El Minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
Sin menoscabo de los talentos y habilidades que tengan los candidatos de Morena a las gubernaturas de los seis Estados en los que habrá elecciones este próximo junio, la figura implícita del presidente López Obrador en las boletas será factor determinante en el triunfo de estos en cuando menos cuatro de las entidades en disputa, con lo que la mayor parte del país se teñirá de guinda.
Las encuestas, aun las afines a la oposición, perfilan ya el triunfo de Morena en Durango, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, con Mara Lezama al frente, y auguran la debacle política del PAN y el PRI, pues los desvanecería del mapa político nacional, sobre todo al segundo… sin exagerar, el proceso en marcha podría ser negro para estos partidos.
Tales proyecciones, empero, no son sorpresivas ni para Marko Cortes ni para Alejandro Moreno, los líderes de estos partidos, pues reflejan lo que ellos bien saben: el ánimo de la gran mayoría del país está a favor de López Obrador, como lo marca su alto índice de aprobación. En el estado, el PRI pudiera perder su registro y el PAN quedar desdibujado, sólo con curules plurinominales.
No es esta una mera exageración, pues los números de los últimos registros electorales marcan esta tendencia, sin contar con que en ello coinciden la mayoría de las encuestas. La conformación de las últimas legislaturas da idea de ello. En tanto, la campaña de Mara Lezama avanza sin traba alguna y le sirve para empaparse de los problemas del Estado. Va tranquila ella.
Los previsibles resultados electorales se deberán, antes que nada, a que la oposición no ha entendido que en el proceso del 2018 el país cambió y, con su voto, optó por dejar a un lado a las viejas estructuras políticas que le tenían sojuzgado. López Obrador encarna esa decisión y por ende, denostarlo -la única maniobra que se le ha ocurrido a sus detractores-, es remar contra corriente y sin brújula.
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