El Minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
En reciente edición del semanario Desde la fe, la vocería de la Arquidiócesis Primada de México, censuró al gobierno del presidente López Obrador por su ‘agenda cargada de ideología’ debido a las reformas legales en materia de salud como la llamada “ley canabis”, las que regulan a las asociaciones religiosas, pero muy en especial por las que velan por la igualdad de género.
No es la primera ocasión en que la facción radical de la Iglesia Católica, que no toda ella, fustigan al gobierno federal. Hace unas semanas, el cardenal Juan Sandoval acusó al presidente de “impulsar al comunismo con la ideología de género, la que -dijo- va contra la familia y la economía del país”; sus palabras reflejan a ese grupo: se trata del oscurantismo religioso.
Se dijo que tal no es la postura de la Iglesia Católica, en la que convergen muchas corrientes, ni mucho menos la del Papa Francisco, quien cuestionado en torno al lema “primero los pobres” utilizado por López Obrador, acotó que no era comunista, sino la esencia misma del cristianismo. Los panistas que interpelaron al pontífice fueron por pelo, cual dice el refrán, y salieron rapados.
De hecho, la postura eclesial en lo que toca al gobierno de México, la lidera el jesuita David Fernández, rector de la Universidad Iberoamericana, quien ha insistido en que “hay un ataque clasista y continuo en lo político, lo ideológico y lo económico para que fracase el gobierno de López Obrador, aunque se sacrifique al país”.
Más allá de simpatías, el presidente y el Papa coinciden en lo intelectual. Los dos admiran las ideas de Enrique Dussel, filósofo y exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México, al grado que el primero de ellos, en su viaje al país en 2016, rezó ante la tumba del obispo chiapaneco Samuel Ruiz, un decidido luchador contra la pobreza en los pueblos indígenas.
Como se dijo, la iglesia tiene diversas venas y la vocería de la citada arquidiócesis lejos está de fijar la postura vaticana en este tema. Por cierto, la frase “primero los pobres” se le atribuye al santo de Asís, allá por el año 1200, aunque debe ser más antigua. Los ataques contra López Obrador no cesan y, como dijera el rector David Fernández, “aunque se sacrifique al país”.
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