Julian Santiesteban
No, la presidenta municipal de Solidaridad, Lili Campos Miranda, no es –por mucho- algún proyecto político de futuro, ni rival de consideración para la 4T en Quintana Roo. El municipio que preside es –eso sí- el objetivo inmediato a ganar en las elecciones del 2024 por el Parrido Verde Ecologista (PVE), para erradicar lo que resta de “panredismo” en la entidad. Ante ello, evidentemente, cualquier error, por nimio que parezca, será aprovechado para alcanzar el objetivo. Son políticos, no filántropos, los que toman decisiones.
El conflicto ya es conocido, la alcaldesa no reconoció a la representante que el Poder Legislativo envió a su primer informe y, por el contrario, colocó a una diputada diferente en el presídium. Como respuesta al agravio, el Congreso del Estado envió un extrañamiento a la presidenta municipal, que, predecible como es, lejos de buscar una reconciliación real, que le permita transitar el próximo año y medio sin complicaciones, prefirió inventar una versión mediática, en la que se afirmaba que, en el primer informe de Bacalar, hubo una reunión en la que se ofrecieron las disculpas respectivas. Acercamiento –momentáneo- hubo, pero las disculpas, previsiblemente también- no fueron aceptadas. Muy por el contrario, la versión, palabras más o menos, de la 4T, es que Campos Miranda lanzó la piedra y, habilidosos los verdes, serán eso mismo, una piedra, pero en el zapato de la corta administración de la panista.
El escribiente lo dijo en su columna anterior, la derrota de Campos Miranda es tan previsible, que sólo falta que llegue la elección del 02 de junio de 2024. Está sola, el gobernador saliente, Carlos Joaquín González, no sólo no es parte del panismo, no sólo se ha alejado públicamente de ese instituto político –del PRD ni hablar-, sino además se ha cobijado ya en la 4T y será propuesto, como lo anunció el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, como embajador en Canadá. Estará lejos no sólo en decisiones, sino hasta físicamente. Campos Miranda le debe todo, todo, al saliente mandatario. Y ahora no hay quien la proteja. Escogió el peor momento para guerrear, o tal vez no fue una decisión racional, sino que, predecible, irascible, “cerillito” como es, le generaron la coyuntura y cayó. Tiene, entonces hay que decirlo, al enemigo en casa. Ojalá, por su relativa tranquilidad, que lo sepa identificar, antes de que los tiempos de revisión de cuentas y nuevas elecciones lleguen. O el futuro será mucho peor de lo que ha proyectado.
Solidaridad, Isla Mujeres y Solidaridad, son los tres –de once- municipios que faltan por conquistar en las urnas, los demás son ya de la Cuarta Transformación Republicana (4T); sin embargo, sus autoridades han buscado dede ahora integrarse de facto. José Alfredo Contreras Méndez, Atenea Gómez Ricalde y la misma Lily Campos Miranda. De los dos primeros, puede afirmarse que ya han abandonado a los partidos que los llevaron al poder, pero a Campos Miranda, a pesar de su intento, le cerraron la puerta, luego del ya relatado “encontronazo.” ¿Insalvable el asunto? Por supuesto que no, sólo falta que algún avezado operador político le haga “entrar en razón” y le indique que será mejor entregar el poder desde ahora y no hasta el 2024… peores cosas se han visto, ¿o ya nadie recuerda el reciente viraje del aun dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México, Alejandro Moreno Cárdenas?
Hay muchas maneras de morir, pero en política, como en todo lo demás, las muertes rápidas son siempre preferibles; pero habría incluso que recordar la frase de Winston Churchill “La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra nos pueden matar una vez; en política, muchas veces”; por ahora, la “muerte anunciada” de Campos Miranda puede no ser precisamente su peor escenario, sino su salvación…hasta que llegue otra muerte más. Y, de nuevo, predecible como es, lo más probable es que, en lugar de recular, acelere a fondo.
COMENTARIO MORBOSO
Este fin de semana, Morena renovó sus órganos nacionales, luego de que, a nivel de las entidades federativas, se renovaran también dirigencias, no sin polémicas. Ahí, a una semana de su toma de protesta, la gobernadora electa de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, fue tratada como figura central del evento, no sólo por su abierta preferencia por la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en la competencia por la candidatura presidencial de Morena en las elecciones de 2024, sino además por su trabajo de organización al interior del partido. Sí, Lezama Espinosa fue de las impulsoras de Alfonso Durazo Montaño, gobernador de Sonora, para que presidiera, como lo hace ya desde este sábado por la noche, el Consejo Nacional de su partido.
¿Por qué tendría que ser importante lo que señala el escribiente? Básicamente porque los adversarios políticos de la gobernadora, que el próximo domingo tomará protesta constitucional, se han esmerado en destacar que su filia es más con el Partido Verde Ecologista (PVE) que con Morena. Y puede que así sea, pero por lo pronto, Lezama Espinosa mostró que es capaz de ser “caminante entre mundos”, tomando liderazgo entre los “guindas”, sin que ello implique renunciar o traicionar su “verde” faceta, al final, ambos partidos la postularon para alcanzar el cargo, sólo falta ordenar el partido en lo local, porque aún queda en el aire aquella descalificación presidencial desde la conferencia matutina; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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