Julian Santiesteban
Este lunes, el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá determinar si mantiene a Rubí Pacheco Pérez como su propuesta para presidir el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), ante una ola de inconformidades que se presentarán por parte de los partidos políticos, no sólo porque afirman que el órgano nacional está optando por aspirantes que surgen del mismo, como un mecanismo de defensa ante los embates del gobierno federal, sino, en el caso específico de la funcionaria, que no cumpliría, en términos reales, con el tiempo mínimo de residencia en Quintana Roo, ni tendría la necesaria vinculación social en la entidad, más allá de trabajar en la misma. Parece, entonces, que aun cuando no haya cambio en el proyecto, la legitimidad ya está en duda.
Algunos de los argumentos que morenistas en Quintana Roo han esgrimido, por ejemplo, es que la responsable del Registro Federal de Electores en la entidad llegó en 2017, con ello se cumple el requisito mínimo de cinco años de residencia, pero desde entonces a la actualidad, se ha votado por diputados federales y senadores, diputados locales, en 2021 presidencias municipales y, en este 2022, de nuevo por legisladores locales e incluso la gubernatura. ¿Votó acaso la posible presidenta del Ieqroo en Quintana Roo? Si fuera así, ¿cuándo obtuvo su credencial como quintanarroense?
El argumento es compartido por miembros, por ejemplo, del partido Movimiento Ciudadano, que cuestionan si la residencia es legítima o sólo se ve a Quintana Roo como su lugar de trabajo, si ha adquirido propiedades en Quintana Roo o en Oaxaca, su estado de origen. Por cierto, cabe decir que ninguno de los argumentos demerita la capacidad profesional o formativa de la aun funcionaria del INE, pero sí modifica la visión que se tiene del centro laboral y, más aún, su vinculación con la sociedad. De ahí es que surge la visión de “colonización” del INE; si se suma además que, Juan César Hernández Cruz, actual consejero en el Ieqroo, llegó también al cargo, luego de laborar en el órgano comicial nacional.
Ahora bien, cabe decir que la designación de Pacheco Cruz tiene aspectos positivos, el principal es que la obtención del cargo es por mérito y, el otro, más de naturaleza política, pero que en los últimos años ha puesto en duda la calidad del trabajo de los integrantes del Organismo Público Local Electoral (OPLE), es que no pertenece a ninguno de los dos grupos que presentaron la mayor cantidad de aspirantes: el que encabeza el actual magistrado presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo), Víctor Vivas Vivas, y el de la consejera presidenta saliente, Mayra San Román Carrillo Medina. Ciertamente, no todo está podrido en el Ieqroo, pero si Rubí Pacheco Cruz es, a la postre, designada como titular del órgano local, deberá hacer una limpieza profunda, comenzando por eliminar la cuasi mafia de funcionarios que van del Teqroo al Ieqroo y viceversa, repartiéndose cargos y presupuestos, marcando los procesos electorales por su falta de objetividad. Cancelar la “democracia” al mejor postor.
En estricto equilibrio, también habría que decir que, la postura asumida por los consejeros del INE, responsables de la designación de consejeros estatales, es entendible, pero no justificable. Primero, porque optan por funcionarios que pueden tener los conocimientos técnicos, pero no el dominio de campo. Y si, también, se supone, que los OPLEs tienen una estructura profesional que apoyan al Consejo General en el desempeño de sus tareas, pero, en el caso de Quintana Roo, justamente ese ha sido parte de los cuestionamientos, la poca profesionalización del personal, el reparto de espacios como cuotas de grupo y el desempeño de labores en función de lo que el gobierno en turno desee. ¿No es eso lo que les han cuestionado a ellos mismos desde Presidencia de la República actualmente? ¿Por qué reproducir un esquema en los estados, que ellos mismos rechazan que exista a nivel nacional?
No será, entonces, una tarea sencilla. Menos cuando esta misma semana, del lunes 22 al jueves 25 continuará el Parlamento Abierto de la Reforma Electoral en el Palacio Legislativo de San Lázaro, en el que destacan, el establecimiento de una legislación electoral única y, sobre todo, la eliminación de los OPLEs y de los tribunales electorales locales. Ni los foros han sido muy concurridos, ni la propuesta del presidente, Andrés Manuel López Obrador, tiene aprobación entre la oposición, que advierte que son más los riesgos al desaparecerlos y el encarecimiento de los procesos sería mayor. Y si, por estos días, desde el INE la dinámica con el poder se ha tornado en bastante contestataria –y acaso con razón, se tiene que defender el sistema que a lo largo de los años se ha construido-, pero defender no justifica optar solo “por los de casa.” La polémica está ahí, rectificar o ratificar es el reto; mientras se determina si, luego de la designación, el o la presidenta futura alcanza a tomar protesta y entrar en funciones, por aquello de que desaparezcan al organismo que se presidirá, aunque sea por unos meses.
COMENTARIO MORBOSO
No es lo mismo Huso Horario, que horario de verano, ciertamente, pero en México, durante décadas ha estado vigente un horario de verano, con el argumento central del ahorro de energía, mientras que, desde 2015, quedó instituido el “Huso Horario Quintana Roo”, cuya argumentación para crearlo fue, también, el ahorro energético (además de una “alineación” con el horario del Este de Estados Unidos, que favorecería, supuestamente, la llegada de más turismo, pero que, en la práctica, los horarios coinciden, en promedio, tan sólo por unos 40 días al año, pues el país del norte también tiene horarios de verano). Lo cierto es que ahorro sí hay, pero entre los grandes consumidores, tanto en la industria de la manufactura, como en la turística.
Sin embargo, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, envió una iniciativa para desaparecer el horario de verano, por el amplio rechazo, el nulo beneficio para los consumidores domésticos de energía y porque sí hay afectación a nivel físico de las personas, se ha esgrimido. Entrelíneas está pues que, aunque “los señores del dinero” sí ahorren, los “ciudadanos de a pie” están siendo afectados. Lo mismo puede aducirse con el Huso Horario Quintana Roo, sin embargo, la clase política local se ha negado a impulsar su derogación, incluidos, por cierto, diputados federales, todos integrantes de la 4T, están, luego entonces, ignorando la línea discursiva de su máximo líder político. Por cierto, se prevé que el 21 de septiembre próximo, la iniciativa presidencial sea aprobada en comisiones del Legislativo federal y, para octubre de este mismo año entre en vigencia, justo al final el horario de verano 2022, el cual será el último.
Por cierto, aunque el Congreso local no tiene facultades para derogar el Huso Horario Quintana Roo, hay ahí una iniciativa para tal efecto y la presidenta de la Comisión de Planeación y Desarrollo Económico, Cristina Torres Gómez, “derrapó” al señalar que dicha iniciativa será rechazada “porque los sectores económicos ligados al turismo” aprueban su existencia. Pudiera entenderse si la aun legisladora y muy probable integrante del gabinete de Mara Lezama Espinosa, siguiera siendo priísta o panista-perredista, pero desde 2021 se integró a las filas de Morena. Sirva la lección para destacar a los integrantes –de facto, o militantes de Morena- de la 4T, que ir acorde con el discurso presidencial es lo menos que puede hacerse, por lo menos para “taparle el ojo al macho”, aunque los ricos sean cada vez más ricos y, los pobres, no son menos pobres, como tampoco son primero, como aseguran los “guindas”, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.
Pd. ¿No era más sencillo decir, “no tenemos facultad para modificar la Ley del Sistema de Horario en los Estados Unidos Mexicanos? Pero no, lo importante es congraciarse con los poderosos. “poderoso caballero…”
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