La inflación en México no encuentra el freno y se aceleró a 7.94 por ciento anual en la primera quincena de enero de 2023, desde el 7.86 por ciento del cierre de diciembre, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Además, acumuló tres quincenas al alza y representó la tasa más alta desde los primeros días de noviembre del año pasado, cuando fue de 8.14 por ciento anual.
El dato de la primera quincena de enero también se ubicó por encima del 7.87 por ciento anual esperado por el mercado, de acuerdo con la encuesta más reciente de Citibanamex.
Con ello, la inflación lleva 45 quincenas fuera del rango del Banco de México (Banxico) que es de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 0.46 por ciento respecto a la quincena anterior, que significó su repunté más elevado para un mismo periodo desde el 2021. El mercado pronosticó un incremento de 0.39 por ciento.
La inflación subyacente, que excluye a los bienes y servicios con precios más volátiles como los agropecuarios, energéticos y tarifas del gobierno, rompió una racha de tres quincenas a la baja y se aceleró a 8.45 por ciento anual, su nivel más elevado desde la primera quincena de noviembre del año pasado que fue de 8.66 por ciento y por encima de 8.32 por ciento esperado por analistas.
A tasa quincenal se aceleró 0.44 por ciento, su alza más pronunciada para un mismo periodo desde el 2014, dijo el Inegi.
“Fue un mal dato porque la inflación general ligó su tercera alza. Es preocupante la subyacente; el mercado estaba con cierto optimismo en el sentido de que ya había alcanzado su techo, pero este dato da al traste con ese panorama”, dijo en entrevista Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex.
Tras este incremento, Valmex ajustó al alza su estimado de inflación al cierre de año de 5.02 por ciento a 5.35 por ciento.
Al interior, los precios de las mercancías se aceleraron 0.55 por ciento y los servicios 0.30 por ciento a tasa quincenal.
Mientras que la inflación no subyacente aumentó 0.51 por ciento a tasa quincenal y a tasa anual llegó a 6.44 por ciento, por debajo del 6.46 por ciento de la segunda quincena de diciembre del 2022.
Los precios de los productos agropecuarios se encarecieron en la primera quincena 0.35 por ciento y los de los energéticos y tarifas del gobierno rompieron una racha de tres quincenas con descensos para repuntar 0.64 por ciento, respecto al periodo inmediato anterior.
Los productos y servicios que presionaron a la inflación fueron las loncherías, fondas, torterías y taquerías, cuya variación quincenal fue de 1.00 por ciento y una incidencia de 0.050 puntos.
Detrás se ubicó la gasolina de bajo octanaje anotó una variación quincenal de 0.65 por ciento y una incidencia de 0.032 puntos. Mientras que los cigarros se encarecieron 3.13 por ciento a tasa quincenal y una incidencia de 0.029 puntos.
Los refrescos envasados tuvieron un repunte de 1.02 por ciento quincenal, con una incidencia de 0.023 puntos.
Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, destacó en su cuenta de Twitter el descenso en los precios de las mercancías, que llegó a 11.02 por ciento anual en la primera quincena de enero, desde el 11.10 por ciento anual al cierre de diciembre.
Detalló que los precios de los alimentos se moderaron a 14.09 por ciento anual, desde 14.14 por ciento, y las mercancías no alimentarias registraron una tasa de 7.57 por ciento anual, por debajo del 7.69 por ciento previo, y dijo que aunque éstas no son señales claras de haber llegado a su pico, podría ser.
“En cambio, los precios de los servicios aumentaron de 5.17 a 5.47 por ciento. Esto significa presión interna, posiblemente derivado de aumentos en costos laborales. Todavía tenemos mucho de qué preocuparnos”, escribió Heath.
“Observamos variaciones muy por encima de los promedios históricos, en ese sentido fue un dato un poco preocupante en específico los servicios y estamos viendo presiones importantes”, indicó Jorge Sánchez, economista de Finamex. Añadió que no hubo cambios en su expectativa para la inflación general para finales del año y se mantiene en 5.59 por ciento.
Ceja añadió que la subyacente es relevante porque aporta casi el 70 por ciento al INPC, de tal manera que, si no baja, la inflación general puede permanecer en niveles elevados por más tiempo del previsto.
Los datos de inflación serán determinantes para la decisión de Banxico el próximo 9 de febrero en la que se espera un alza de 25 puntos base para llevar la tasa a 10.75 por ciento.
Alberto Ramos, economista en jefe para América Latina de Goldman Sachs, dijo que el ciclo de alzas se mantendrá en las dos próximas reuniones en línea con la Fed. “El contexto inflacionario desafiante y un FOMC (Comité de la Fed) que todavía está en un ciclo al alza probablemente llevarán a Banxico a subir aún más en el primer trimestre, al menos una subida adicional de 25 puntos base”, dijo Ramos.
Adrián Muñíz, subdirector de análisis de Vector Casa de Bolsa, estima que la tasa de referencia seguirá elevada por varios trimestres, ajustándose entre una y dos veces a lo largo del primer trimestre, a la espera de que la desaceleración inflacionaria se consolide.
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