque según la fuente policial se trataba de un integrante de una estructura dedicada al tráfico de indocumentados por la frontera Sur.
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