Por Diana Alvarado
De mal en peor va la campaña y estrategia del candidato del Partido Verde en Tulum, Marciano Dzul Caamal, pues su intención de hacerse pasar por víctima para ganar la simpatía o lástima de sus vecinos fue un rotundo fracaso. Luego de que el lujoso automóvil de uno de sus colaboradores fue quemado y de intentar acusar de ello a Víctor Mas, candidato de “Va por Tulum”, Marciano Dzul se dio cuenta de su error y no le quedó más remedio que retractarse y reconocer públicamente que en realidad no se trató de ningún atentado sino que pudo ser un accidente.
Por supuesto, Marciano Dzul critica la situación de inseguridad pública que sufren los habitantes de Tulum, la misma que no pudo resolver cuando fue presidente municipal, tampoco cuando gobernaban el joven municipio sus grandes amigos y mucho menos cuando su propia hermana, Romualda Dzul, fue presidenta municipal. Por el contrario. Es la misma inseguridad pública que sentó sus reales desde hace once años, ahora agravada por la ambición del abanderado del Partido Verde de volver al poder por el poder.
No pasa por alto que el supuesto “atentado” se dio poco después de que trascendió en medios de comunicación nacionales que Marciano Dzul fue denunciado por la Unidad de Inteligencia Financiera por realizar presuntas operaciones con recursos de dudosa procedencia y de que la Fiscalía General de la República podría librarle una orden de aprehensión en cualquier momento.
Hoy también ha trascendido que por órdenes del alto mando verdecologista continuarán los “autoatentados” entre bienes y propiedades del equipo de Marciano Dzul para quedar como las víctimas ante los ojos de los tulumnenses, al tiempo que continúan las amenazas y agresiones a Víctor Mas y su equipo. Reflejo de la desesperación por una campaña que sigue a la baja.
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