La temible invasión del sargazo /
El Minotauro /
Por Nicolás Durán de la Sierra /
Sin duda, para Quintana Roo, la noticia de la semana fue el acuerdo entre el presidente López Obrador y el gobernador Carlos Joaquín Gonzáles para encarar la insólita y enorme invasión de sargazo a las costas del Estado, un arribazón de algas que tiene en jaque a la zona turística más productiva del país, aunque hasta el momento no se han registrado pérdidas.
Acoto esto ante los incipientes reclamos hoteleros que lloran pérdidas cuando lo que han tenido es una baja de ingresos. No es igual perder que dejar de ganar. En la entrevista no sólo se definió que será la armada la que afrontará la crisis, sino también porque se llamó a un amplio panel científico para averiguar el porqué del exponencial crecimiento de las plantas marinas.
Es crucial proteger nuestras playas, pero también lo es saber la causa del fenómeno. La UNAM alertó sobre el rápido desarrollo de la planta y su terrible efecto al formar manchas que evitan que la luz llegue al lecho del mar, pero no sabemos mucho más. Atacamos un efecto, pero no la causa. En la reunión también se tocó este punto; una reunión fértil, como dije.
Por otra parte, de manera casi paralela al encuentro, la crisis exhibió los intereses políticos que hay tras la lucha contra el arribazón del sargazo. En la cámara alta, la senadora Marybel Villegas, en lugar de pedir recursos para encarar el problema, acusó al gobierno de Quintana Roo de desviar los fondos que, para ello, en el 2018, destinara la Federación.
El problema es que los fondos aludidos no existieron. La senadora Xóchitl Gálvez, de la Comisión de Medio Ambiente, dijo que si lo que afirmaba era cierto, que pusiera una denuncia penal y que sería apoyada por el Senado. Sobra decir la invitación fue ignorada por Marybel Villegas… O a lo mejor, es que tiene una rara dolencia ótica y no oye lo que no le conviene.
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