A Tiro de Piedra /
Por Julian Santiesteban /
Jamil Elías Hindi es un empresario “intocable” en la actualidad, ha sobrevivido polémicas no sólo por sus relaciones políticas, sino por los señalamientos de tener relación con la delincuencia organizada desde hace ya casi una década, sus cuentas bancarias han sido “congeladas” en distintas ocasiones, y ahora ha resurgido como el “hombre fuerte” del presidente municipal de Tulum, Víctor Mass Tah, pues no hay licencia de construcción o de uso de suelo que no pase por su autorización.
Si usted viene regularmente a este espacio, sabrá que el escribiente no suele entrar en estas polémicas personalizadas, pero este fin de semana diversas fuentes -acreditadas of course- lo buscaron para señalar lo que desde la taquería “La Salsería”, ubicada frente a la Dirección de Desarrollo Urbano en Tulum, ocurre todos los días; ahí Elías Hindi despacha sin tener cargo alguno, pero con todo el poder de la presidencia municipal del tercer municipio turístico más importante de México.
Desde 2014, el periódico Por Esto de Quintana Roo publicó “el aseguramiento de sus cuentas bancarias por la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración de Moneda (UEIORPIFAM) de la SEIDO dependiente de la PGR (ahora FGR); (y) confirmó los vínculos de un grupo de 16 empresarios de este destino turístico (Playa del Carme) con el crimen organizado, en su vertiente de “lavado” de dinero, pertenecientes a una supuesta célula de la Ndrangheta –la mafia calabresa– en alianza internacional con “Los Zetas”, entre los que sobresale el presidente (ahora ex presidente) de la Asociación de Pequeños Hoteles de Playa del Carmen, Jamil Elías Hindi.”
¿Cómo evitó la prisión Jamil Hindi? No hay claridad sobre el tema, hay quien dice que por cercanías con políticos como el ahora ex presidente de la República, Enrique Peña Nieto; incluso en su momento se difundieron múltiples fotografías del personaje con actores políticos, pero en su carácter de representante hotelero, por lo que no puede inferirse protección alguna a partir de ello, pero lo cierto es que los señalamientos son reiterados y, desde 2011, al empresario le iniciaron la averiguación previa UEIORPIFAM/AP/348/2011, por el delito de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita; y nada ha ocurrido; pero ahora, sin tener cargo alguno formal en el municipio señalado, reaparece como el principal gestor de obra pública en Tulum y toda autorización debe llevar al calce su rúbrica, o simplemente no procede. ¿Cómo explicar esta distorsión en la administración pública? Corrupción, simplemente.
Pero surge ahora un cuestionamiento aún más profundo, pues apenas el 17 de mayo pasado, el periodista Héctor Valdez Hernández, en la conferencia mañanera del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, además de decirse amenazado de muerte, dijo que tuvo que huir de Tulum porque le dijeron que “ya estaba muerto”; y acusó también al presidente municipal de Tulum, Víctor Mas Tah, de dejar las “cosas a modo” a la delincuencia; ¿será un daño colateral de tan “sanas cercanías”?
Luego entonces ¿Cuál es el rol verdadero de Jamil Elías Hindi en Tulum? ¿Qué lo ha convertido en intocable? ¿Qué hace despachando desde las afueras de palacio municipal?
Diversos medios nacionales recogieron la alerta lanzada por la organización Artículo 19 para proteger a Héctor Valdez Hernández, pero ¿Quién protege a los funcionarios municipales que se resisten a los designios de Jamil Hindi? ¿Con qué valor alguien se atreverá a denunciar los despidos fundados sólo en resistirse a avalar las “autorizaciones” de tan intocable personaje? ¿Hasta dónde conoce el alcalde Víctor Mass Tah de sus andanzas y vinculaciones? Cuidado, los ojos presidenciales ya están en Tulum.
Vienen ahora los informes municipales, a Tulum le corresponde el día 13 de septiembre, fecha propicia para observar la presencia de personajes como el señalado en el acto protocolario, o la oportunidad para el munícipe de aclarar los señalamientos que hasta ahora tiene, no sólo los de corrupción, sino los vertidos desde mayo a nivel nacional frente al presidente de la República, pues parece haber ahora hilo conductor; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
COMENTARIO MORBOSO
A propósito de informes municipales, de obra pública y de seguridad, ¿cuántos municipios, de los once quintanarroenses, tienen datos positivos que aportar en este su primer año? Porque hay algunos que no tienen, ciertamente, datos alarmantes en seguridad ¿pero tienen avances en obra? ¿En indicadores de bienestar social? No se trata sólo de decir que el gobierno ha evitado afectaciones a la población por efecto de la inseguridad sino también en qué rubros ha comenzado la mejoría.
No importan los colores, se supone, que los gobiernos no tienen partido; luego entonces el análisis debe centrarse en avances, estancamiento o retroceso; logros tangibles –porque para intangibles el discurso interpretativo de las estadísticas oficiales es magnífico- y las perspectivas de futuro, claro, antes de que comience un nuevo proceso electoral, a finales de 2020; porque bien decía Bismarck: “Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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